Cherokee Christ – «Cherokee Christ» (2018)
Hard Rock / Psychedelic / Progressive
Vamos con una de las gratas sorpresas que nos está ofreciendo este comienzo de 2018 tan productivo hasta el momento, en esta ocasión desde Friburgo (Suiza). Un disco que desde el primer riff llamó mi atención. Sonidos de hard setentero, con reminiscencias de bandas como Deep Purple o Black Sabbath, y que se encuentra disponible en su página de bandcamp.
Ellos son Cherokee Christ, un proyecto de los hermanos Posse, Bernard-Olivier Posse (guitarra) y Richard-Xavier Posse (bajo), a los que se unió Fred Chappuis (batería y mellotron), para posteriormente incorporar a Daniel Clemente (vocalista).
Siete temas en los que Cherokee Christ nos traslada a los años setenta con un hard-retro aderezado con aires stoner, y elementos de psicodelia progresiva.
Desde el primer tema con “So Many Years”, los suizos dejan clara cuál es su propuesta. Un riff seguido de un alarido por su vocalista nos recuerda a los grandes del género de hace cuatro décadas. Los registros vocales se asemejan a esas formaciones con las que crecimos. Cercanas al heavy rock pero sabiendo aprovechar todo el espectro, tocando sus distintas vertientes.
Firme batería, buenos riffs, una potente voz y energía en sus composiciones. Estamos ante un debut de fácil escucha y que rápidamente entra en nuestros oídos.
Si el tema que abre el trabajo, es puro hard, en el segundo de los temas, “Hey Lady”, sin perder un ápice de arrojo, coquetean con sonidos blues, e incluso con un cierto toque de psicodelia. La modulación vocal, con el uso de “falsetos”, le da un toque particular. Ciertamente no están ofreciendo nada que no se haya hecho con anterioridad, pero como siempre digo, si lo que hacen está bien, no hay porque despreciarlo.
Si la banda se caracteriza por continuos riffs enérgicos, y el peculiar registro de su vocalista, así mismo, las incursiones en terrenos más calmados son de agradecer. “Losing Time” se nos muestra con mayor suavidad que sus temas predecesores. Los aires retro se intensifican en un sosegado ambiente con halo de misterio, en los que la banda ofrece su lado más suave. Dulces melodías y sutileza vocal, no esencia de tensión, a través de los lamentos de su vocalista Daniel. Los punteos de guitarra sirven de contrapunto a un cálido e incesante bajo.
Estamos ante una banda que gusta de los sonidos contundentes. Rozan el heavy de finales de los setenta, incidiendo especialmente en esa evolución del hard rock hacía el heavy metal, tal y como queda reflejada en “Hangover”. La línea del bajo marca la canción, complementada por una sucesión de riffs, llevando ese intercalado para dar un gran dinamismo, como recompensa a un resultado nada anodino.
La herencia de Black Sabbath se pone de manifiesto en “Night Habits”. Un tema alegre y dicharachero, gracias al toque retro stoner. Hirientes y ácidos solos de guitarra que hacen que nuestra cabeza explote en un ir y venir.
Sin duda, si hablamos de una banda que parece ubicada en los setenta, no podía faltar una incursión en los terrenos progresivos. El sinfonismo aparece en ”Traveler In Time”, en el que la banda se torna más oscura, más gris, más psicodélica a la vez. En todo esto tiene mucho que ver el uso del mellotron. Los aires de leyenda que evoca el tema nos recuerda a composiciones de Rainbow o de Deep Purple. La pasión y el sentimiento quedan reflejados en la desgarradora forma de cantar el tema. Las distintas modulaciones de su vocalista son algo a destacar en la formación suiza.
El trabajo se cierra con “Third Eye”. Casi diez minutos en los que, siguiendo la estela del “Traveler In Time”, Cherokee Christ parece abandonar la contundencia ofrecida en los primeros cortes del trabajo. Los elementos psico-progresivos dominan la primera parte de la composición para ir adquiriendo según avanza, vientos de epopeya. Suaves punteos mezclados con dulces y seductoras voces caminan sobre repetitivas líneas de bajo. La combinación de instrumentos logra un efecto narcótico y completamente lisérgico. Posiblemente el tema más brillante del álbum junto a “So Many Years”.
El primer trabajo de Cherokee Christ resulta todo un viaje en el tiempo. Parece como si desempolváramos alguno de nuestros viejos discos de vinilo de la estantería y nos diéramos un ejercicio de nostalgia. Da la sensación de que estamos ante unos músicos que aman un estilo y que simplemente tratan de reflejar en sus composiciones todas esas influencias, con un más que notable resultado. Un disco que resulta fresco y enérgico a la vez, en el que se plasma esos sonidos retro que tan de moda vivimos en el presente y que para muchos, podrá parecer una copia de viejas glorias. Yo soy de la opinión que en cuestiones musicales (y no solo en estas cuestiones) debemos olvidar los complejos, escuchar, y luego valorar y decidir. Evidentemente cuando estoy escribiendo esto es porque para mí el resultado es completamente satisfactorio y el descubrimiento de Cherokee Christ ha merecido la pena.
Son innumerables las formaciones que aparecen cada día. Unas con mejor y otras con peor acierto. Unas tienen continuidad y otras desaparecen igual que aparecieron, pero en este caso habrá que estar atentos a la evolución y ojalá sean de las que puedan darnos más satisfacciones musicales.
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