The Machine – «Offblast!» (2015)
Psychedelic / Stoner Rock
Formados en el 2006 no fue hasta un año después cuando publicaron “Shadow of the Machine” una obra magistral al heavy blues con toques psicodélicos y ya contando con varios riffs del propio stoner rock en la que se abrieran paso en esta escena. Probablemente sea una de las bandas con la discografía más buena que se haya visto, desde el primer track de álbum anteriormente mencionado hasta la última pista de este último que por nombre tiene “Offblast!”.
The Machine es una de mis bandas favoritas y seguro que también de los lectores, teniendo en sus manos ya cinco álbumes de estudio y un split con Sungrazer, en los cuales resaltan canciones como “Moons of Neptune”, “Pyro”, “Awe”, “First Unique Prime” y más obras colosales que rápidamente se convirtieron en clásicos del género con un sonido único que estos holandeses fueron creando a partir de influencias como Kyuss, Colour Haze, Jimi Hendrix, Pink Floyd y más.
Iniciando con “Chrysalis (J.A.M.)”, una canción que de duración comprende los 16 minutos y que inicia con un beat de la batería muy particular y movedizo, hasta que empieza David Eering, con esa guitarra que él sabe manejar y que le saca todo los sonidos posibles para crear un ambiente psicodélico, de trance y euforia. Sigue “Dry End”, cuyo inicio es un riff matador y asesino de mentes, para ya entrar en el stoner fino que hacen ellos, de fondo se escucha una sitara cuyo sonido mágico cae muy bien con este estilo de música y cuyo resonancia conocemos bien por la gran variedad de artistas que la utilizan en sus canciones, especialmente en este estilo. “Coda Sun”, fue el primer adelanto que dieron a la luz, y que fue una de las piezas más escuchadas en mi habitación dentro de las últimas semanas. Extraños riffs y un bajo muy peculiar, esta canción se caracteriza por ese sonido cuya influencia es la música hindú.
Para seguir desmenuzando el disco, ya en la siguiente mitad llegan arrasando con todo y destruyendo paredes, «Gamma». Una descarga más desértica y pesada, lodoso y oscuro, con una voz que se nota influenciada por Layne Staley. A mí entender, David Eering es sin duda uno de mis guitarritas favoritos, con una gran influencia por parte de Jimi, el hace lo que quiere con la guitarra, le saca los sonidos que quiere, y utiliza el wah wah como quiere, es una delicia poder escucharlo. “Off Course” es una pieza cuya progresión y complejidad en sus estructuras musicales es alabable, aquí resalta como Davy Boogard en la batería y Hans Van Heemst en el bajo, hacen posible un proyecto tan ambicioso como este, cuyo fin es alcanzarnos la delicia de épocas pasadas, ya sea los 60’s o 70’s pero con toques modernos y cuya creación es simplemente un orgasmo el cual tiene un fin y un inicio en cada canción. Para terminar llega “Come to Light”, probablemente una de sus canciones más voladas y psicodélicas que hayan hecho. Ciertas influencias a Papir por parte de la batería ya que ambas están influenciadas por el krautrock, genero el cual explora la psicodelia y la experimentación. Si alguien tiene un bong o un cigarrillo de marihuana, por favor préndelo y después escucha esta obra, un viaje a través de constelaciones y nebulosas. The Machine va explorando los sonidos del universo pero siempre guiados por el OM, sonido primordial en el mismo, que genera mezcolanzas unas con otras y que provoca risas y escalofríos, el cual al mismo tiempo produce un sentimiento de éxtasis y euforia, todo esos sentimientos tienen un origen y es The Machine, banda que saca todo y que deja todo álbum tras álbum, sin duda este era uno de los álbumes más esperados del año y no nos decepcionaron. A la altura de las expectativas sacaron a la luz uno de los mejores álbumes de lo que va del año.