Heather Brooke – «Vizim» (2016)
Progressive / Post Metal / Alternative
Siete años han tenido que pasar para ver lo que han ido cociendo a fuego lento durante todo este tiempo, unos entusiastas del sonido progresivo como son Heather Brooke, una de esas formaciones que goza de un gran directo y una mejor puesta en escena que viene a presentarnos en el día de hoy su primer retoño; “Vizim”.
Lanzado por el también sello grancanario La Choza De Doe el pasado 10 de Octubre, el cuarteto musical pone toda la carne en el asador para mostrar su versión más ambiciosa hasta la fecha. “Vizim” es un laberinto de explosiones tribales, reverberantes armonías y largas enredaderas que actúan como agujeros negros en el espacio, capaces de llevarte de un lado a otro del cosmos para despertar del letargo en lugares inimaginables.
Una pequeña demo cosechada en el año 2012, formó los primeros cimientos de lo que hoy en día presume de gran debut larga duración. Precisamente de esa pequeña maqueta se han cogido tres piezas que han sufrido una nueva remasterización procreando una versión mucho más cristalina, dónde disfrutar del enorme paisaje musical que el imaginario mundo de estos artífices son capaces de mostrar.
Heather Brooke, son un antes y un después dentro de la escena canaria, un punto de inflexión para un panorama estancado en los estilos más extremos por eso la música de los grancanarios es siempre acogida con buen agrado en sus directos. Aunque ese algebra musical proyectado cuesta entrar en la mente de los más simples de ideas, no deja de ser todo un atractivo que nunca deja a nadie indiferente. Este es el secreto de la banda, una bocanada de aire fresco dentro de lo que se cuece en un monótono horizonte, convirtiéndolos en la clara excepción al caso.
“Vizim” es su bebé venido desde otra dimensión, como el hijo de Jor-El que atravesó nebulosas por cientos de galaxias para aterrizar en el gran azul del Sistema Solar y como tal, deja el mismo rastro que la caída de un meteorito. Su debut proyecta todo un escaparate de detalles por los que atraparte, desde esa devoción que sienten por Tool en la apertura “The Rain”, mostrando una sección rítmica sólida, concentrada en sus labores, capitaneada por un monstruo a los tambores como es Jacinto Ojeda, quién comparte las mismas labores con sus colegas Mondo Diávolo. Para una formación que se adentra en los complejos géneros del progresivo, la dupla bajo/batería es el norte que marca la angosta senda por la que caminar y de esto Heather Brooke es consciente, con unos deberes bien trabajados y unos patrones bien marcados, es en la primera pista dónde se pone de manifiesto el enganche tanto de Jacinto a los parches como del bajista Paco Montilla, quiénes marcan los puntos sobre las íes. A partir de aquí, todo es luz y color.
Otra cosa a destacar dentro del estilo de Heather Brooke es la profundidad en sus composiciones, “Vizim” también tiene sus pequeños interludios que genera esas ambientaciones que perturban nuestras mentes. Pequeños pasajes instrumentales que conectan mundos alternativos y que sirvan como enganche en las piezas generales del disco. Desde la rabia y el estilo más directo e incisivo de “Simba” hasta la entrega del guitarra Ton Herrera y la pasión impuesta por Gabri a las voces en “Cocoon” y ese tramo final que tiene un anterior recarga de baterías para su explosión decisiva. Pero lo que hace a Heather Brooke diferente, es su capacidad de sorprender y esto, como suele pasar en este tipo de trabajos, llega en su tramo final. Los más de 20 minutos que plasman con “Austrialia”, casi que lo convierte en un precedente dentro del metal canario. No importa el tiempo que Heather Brooke se mantenga sobre los escenarios, la pregunta aquí es… ¿Qué dirán las mentes del futuro cuando ellos no estén? Habrá alguna formación que sirva su música como influencia directa para equilibrar lo que estos tíos han conseguido. “Austrialia” es la pieza que más los define, lo que hace que lo fácil parezca difícil y viceversa, como poner el mundo bocabajo y correr sobre él en una interminable carrera en bucle. Largos minutos, dónde el disfrute se hace mayor con sus repetidas escuchas, sus continuos cambios de ritmo, diferentes actos que encumbran esta ópera musical del siglo XXI y que como músicos de los días del presente, equiparados con la tecnología actual, su espectáculo audiovisual es tal cuál muestran en los escenarios. Este último tema es su obertura, dónde la espiritualidad y su naturaleza se conectan entre sí, dónde recoger todas esas influencias de cada uno de sus cuatro componentes y llevarlos a un nuevo ciclo que abre las puertas del nirvana en esto exótico y misterioso “Vizim”.