Crónica La Choza Fest, Jornada I (Dungeon & Metal, Gran Canaria)
Y por fin llego el definitivo día, ese que cerraba la gira más ambiciosa hasta la fecha que ha llevado a cabo un festival como es La Choza Fest, que con tan solo 3 años de edad ha sentado un precedente dentro del underground patrio y este año, tras su “Iberic Invasion”, que incluía hasta cuatro ciudades españolas, el final de esta cabalgada acabaría en su lugar de origen, Gran Canaria.
Definido como el primer round de los 2 que consta esta última edición del 2016, se escondía tras de sí un plantel relleno de atractivos. ¿La nota negativa? Pues las que todos saben, la poca afluencia de público que puede matar las esperanzas del promotor que se deje la pasta por organizar estos eventos, como la de los músicos que comandan en las diferentes bandas, una mala costumbre que se está convirtiendo en algo frecuente no solo en Canarias sino en muchas ciudades españolas y esto señores, no es dar un paso adelante porque luego llegan las malas noticias y todos a quejarnos en el facebook de turno.
Cierto es que el Dungeon & Metal es un recinto aún más pequeño que el Adrenaline de Maspalomas, lugar dónde se celebró la pasada edición del 2015, pero como tantos antros pequeños, gozaba de una buena acústica y eso es lo realmente importante viendo los géneros que se despachaban para la noche del viernes 24.
Si hay algo que siempre aporta este festival, es su apuesta por la larga prole de bandas underground que rellenan la gran parrilla española y como era de esperar y visto el pedazo de cartel que teníamos el año pasado, cada paso que manda nuestro querido panda y su alter ego, es una evolución más por hacer que florezca una escena en la que trabajamos a diario y que fueron muchos los que apuestan por la misma los que allí se presentaron. Desde medios como esta casa o algunos miembros de Dirty Rock, hasta algunas de las promotoras véase el caso de Aladeriva Records, Nooirax Producciones o La Choza De Doe, organizadora de esta juerga de degenerados.
Nadie quiere perderse un evento de estas dimensiones y menos viendo el plantel que tiene, uno de esos que siendo un tanto sincero no me gustaba tanto como el del año pasado, pero benditas sean todas y cada una de las palabras que me trague. Lo de la noche del viernes fue algo apoteósico, un desmadre en toda regla que aparte de lucir en diferentes géneros, machacó sin piedad a la muchedumbre que allí se había reunido.
Como siempre suelo decir, puntualidad canaria ante todo. ¿Los primeros en subirse al ring? Crimson Stone, quiénes recogían el testigo del año pasado a Heather Brooke cumpliendo exactamente las mismas funciones. Como anfitriones les tocaba a ellos bailar los primeros y vaya si lo hicieron bien. Fiel a su instinto del directo, rock pesado y directo como es su álbum debut (reseña aquí), siguen enseñando toda su grandeza allá dónde llevan sus conciertos y las siempre eficientes “Revelations Of Cain”, “Pessimist Boogie”, “Overlook”, “Nowhere” y el magnífico cierre con “Herbert West”. Fue lo justo que necesitaron nuestros queridos “canariones” para poner un inicio a la altura, como merece ser, calentando al personal a base de sus mejores riffs, correctos en sus funciones y si no se cabe en el escenario se baja al foso a danzar con el personal y sino que se lo digan a Nacho González (guitarra) y Luis (bajista), los componentes más eléctricos de la banda y que siempre lo disfrutan en el directo.
Los de los valencianos KLS es para echarles de comer aparte, un sinsentido con el mejor sentido, depravados del sonido más afilado y mejores amantes de la distorsión. ¿La improvisación? Su mejor publicidad, ¿demostrarla en directo? Un puñetero espectáculo, uno de esos como los que descarga Edgar, su batería, con un continuo maltrato a su instrumento. Tal y como hicieron en las pertinentes pruebas de sonido, como una especie de señal de protesta, los señores de los mástiles se ponían de espaldas al público para lanzar su verborrea musical a base de gruñidos despiadados al mejor ritmo y progresión de los géneros más extremos sin dejar de lado su raza experimental. “Superpop” es su reciente tercer trabajo de estudio al que fueron a sacar sus mejores galas hasta la isla de Gran Canaria. Sin olvidar sus predecesores LP’s, en una banda que sus temas no llegan al minuto de duración, disfrutamos de prácticamente toda su discografía y bailamos como dementes al son de himnos de batalla como “Tota Pedra”, “Carril Bici”, “Una Serp Ben Negra” o “Hem Cremat La Falla”, tema que abre su nuevo álbum y cerraría los 30 minutos de su actuación. Sin embargo y siendo cortos como un segundo, los valencianos también nos recordaron un temazo estelar que tienen su primer redondo llamado “No Se Tío Eixes Coses”, demostrando ese ramalazo más post metalero y siendo capaces de presentarse como una banda de recursos en mayor extensión en la duración de sus canciones.
La noche tenía hambre y sin duda pedía más decibelios y que menos para la ocasión que “desvirgarme” ante el directo de unos Santo Rostro, que tras el reciente abandono de su anterior bajista Luis, pasan a power trío como alineación definitiva y montaron tal pifostio sobre las tablas del Dungeon & Metal al mejor servicio del señor riff. Doom, heavy blues, sludge, para esta gente no hay etiquetas, tan solo una puerta que se abre a otra dimensión siendo sin duda, una de las mejores promesas que guarda tanto la escena andaluza como la española en general. Con un nuevo y tercer álbum a la vuelta de la esquina, empezaban a sonar los estrenos en primicia en la noche del viernes ya que los de Jaén lanzaron uno de sus temas nuevos aún sin nombre como cierre de su actuación. Un show marcado por una bestia que devoraba a través de densas composiciones y que arrancaron de manera fulminante con sus mejores bazas; “Hunt It Down”, “Away on Time” y “Blood Run”, rodillos tanto de su homónimo debut (reseña aquí), como de su último “II: The Bleed” (reseña aquí). Tanto su batería Alejandro, como Antonio a las voces y el bajo, llevaban el impulso de una sección rítmica aplastante, bajo los riffs y solazos inducidos por Miguel Ortega, una mala bestia capaz de masticar lo mejor del sonido pesado y vomitarlo en los directos de Santo Rostro a sus fieles súbditos.
Los gallegos Guerrera ya nos adelantaron en la reciente entrevista que les hicimos (entrevista aquí), que su inminente nuevo álbum sería tocado íntegramente en su participación en La Choza Fest a modo de primicia, y vaya si cumplieron su promesa, pero es que lo mejor de todo, es que apesta desde lejos a estar entre lo mejor del año dentro del género estatal. Que formas de liberación espiritual a través de unas cósmicas jams rellenas de la mejor progresión musical. Básicamente hablamos de unos Colour Haze en español, retroalimentándose de una forma más vitaminada y aportando esos toques psicodélicos propios de la mejor volada.
El directo de Guerrera se traduce en un lisérgico viaje hacía las estrellas dónde su bajista es el hilo conductor de este navío espacial, su forma repetida de tocar acordes en bucle hacen la perfecta escolta de su batería marcando el compás apropiado y que las guitarras florezcan este jardín de delicias psicodélicas a base del mejor fuzz, solos y continuos pedaleos.
Visto lo visto en esta primera noche del viernes solo puede decir dos cosas, muero de ganas por hincarle el diente al nuevo disco de Guerrera y larga vida a un festival como es La Choza Fest. Mañana contaremos el fin de esta tierna y romántica historia.
Crónica: Rubén Herrera
Fotos: Adal García
Vídeos: Yaiza Novoa
Promotora: La Choza De Doe
Sala: Dungeon & Metal
Fecha: 24-04-2016