Crónica Day Of Doom Festival 2015

27 de noviembre 2015 Rubén Herrera Deja un comentario

Un año más los amantes del sabbatheo y riffs tenebrosos teníamos una cita en el Day of Doom, un festival que se ha ido consolidando durante años en la ciudad condal. Bien es verdad que este año el festival ha pegado un bajón importante, ya que veíamos como de un cartel de dos días en Les Carpes del Forum, contando con bandas de la talla de Saint Vitus, The Skull, Orange Goblin o Confessor, pasábamos a un cartel más reducido en la sala City Hall con Pentagram como cabeza de cartel acompañados por los ingleses Iron Void y la banda local Tort .

Seguramente el haber estado trayendo a leyendas del género como Trouble, Candlemass, los mismos Pentagram en 2013, o los ya nombrados anteriormente, implican cantidades importantes de dinero. A esto se le suma la falta de un público que ha hecho pisar el freno a este festival que parecía estar creciendo poco a poco durante los años. Pese a esto, tener la oportunidad de ver a Pentagram en directo es algo que no se ve todos los días, pero todo a su debido tiempo.

Con la ciudad invadida por la llegada del frío nos dirigíamos puntuales al City Hall. Al entrar encontramos que la sala estaba intoxicada por la máquina de humo para crear cierto ambiente tenebroso. Los primeros en subir al escenario eran Tort, bien preparados para su ritual de dar la chapa con un arsenal de riffs que van desde el doom más lento y denso al heavy más guarro de mitad de los ochenta mezclando black, death y thrash en único ser. Mientras la banda tocaba con cierta pasividad, seguramente por la resaca futbolera presente en alguno de ellos, se iba llenando poco a poco la sala. Nos golpearon durante unos 40 minutos con temas de su último álbum “II” como “When The Raven is Ravenous” o “Scratching The Coffin Lidde”.

Aún con el olor a azufre en la sala empezaban los ingleses Iron Void. Tengo que reconocer que los desconocía por completo y que, en un primer instante, no me sorprendieron gratamente pero después de salir a echar un cigarro la cosa cambió. Un repertorio de riffs al más puro estilo clásico de leyendas de finales de los 80 como The Obsessed, Saint Vitus o Count Raven sorprendían a todos los presentes que iban llenando la sala siendo cómplices poco a poco de la banda. Un sonido falto de volumen y las carencias en las partes vocales de la banda no empañaron a un power trio enérgico interpretando a la perfección temas como “I Am War”, “Doomsday” o “Necropolis (C.O.T.D)” regalándonos momentos muy épicos.

Ahora si… “ladies and gentlemen lock up your daughters”, es el turno de Bobby y sus chicos. Una formación acojonante liderada por el vocalista Bobby Liebling y acompañado del mítico guitarrista Victor Griffin. Por todos es conocida la degeneración que ha rondado la vida del vocalista y que quedó retratada en el documental “Last Days Here”. Sí, Bobby las ha pasado putas pero se sube al escenario y demuestra que está más vivo que nadie. Abrían el concierto con los tres temas de su primer álbum “Relentless”, “Death Row” y “All Your Sins”. Mientras avanzaba la cosa cada vez se iba calentando más y Bobby con una voz brillante se iba mostrando más interactivo haciendo gestos lascivos, bailando, hablando con la gente y buscando la complicidad del guitarrista. Victor Griffin es seguramente junto a Tony Iommi uno de los guitarristas referentes para todo el público fiel al Day Of Doom. Desde el primer minuto dio todo una clase magistral con los riffs más heavys que se hayan escrito jamás, es toda una referencia en lo que a sonido se refiere. ¡Él inventó ese sonido! Canciones como “Close the Casket”, las míticas “Sign of the Wolf (Pentagram)”, “Forever My Queen”, “Starlady”, y un medley con “The Ghoul”, “Wartime” y “The Tempter Push” iban cayendo en el repertorio. Todo funcionaba a la perfección con el bajista Greg Turley y el batería “Minnesota” Pete Campbell respaldando la base rítmica. Incluso las canciones de su nuevo álbum como “Curious Volume”, “Devil’s Playground” y “Dead Bury Dead” que no me habían convencido mucho, en directo sonaban descomunales.

Con otro himno como “Relentless” se despedían para volver más tarde con tres bises más. Dos clásicos como “Last Days Here” y “Be Forewarned” daban paso a la parte final del show con un público totalmente entregado cantando las canciones y un Bobby que acababa por los suelos con “20 Buck Spin” junto a un Victor Griffin dándolo todo, tocando un solo descomunal, rompiendo las cuerdas de su guitarra utilizando el pie del micrófono como slide. Pentagram son una leyenda viva del heavy que sigue dando unos conciertos legendarios y sólo Dios sabe si tendremos otra oportunidad de volver a verlos. Si van a vuestra ciudad no os lo penséis dos veces, estos tíos crearon todo esto cuando nadie creía en ellos y con 60 años sigue siendo su motor de vida.