Clásicos Del Género: Boston – «S/T» (1976)

Boston - ST

Hard Rock / AOR

(Epic Records)

 

 

Con sus 40 años que cumplió la semana pasada era indiscutible su entrada en los “Clásicos del Género” de esta semana que se anticipan un día, siendo para hoy jueves, ¿La razón? Mañana entenderán el por qué.

Originalmente casi que como un proyecto en solitario por el ilustre Tom Scholz, uno de esos graduados del MIT y trabajando para una marca como Polaroid, fue el músico el que construyo su pequeño búnker de operaciones en un estudio de la localidad de Massachusetts a principios de los 70 con la clara intención de profundizar en sus quehaceres musicales, llevando un desarrollo particular en las estructuras para lo que serían sus primeras canciones.

El mismo Scholz uniría a su roster tiempo más adelante, al cantante Brad Delp y el guitarrista Barry Goudreau, artistas que no convencerían del todo con su sonido en directo y que saldrían de la formación para que el maestro Scholz siguiera inmerso en el sonido de estudio de lo que en el futuro, pasaría a llamarlo como Boston.

Tom Scholz LiveAunque Delp siguió como vocalista principal, si por algo se conocía al señor Scholz era por su perfeccionismo, hasta que en 1975 llamó la atención a los de Epic Records y llevaron a cabo su firma con el sello siguiendo algunas condiciones. La primera era importante, una actuación en directo que tendría la faena para Scholz de reunir una banda de categoría que supiera dar con la tecla sobre las tablas. Lo peor vendría después cuando los 7 años de extenso trabajo de Scholz en su estudio de Massachusetts, fue rechazado por la discográfica ya que estos pedían material de un estudio profesional, teniendo que regrabarse este homónimo debut con el que se iniciarían los norteamericanos en el año 1976.

El músico encontró un aliado con el productor John Boylan quién se encontraba grabando algunas sesiones  en los Capital Studios de Los Ángeles. Este desvío de llevar sus grabaciones de Massachusetts al formato profesional de 24 pistas, sería la jugada maestra que necesitaría Boston para llevar a cabo el desarrollo final de su sonido, totalmente con un estilo innovador que marcaba el homónimo debut. Ellos serían los encargados de resucitar ese formato de rock clásico que parecía estar dando pasos en nuevas vertientes en diferentes proyectos. Las técnicas vanguardistas de Tom Scholz bajo sus equipos de diseño propio tendrían su respuesta con el devenir de los años.

Para un debut como este, que solo se inició bajo la tutela de Scholz, Delp como vocal y Jim Masdea a los tambores, su punto de notoriedad llegaría en vivo, en los recordados directos de Boston en esa segunda mitad de los 70. Con un exquisito gusto por el rock clásico de la época y muchas similitudes a los Zeppelin, The Who o guiños a Yes, Boston cogía un poco de todo este banquete y como si de un buffet se tratará se armaba un plato combinado de lo más suculento. Piezas como “Smokin” en la línea de los míticos Grand Funk Railroad darían el do de pecho con el mejor sello de la banda, se caracterizaba por ese trote adictivo a la batería y un estupendo trabajo a las teclas por parte de Scholz llevando una constante estupenda en todo momento.

Boston BandUn trabajo que tiene de todo y para todos, “Hitch a Ride” me parece una hermosa balada que con el tiempo se convirtió en todo un clásico y una pieza de enorme peso en los setlist de la banda. El inolvidable riff que marca la inicial “More Than A Feeling” trae un increíble progresión un tanto compleja pero totalmente melódica con los inolvidables coros de Brad Delp al micro. Esta pieza tendría una reconstrucción total de 5 años que el señor Scholz, como el perfeccionista que era, fue puliendo poco a poco hasta conseguir su resultado final. “Peace Of Mind” trae el mejor equilibrio en la labor de la banda y esa mezcla fantástica tanto con las voces de Delp como el gran bajo de Scholz, quién seguía siendo una caja de sorpresas demostrando el calibre que tiene con el primer instrumento que se le ponga por delante. “Foreplay / Long Time” es la pieza más vieja del disco, la primera en construirse y también la más larga del mismo. Todos los efectos de guitarra fueron realizados por Scholz, ojo al sonido que le sacan a ese Hammond M3 y esos arpegios rápidos que llevarían a su segunda parte, “Long Time”, dónde consiguen el cierre perfecto comenzando a plomo con los riffs de guitarra que penetran a través de un básico compás entre el órgano y el contrabajo. Esta pieza tiene un perfecto fluir que actúa como un puente que une un lado con el otro.

Sin olvidar clásicos básicos como “Rock And Roll Band”, que fue otra de esas primeras pistas en construirse cuando Boston ni siquiera era una banda antes de la producción de un disco que se convirtió en el debut más exitoso en la historia de un artista y que permaneció como tal durante los próximos 10 años. Toda una gesta musical por parte de un artista del copón como es Tom Scholz que se merendaba la venta de un millón de discos en los primeros tres meses, repitiendo con los mismos números en diferentes ocasiones durante su primera década. Uno de los mejores cánticos del rock de aquel período que a través de ese populismo se ha ocupado a lo largo de las décadas posteriores, hasta los días del presente, de marcarse como un verdadero imprescindible de la época dorada del rock.

 

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