Tinnitux – “As The Aether Burns”; Descubriendo el gran riff polinesio
No hay duda de que vivimos en una época brillante para la estirpe del sonido pesado. Desde “La Habitación 235”, hemos sido partícipes en más de 5 años de empuje constante, en navegar por el ancho y largo del planeta para ir descubriendo jóvenes talentos que llegan desde las partes más remotas. Hoy viviremos un nuevo capítulo…
¿Algunos de ustedes podrían llegar a pensar que entre ese centenar de islas que pueblan los mares del sur de China, podrían surgir tormentas instrumentales, acordes como las de los familiares tsunamis que azotan muchas veces esa esquina del planeta? Pues sí señores, y la respuesta viene bajo el nombre de Tinnitux y este imperial álbum con el que debutan llamado “As The Aether Burns”.
Cuando escuche la inicial “The Times”, creía estar reviviendo una serie de b-sides escondidos en alguna parte de “Dopesmoker”, un disco fundamental si tu intención no es otra que aplastar a las masas bajo las estrictas y pesadas leyes del stoner/doom. Esto exactamente, clavan los músicos de Malasia, Tinnitux, destapándose con otro prometedor arranque que de salir en cualquier parte de Estados Unidos, se estarían haciendo eco en muchos medios del sector.
Esto no ha pasado y para nosotros es un inmenso placer que más allá de las tierras orientales, sea “La Habitación 235”, de los pocos medios que proclame la fuerza instrumental procreada por estos músicos de Kuala Lumpur, capaces de inyectarte con el infeccioso veneno que contienen las 6 densas murallas que conforman esta fortaleza llamada “As The Aether Burns”.
Todo es tan hermosamente asonante y a la vez destructivo como ese final de “The Phase”, con eso cantos laterales femeninos, más propios al de una sirena en medio de una tormenta nocturna en alta mar. Fascinante “Time River”, prácticamente abstraídos en el universo de Mars Red Sky pero con un índice de distorsión superlativo. El mismo que nos encoge el alma con la juguetona “Clockwise”, los dulces cantos angelicales de Vaness Ching, se abren paso ante las muchas acometidas del guitarra Zhoong Min Kok y la fuerte coraza rítmica de Tinnitux. Un equilibrio que hace de esta cuarta pista la que se adhiera más a los páramos de esa psicodelia lisérgica en su estado más pesado.
El tramo final del álbum, lo cubren “Pisces” y “Fox”, hermosas capas grasientas de los riffs más amplificados dónde los malayos, suman algunas melodías para completar un producto arrebatador y uno de los mejores inicios llegado de los lugares más inesperados de nuestro globo azul. Recomendables para los amantes de Shrinebuilder, Sleep, Acid King, Mars Red Sky o Windhand. Si te has merendado la discografía de estas moles y te has quedado con hambre, nosotros te traemos el mejor postre. No te defraudará…