Clásicos Del Género: Deep Purple – «Made In Japan» (1972)
Psychedelic / Hard Rock
(Purple Records)
Un clásico, el clásico, tan escuchado y tan manido que no le damos importancia. Claro, está todo tan superado a estas alturas. Pues estáis equivocados y mucho! En estos tiempos de zozobra y de revisionismo setentero nada mejor que recordar al primero en su estilo. El doble disco en directo, si, el primero que consiguió ese honor, además de poner la mirada en Japón. Ahí nos enteramos que los nipones, se volvían locos con el rock y de qué manera, señores.
Con una banda en estado de gracia pero reacia a publicar el disco en directo y mucho menos en todo el mundo. Intentaron sin mucho éxito controlarlo todo alrededor de esas grabaciones. Eligieron el técnico (Martin Birch) y estuvieron en la mezcla (Glover y Paice) concretaron el artwork (Glover) y se fueron a otra cosa.
Nadie se esperaba la reacción en todo el mundo. Discos en directo y muy buenos ya habían sido editados por aquella época, solo recordar a Rollings y The Who para encontrar a la critica con una opinión unánime. Aunque no dejaba de ser una maniobra de las disqueras para evitar los temidos bootlegs, de los cuales no veían un duro. El término pirata no es nuevo.
Y con estas nos encontramos a la banda que llega a Japón en olor de multitudes. Recordemos, el “Mark II” o lo que es lo mismo: (Blackmore, Paice, Lord, Gillan y Glover) una semana antes del inicio de conciertos y la opinión general de que lo hacían más por marketing que por convencimiento. Cita textual de Glover a una revista de la época: “Hay tantos bootlegs de nosotros por ahí que si publicáramos uno oficial, destrozaría el mercado”.
Ciudad de Osaka días 15 y 16 en el Festival Hall y día 17 en el Budokan de Tokio, durante el mes de agosto del año 1972. Con una banda en estado de gracia creativo, porque no olvidemos que tenían un setlist renovado con la aparición meses antes del “Machine Head”, que se convertiría a la postre en la base del material a tocar en vivo y 18.000 fans locos por gritar. Dos semanas más tarde y 3.000$ después es todo lo que hizo falta para crear una página viva de la música rock. Platino en los USA, UK, Austria, Alemania, Francia e Italia y las mejores listas de música rock les vieron ahí arriba durante muchas semanas.
“Highway Star”, “Smoke on the Water” y “Strange Kind of Woman”, desenfrenadas y ejecutadas con algún desarrollo más largo de lo habitual y colocadas estratégicamente una en cada cara, añadiendo “Child in Time”, “The Mule” y “Lazy“, como temas con largas ejecuciones y un progresismo que sentó cátedra y que es el ejemplo para todo buen directo, ofrecer creatividad y que no todo esté medido y estudiado. Temas que pasan de 5 a 9 minutos como “The Mule”, o el no va mas y que ocupa toda un cara, “Space Truckin’“ que se excede hasta los casi 20 minutos cuando partía casi desde el minuto 5.
A modo de anécdotas añadir que después de cada ejecución del “Child in Time”, Gillan se quedaba corto de voz para el resto del concierto, esa era la exigencia del tema, un encadenamiento en progresión constante hasta la mitad y vuelta a repetir con más intensidad (si cabe). La pieza tiene una oscuro mensaje y una tono dramático hablando sobre la justicia el bien y el mal. Otro motivo que sentó cátedra para este tipo de discos era que permitía dada su extensión lucirse con cada instrumento y en “The Mule” tenemos el sólo de batería de Paice un hombre formado en el jazz y con una increíble forma de tocar que nos regala aquí seis minutos de autentico solo de batería. No podemos olvidar al señor del Hammond ,Jon Lord, teclista de formación clásica que nos deleita con un viaje que inicialmente no pasaba de 5 minutos y que gracias a los shows de Japón se van hasta los 20. Y donde se hace dueño del final del álbum junto a Blackmore que aprovechaba la segunda parte del tema para lanzar, tirar y ponérsela por sombrero al cámara de turno. La guitarra, su guitarra, un espectáculo sustentado por esa máquina del ritmo y el metrónomo que es Roger Glover, convertido en reputado productor poco después de este lanzamiento.
La concepción del disco en directo cambió, ahora tenían que ser dobles, al menos durante los setenta y parte de los ochentas. Toda banda que se precie tiene el suyo, aunque este colaborador cree firmemente y exceptuando contadas rarezas, que la edad de oro del doble en directo murió con el “World Wide Live” de los Scorpions y toda vez que los más grandes editaron el suyo, dejaron de tener interés progresivamente.
Dejo para el final mi homenaje al gran tipo que es Ian Gillan, el vendedor de vaqueros. Un tiarrón sin el que nada hubiera sido igual. Tan grande y tan a su “puta bola” que es el único gran fichaje de esa época hecho por una banda “rival”. Gillan se peleó con todos y era tan grande que acabaron echando al bueno de Roger antes que a él. Bueno sigue siendo grande, pero eso ya es otra historia. La nota es 10/10 no hay disco mas grande, el único que he comprado en diversas ocasiones. Lo tiene todo.
la mas grande banda d rock heavy, hard como quieran los amaremos por siempre.