Sunnata – «Climbing The Colossus» (2014)
Sludge Metal / Stoner
En 2008 el cuarteto de Varsovia comenzó su andadura musical bajo el nombre de Satellite Beaver, fue el pasado año cuando reseñamos su atronador EP llamado “The Last Bow” (2012), pero los polacos han cambiado el nombre definitivamente pasando a llamarse a partir de ahora Sunnata. Hoy venimos a presentar su álbum debut.
“Climbing The Colossus” muestra a la perfección la evolución sónica de estos músicos, su nuevo y auto-editado trabajo emerge con esa furia sonora, marca de la casa de la banda, pero todavía con un estilo musical más pesado, un verdadero paisaje desolado cargado de riffs aplastantes.
Hasta 12 temas dónde reina el caos y el desorden sonoro, el nuevo debut de Sunnata nos adentra en una fusión de géneros, desde el psych mostrado en los primeros compases, pasando por guiños a los estilos stoner, grunge o doom. Todo bajo un manto adictivo de melodías sombrías que trazan sus líneas bajo un estilo borroso y distorsionado.
La producción del disco trae un sonido muy fuerte, similar a lo que era antiguamente Satellite Beaver, solo que aquí duplican la fuerza. Sunnata es la continuación definitiva de este proyecto, una verdadera bestialidad malévola que muchos seguidores de esas bandas que tienen sonidos ensordecedores, encontrarán en su música una grata sorpresa.
Los números romanos en el tracklist del disco indican la ambientación que el mismo recoge, sonidos electrónicos que actúan de antesala para sus letales canciones. “Orcan” nos pone en la piel del sonido reconocido por los polacos; voces agonizantes, sintetizadores de fondo y una sección instrumental demoledora que te hará volar la cabeza. “Asteroid” fue el tema de adelanto de la banda y una de las mejores del disco, una apisonadora de canción que arrasa con todo ante un monólogo de riffs machacones.
Una primera parte de “Climbing The Colossus” más directa y concisa, da paso a secciones más profundas y es con “Seven” dónde se empiezan a ver esos destellos de la banda que no se mostraban en su anterior proyecto. Los polacos se cargan de improvisación instrumental para llevarte a sus cavernas putrefactas y entre largas secciones instrumentales te introducen en un mundo de mal puro.
Más lenta y más densa arranca de una manera pegadiza el corte “Path”. La cara B de este disco, poblada de cortes más largos, confirma el paso adelante que ha dado la banda. Mientras en Satellite Beaver los temas eran cortos y directos, con Sunnata descubres algo más, la continuación sobre su destreza musical improvisada que no habíamos visto nunca en el cuarteto de la capital polaca. Siendo el mismo rodillo sonoro, la banda indaga en las profundidades de sus propias influencias, pero pecan en muchos tramos del disco de monotonía. En otras palabras la fruta aún tiene que madurar.
“Stalagmites” es uno de los cortes que más atracción despertó en mí, algunos cambios de ritmo que conforman a la canción más completa del disco. La canción funciona como un verdadero triturador de carne que te aplastará sin compasión dejando partes verdaderamente atronadoras y fulminantes. Lo mismo pasa con “Monolith”, que sigue los patrones de su predecesora ante la descarga de furia metalera que ofrecen la formación de Varsovia. “Fomalhaut” es el último corte real del disco, casi 10 minutos de despedida para Sunnata dónde las partes más asonantes del disco nos dan su bienvenida. El tema funciona como una outro bastante larga, una verdadera montaña rusa que sube y baja los decibelios de su estilo implantado, dejando partes más lentas y otras más desgarradoras, pero volviendo a pecar de algo repetitivo.
Ni mucho menos es un mal comienzo para los polacos, ahora bajo este nuevo nombre, pero como decía antes la fruta aún tiene que madurar ya que a muchos este debut de Sunnata se les puede atragantar y hacer algo cansino. Sin embargo el disco también recoge algunos de los momentos más cargados del año que se pueden ver en “Orcan” o “Asteroid”. Su implacable estilo sigue estando ahí con esos carnívoros riffs llevándote a un lado mucho más extremo, véase el ejemplo en “Stalagmites”, y va ganando peso conforme pasan las escuchas del disco, pero con una pizca más de dinamismo tal vez el producto podría haber sido mucho más logrado. Igualmente a estos tíos no hay que perderles la pista, esperaremos por la continuación de este atronador debut. De momento disfrutemos de esta carnicería llamado “Climbing The Colossus”, buen provecho.
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