Inter Arma – «Paradise Gallows» (2016)
Sludge Metal / Experimental / Doom
Los norteamericanos Inter Arma regresan en este 2016 con su nueva obra “Paradise Gallows”, trayendo nuevamente ese tétrico mundo dónde como su álbum más experimental hasta la fecha, da rienda suelta a su característica innovación y recuperando el legado de los mejores Neurosis de los 90.
Nunca antes, a pesar de su corta carrera, pocos discos podían recoger y beber de tantas influencias. Evidentemente 10 años se hacen muy largos pero hablamos de tan solo tres discos larga duración hasta el momento; “Sundown”, “Sky Burial” (reseña aquí) y este “Paradise Gallows”. A todo esto hay que sumarle dos EP’s; “Destroyer” y “The Cavern” (reseña aquí), sin olvidarnos de sus dos demos lanzadas en los primeros años, una en directo y el split con Battlemaster. Está bien, nos hemos dado cuenta, somos unos exigentes de mierda y la década musical de Inter Arma han sido de lo más provechosos y bien distribuidos.
El quinteto de Richmond siempre ha sido peculiar a la hora de llevar ante si esa experimentación en su sello plagado de una perífrasis de géneros que abarcan desde el drone más empírico, pasando por los monolíticos riffs que nos introducen en el mundo doom o sludge y finalizando hasta los límites más extremos del black metal. Todo de un plumazo para plasmarlo en sus extensas canciones, y es que una banda como Inter Arma poco se le puede recriminar, la evolución que ha llevado este engendro mecánico desde su nacimiento en el 2006, es la suficiente para sucumbir ante el castigo de sus riffs, cada onza que reverbera con dolor y agonía, con toda ese amalgama que producen o los aullidos que escupen Mike Paparo.
Al igual que cada uno de sus trabajos posteriores, “Paradise Gallows” vuelve a mostrarnos la faceta visionaria de los norteamericanos y como mencionamos anteriormente, el guiño a su manera que muestran a sus súbditos, harían que muchos de ellos se sentarán a disfrutar de semejante espectáculo.
“Nomini” ya nos introduce en un mundo floydiano, como si el bueno de Gilmour cogiera su guitarra y nos sirviera en bandeja el perfecto cóctel de bienvenida. A partir de aquí, a esta bestia indomable le sueltan sus cadenas para despertar su alma más salvaje y con toda la furia que establece “An Archer In The Emptiness”, asistimos nuevamente a una sobredosis de blast beats impuestos por su compositor T.J. Childers, ya que la fuerza bruta ofrecida en mayor medida en “Sky Burial”, aquí vuelve a hacer acto de presencia.
Tanto esa segunda pieza como “Transfiguration” forman una yuxtaposición que es demasiado perfecto para describir lo que puede hacer Inter Arma cuando se encuentran bien engrasados. Estamos ante los 15 minutos y medios más demoledores que hayamos disfrutado de la banda hasta la fecha, todo encaja en su sitio y cada uno de sus componentes, desde la lindeza de sus guitarras, capaz de embaucarte a través de sus melancólicas armonías o aplastarte con la mayor de sus fierezas, hasta una losa como puede ser el propio batería con un solo final incluido más propio de un V8 vitaminado, carburando mejor que nunca.
“Primordial Wound” y “The Summer Drones” entra en estado monolítico para Inter Arma. Una mezcla entre Neurosis, Sleep y Sunn O))), otro de esos segmentos dónde nuevamente las guitarras de Trey Dalton y Steven Russell te comprimen sin piedad como si actuarán como una prensa hidráulica. Lo mejor de Mike Paparo se encuentra en estas alturas de disco, sus gritos te transportan a la inmensidad soledad del oscuro negro universal.
Llegados a este punto, el encantamiento vivido en su anterior EP, aquel que registro 45 de los minutos más logrados en este nuevo milenio, vuelve a salir de su propia caverna en un formato más pequeño con “Potomac”. Pieza cargada de pasajes acústicos, intromisiones al piano y solos estratosféricos que ven su explosión expansiva en su continuación bajo la canción que lleva el nombre del disco. Es aquí donde presenciamos que lo ocurrido en “The Cavern” no es ningún espejismo, estos tíos son unos verdaderos artistas, capaces de dibujar un universo imaginario al alcance de los mayores sueños.
“Violent Constellations” es uno de los puntos más culminantes de la banda en toda su carrera, el movimiento progresivo que persiguen en este tema, corona tanto a Mike Paparo a las voces como al señor Childers a la batería implorando un infierno de ritmos sumidos entre el sludge/black más carnívoro. Y con esto, nuevamente retornan las voces limpias que cierran el disco en la outro “Where The Earth Meets The Sky”, dónde una vez más esa fascinación musical de Inter Arma vuelve a hechizarnos y fluyendo como el viento, completa uno de los mejores ejercicios musicales de este 2016.
“Paradise Gallows” es un regreso a lo mejor de los Neurosis de los 90, una liberación mental llegada desde su forma más experimental. Inter Arma nuevamente da todo de sí mostrando esa incursión en diferentes géneros y tantear con todo un manjar de sonidos y lúgubres armonías. Pocas veces una banda se había identificado tanto con un sonido como lo han hecho los 5 músicos de Virginia con su tercer larga duración.