Clásicos Del Género: The 13th Floor Elevators – “The Psychedelic Sounds Of The 13th Floor Elevators” (1966)
Psychedelic Rock
(International Artists)
Ante de que los legendarios Pink Floyd y su debut “The Piper At The Gates of Dawn” empezarán a labrar su legado, el género psicodélico tenía algunos de sus exponentes primarios unos pocos años atrás y que precisamente venían desde el otro lado del Atlántico.
The Blues Magoos con “Psychedelic Lollipop”, las primeras canciones de Byrds en su “Eight Miles High” o “Psychedelic Moods” de The Deeps, son algunos ejemplos. Antes de que Syd Barret abriera su mente hacía otra dimensión dónde nos inducía a un paraje dónde orbitar a través de la música de los británicos, mucho antes que Hendrix y su “Experience”, los Doors de Morrison o súper bandas como Cream o Blue Cheer debutarán, las raíces del verdadero rock psicodélico tienen su punto de origen en un año de gran cosecha, 1966. De ese curso se pueden sacar una colección de obras como el “Fifth Dimesion” de los Byrds, Donovan y su “Sunshine Superman”, “Revolver” de los escarabajos de Liverpool o el mismísimo “Roger The Engineer” de los grandísimos Yardbirds con el bueno de Jeff Beck a bordo.
Para nuestros “Clásicos Del Género” de hoy, estudiaremos a fondo, otro manjar de aquel curso como fue el debut de los muchachos de Dallas, The 13th Floor Elevators o lo que es lo mismo, los inicios de un ilustre como fue Roger “Roky” Kinard Erickson, uno de los padres del rock psicodélico, un prominente de la muchas memorias y bandas actuales que se dedican a este mundo musical multicolor.
Como una experiencia extra sensorial de lo más sónica, las masas hippies que se amontonaban en las esquinas de las grandes ciudades, los años dorados del rock psicodélico se iniciaban en ese 1966. Desde aquí durante los próximos 3 o 4 años serían dónde encontrarían su mayor explosión lisérgica y créanme cuando les digo que son incontables la cantidad de discos que puedes encontrar en esas primaveras. Muchos incluso, siguen en la actualidad dentro del olvido de muchos.
“The Psychedelic Sounds Of The 13th Floor Elevators” es uno de los tantos postergados de aquella época. El debut de los norteamericanos The 13th Floor Elevators está considerado uno de los pioneros del género, basándose en esa filosofía narcótica que daba en su uso una expansión en la mente de sus muchos seguidores, como toda una verdad espiritual y esa esencia de libertad interior. La misma idea que años más tarde compartiría Jim Morrison en sus momentos más obtusos.
Antes de comenzar su carrera en solitario, el señor Erickson abriría las puertas a su demencial conceptual con estos The 13th Floor Elevators, que tuvieron una corta existencia en esos 3 discos de estudio lanzados entre los años 66, 67 y 68. A partir de la liberación de su último “Bull Of The Woods”, la formación se disolvió tras la condena del frontman por posesión de marihuana al que se le declaró mentalmente incapacitado y recluyéndolo finalmente durante 3 años en un hospital psiquiátrico. Pero este debut fue el sin duda del entusiasta músico norteamericano, una ácida poesía que guardaba sus mejores momentos como esa contribución en solitario que tiene en la inicial “You’re Gonna Miss Me” o el sabor al mejor western que desprende “Kingdom Of Heaven”, dónde ese blues psicodélico empezaba a entrar en escena postulando a estos tíos como unos precursores con mucha demanda.
Sin embargo y para alardear aún más la destreza de este multiusos, la composición era el fuerte de Erickson y muestras de ello se escucharían en su continuación “Eastern Everywhere”. Pero no solo Roky tiene su parte de mérito en un proyecto como estos The 13th Floor Elevators, Tommy Hall es otro de los culpables de que este inventiva de la psicodelia primitiva alcanzará su cénit con ese jarrón eléctrico que llevaba y proporcionando un mayor sonido dentro de una formación que invocaba a esa ingravidez química, una secuencia de los tantos sueños imaginarios. Las armonías que arrancaban sus manos hacía que se abriera otra puerta dimensional que llevará ese concepto auditivo de los norteamericanos a una sensación de gran reputación que en mi humilde opinión, habría sido imposible sin Hall.
Tampoco podemos olvidar una perforación en las cuerdas como era Stacy Sutherland a la guitarra, capaz de hacer reinar un caso sin ningún tipo de restricciones en “Reverberations” o “Roller Coaster”, mientras que John Ike Walton a los parches une todos los elementos que crean este dinamismo mayúsculo en las ocho piezas que conforman “The Psychedelic Sounds Of The 13th Floor Elevators”.
Como un perro que circula sobre sí mismo intentando morderse la cola se podía considerar el imaginario mundo que ofrecen The 13th Floor Elevators en su memorable debut, la rareza de sus composiciones se reducen a la idiosincrasia y al curioso ambiente espiritual que proponen.
Antes de todo lo pulido por los que luego se le consideraron dinosaurios del género, llegaron proyectos de menor reconocimiento que sentarían los primeros cimientos en este enjambre del rock psicodélico y músicos como Roky Erickson, Tommy Hall, Stacy Sutherland, Benny Thurman o John Ike Walton serían los primeros en llegar a casa.