Wolfmother – «New Crown» (2014)

Stoner / Hard Rock

(Modular Recordings)

Hasta 9 músicos ha visto pasar el bueno de Andrew Stockdale por las filas de un proyecto como Wolfmother que este año cumple ya una década desde su fundación y 3 han sido los discos de estudio hasta ahora mostrados por la banda de Sidney.

Muchos cambios de formación para una banda que no ha perdido su estilo musical. Desde sus dos primeros discos, Stockdale y los suyos han sabido llevar las semejanzas del stoner con el rock más duro marcado por esos característicos riffs del guitarrista. Tanto su homónimo álbum como el posterior “Cosmic Egg” sentaron un precedente para la banda australiana.

“New Crown” es el nuevo y tercer disco de la banda. Con un sonido menos comercial y más stoner que ningún otro, pero aquí ya se ha perdido toda la chispa y el carisma que tenían sus predecesores. No es un mal disco, de hecho a mí me ha gustado en algunas partes porque el sonido de la banda sigue intacto, pero tal vez sea que los otros dos discos dejaron el listón muy alto o que se ve al guitarrista que no le pone las mismas ganas.

El tercer disco de Wolfmother indaga en nuevos sonidos para la banda, si bien nos muestra la versión más pesada hasta la fecha del guitarrista Stockdale, sigue conteniendo grandes ganchos para el recuerdo y la influencia de muchas bandas añejas incluso a la hora de ponerlos de título de canción; “My Tangerine Dream”.

Como antes mencionamos, posiblemente este sea el disco menos comercial para la banda. Unos Wolfmother que no han estado exentos de anécdotas ya que durante el pasado año la banda tuvo una separación temporal, lo justo para que el frontman de la banda sacará su álbum en solitario “Keep Moving”. Alrededor de diez semanas tuvo ese parón que se volvió a reunir acto seguido de haber sacado este trabajo en solitario el propio Stockdale y volver a reunir a la banda que vuelve en formación de 3 como hicieran en antaño. Andrew Stockdale sigue al frente, mientras que Ian Peres se encarga de las funciones al bajo y al teclado completando el power trío el batería Vin Steele.

La banda tiene un itinerario de lo más movido para este primer semestre del año con multitud de conciertos programados que darán promoción a su nuevo “New Crown”. Un disco con un comienzo fulminante pero que a lo largo del recorrido por sus 10 canciones encontraremos algunas que otras que llegan a sobrar del trabajo. “How Many Times” comienza este homenaje al señor riff con la mejor versión que todos conocemos de la banda, concisos y demoledores con el extravagante guitarrista en pleno estado de gracia intercambiando solos con buenos guitarreos.

“Enemy Is In Your Mind” es más densa y muestra una versión de la banda que se verá en repetidas ocasiones en el nuevo disco. El propio guitarrista tocando a medio gas e intentando salvaguardar los muebles en lo que parece un disco hecho con toda la prisa del mundo. “Heavy Weight” no podía tener un título más adecuado, se vuelve a ver esas partes lentas de la banda en medio de una producción que por momentos deja mucho que desear. “New Crown” es abrasadora, los riffs más contundentes aparecen aquí en un tema propio para subir bien alto el volumen.

“Tail Ships”, “Feelings” o “I Ain’t Go No” son claros ejemplos de una modalidad vacía de Wolfmother en unas canciones que se pueden hacer algo lentas y pesadas, pero es con temas como “She Got It” dónde los australianos vuelve a levantar el vuelo con un corte más vertiginoso y rocanrolero.

La mencionada “My Tangerine Dream” es el soso homenaje que la banda da a los clásicos Kaleidoscope y ese gran disco sacado en el año 1967. Acordes repetidos para un tema perfectamente olvidable con un lento final acústico algo más digno de la banda. El final del trabajo, se vuelven a ver destellos de esa escasa producción que tiene el disco con la bella “Radio”. Ejercicio algo más ameno para los australianos intentando dejar un lado más esperanzador para sus seguidores.

“New Crown” está muy lejos de sus anteriores discos, parece más un disco hecho para contentar a la discográfica que a sus propios seguidores. Desde esa producción de lo más borrosa que por momentos deje un sonido más de garaje, la banda intenta orientarse en un ambiente más retro pero los temas están vacíos del dinamismo que bien nos acostumbró Wolfmother en sus discos anteriores, parece que la banda haya hecho este disco con mucha prisa y poco tacto.

Se podría haber esperado otros 5 años más para ver algo más decente, pero por desgracia no ha sido así y el nuevo trabajo de los australianos carece de la emoción y la calidad que hasta ahora nos habían prestado. Esperemos una pronta reacción de Stockdale y los suyos, una banda como esta merece la espera.

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