Slomatics – «Future Echo Returns» (2016)
Stoner / Doom Metal
Rompemos la rutina de nuestras secciones nostálgicas de los viernes en esta semana que comienza el mes de Septiembre con un portento, nuestro DISCO DE LA SEMANA y quinto álbum de estudio del power trío de la irlandesa Belfast, este “Future Echo Returns” de Slomatics.
Precisamente durante el día de hoy y a través del sello Black Bow Records, el mismo que reeditará anteriores obras de los músicos como “Flooding The Weir” o “Kalceanna” y de la misma manera este haciendo lo propio con “Horseback Battle Hammer” o “Monnos”, primeros trabajos de Conan. Y ustedes se preguntarán porque nombro a los titanes de Leeds, autores de un martillazo severo como fue su “Revengeance” (reseña aquí) de principios de año. La respuesta es bien sencilla, Jon Davis, guitarrista de estos Conan, es el patrón de la disquetera y si de paso mencionamos a su bajista Chris Fielding, productor de este “Future Echo Returns”, entonces solo nos quedan sumar 2 y 2. La propagación de densos riffs que nos reprendió como desayuno los de Leeds a principios de año, tiene su eco con “Future Echo Returns”.
Cuando Slomatics prácticamente nos había adelantado casi la mitad del disco, fuimos testigos de sus hostiles intenciones. Bebiendo de la escuela de los sonidos más pesados y llevando esa cohesión que dan como resultado el choque tectónico entre Sleep, Electric Wizard o los mencionados Conan, los músicos de Belfast, fiel a su estirpe musical, no vuelven a defraudar en este quinto asalto. Como si nuevamente se volvieran a abrir las aguas del Mar Rojo para que Slomatics de su habitual estocada.
La temática del álbum es de lo más siniestra y así desde sus inicios con la instrumental “Estronomicon” iniciamos desde los pies hasta arriba ascendiendo a las cimas de este coloso. Las voces que salen muy de vez en cuando, es de tal magnitud como si quitarán las estrellas del espacio y te quedarás orbitando en un limbo lleno de oscuridad, solo ante el infinito negro universal. Esto es básicamente la corta pero letal “In The Grip Of Fausto”. Lo de “Electric Breath” casi que se puede considerar como uno de los temas más bestias e inhumanos fabricados del 2016, las hondonadas de riffs que escupen son dignas de matrículas para la mayor animalada del presente curso.
Si hay algo que siempre se puede caracterizar a este tipo de trabajos con un género hecho solo y únicamente para paladares exigentes, es su asfixiante ambientación. El interludio “Ritual Beginnings”, es el que da paso a una cara B del disco dónde la pegada de Slomatics se hace uniforme, sólida y de lo más aplastante.
“Rat Chariot” y “Supernothing” fueron otro de los dos avances que ofrecieron durante los meses anteriores dentro de la extensa promoción que le hemos dado a este álbum. Ambas piezas recogen el mismo patrón y basándose en la ley del más fuerte. La belleza y la oscuridad se cogen de la mano y mezclan un condimento perfecto con las voces, siempre en eco y requiriendo la atmosfera idónea. “Into The Eternal” o mucho me equivoco o me parece uno de los mayores homenajes que se le pueden dar a las huestes de Brooklyn, Type O Negative, el guiño está ahí, un entorno fúnebre nos acompaña en los prolegómenos y creciendo lentamente y base de su denominación más pesada, nos remonta a principios de los 90, cuando obras cumbres de los míticos neoyorquinos como “Slow, Deep And Hard”, sucumbían ante la muchedumbre trayendo ese doom de mestizaje gótico y que Slomatics clava 25 años después con su sello más imponente.
En mi humilde opinión este “Future Echo Returns” es el punto culminante en la carrera de los de Belfast quiénes más de una década después alcanzan su particular cénit y llevando una progresión monumental reflejada a la perfección bajo un manto mucho más monolítico en este pedazo de gigante. Un Hércules para este 2016 que arrasa todo cuanto está a su paso. Una inmejorable construcción del trabajo hacen que los 7 temas se pasen volando, piezas memorables que quedan definidas como la versión más superior hasta la fecha. ¿Lo mejor? La equivalencia que llevan tanto la atmosfera que recoge como las melodías tras de sí. Imprescindible.