Acid Mess – «Creedless» (2013)

Heavy-Psych Rock

(Odio Sonoro)

Ellos son Acid Mess, un power trío ovetense que al igual que los alicantinos Pyramidal, son otra de esas bandas que son un verdadero canto a  la psicodelia mostrada por el mejor rock de los 70. Hoy venimos a presentar “Creedless”, uno de los discos nacionales que fue de los más madrugadores del pasado año y que algo tarde pasa por nuestra habitación.

Nunca es tarde si la dicha es buena, o al menos eso dice la frase, pues créanme que con el disco de hoy le viene que ni pintado. Los orígenes de Acid Mess se remontan a finales de 2009, allí es cuando empiezan a formar parte, ladrillo a ladrillo, lo que hoy se despunta como una de las bandas más importantes del género en terreno nacional.

Su primer trabajo fue un 7” donde la banda se centraba en un terreno más hardcore, siendo presentado tanto en España como en Portugal. Bien entrado el año 2012, el batería Mérida deja la banda y entra Tony, conocido en la misma fiesta de despedida del primero. Fue cuestión de algunos ensayos para descubrir que el sonido que buscaba Acid Mess iba por otros lares.

“Creedless” se lanzó a finales de Febrero del pasado año. Más setentero y psicodélico, es un giro de tuerca para la banda que consiguió un cambio rotundo y exitoso, desde sus inicios hasta los días actuales. El álbum fue grabado por partes y es que es un principio “Creedless” iba a ser otro 7”, pero el exceso de duración de las canciones se les fue de las manos a la hora de demostrar su poderío y así tener que componer una cara B. Lo que imagino que jamás se le habrá pasado por la cabeza a estos asturianos es que se iba a convertir en un disco de referencia para la banda.

La amistad en este tipo de proyectos vale su peso en oro y en Acid Mess reluce mejor que nunca, no tienen un estilo sólido ya que cada uno compone lo que le corresponde y así sentirse muy cómodos en sus diferentes jams. En la actualidad Acid Mess ha grabado otro 7” con dos canciones propias y una versión, en cuanto tengamos nuevo material lo publicaremos por nuestra página de Facebook.

Muchas influencias para estos asturianos, desde los Black Sabbath (influencia esencial para cualquiera) hasta los Earthless más actuales, pasando por Kyuss, Colour Haze, Pentagram o los clásicos Led Zeppelin, otros que nunca fallan en las influencias de tantos músicos.

El trío asturiano consiguió con “Creedless” una de las sorpresas más valoradas del pasado año, lástima por nuestra parte no haberla reseñado en su debido momento, hubiera estado en lo mejor del año seguro. Su temprana edad tampoco les impide componer un rock lisérgico de muchos kilates y de factura intachable. ¿Su directo? Demoledor y de obligatoria presencia. Su talento poco a poco les va delatando, incluso hay más atrás en el Gran Café de León, abrieron para unos colosos de la escena como son los alemanes Samsara Blues Experiment.

La estrella del show aquí es Tony, el último en llegar y una verdadera máquina a la batería. El mismo induce un ritmo vertiginoso a la banda mostrando esa vertiente heavy psych que tienen Acid Mess. “Freedom Woman” es un portento sonoro y una de las notas más positivas que se pueden sacar de este “Creedless”. La banda suena con más fuerza que nunca con un bajo que quita el aliento, pero vamos a hablar desde el principio…

La inicial “Lost Soul” arrancan con la velocidad de crucero impuesta por el propio batería, secos riffs y un órgano que te traslada cuatro décadas atrás para comprobar la versión de unos Iron Butterfly chutados hasta atrás.

 

Los largos pasajes instrumentales son la principal característica en este tipo de bandas que actúan como revival en la actualidad musical, lo curioso que Acid Mess para ser nacionales lo clavan de lujo. “Mental War” es pura hipnosis. Mucho más densa, despierta la mejor atmósfera del trabajo. Otro de los temas más alargados del disco que no decae en ningún momento. Mención especial para ese tramo final de canción cuando revolucionan motores y el señor riff entra en escena.

“Atomic Garden” es la más corta del trabajo pero la más contundente. La banda aquí deja ese lado más clásico para ponernos en un stoner, a su manera, más actual. El ejercicio funciona como la gran fusión que tiene la banda a la hora de juntar partes instrumentales con un rock más progresivo. El final del disco es cerrarlo con un tema como el citado antes “Freedom Woman”, colosal y asombroso, con un final acústico dónde los sonidos espaciales hacen adentrarte en el universo más demencial de la banda.

“Creedless” es realmente bueno, no le falta de nada y es el descubrimiento que tenía escondido una ciudad como la de Oviedo. Bandas de hardcore o de punk las hay a patadas pero cuando verdaderamente descubres que te desmarcas mejor en otras ramas y encima obtienes tu reconocimiento, la sensación es indescriptible. Futuro de lo más prometedor para estos asturianos. Su tercer vinilo es una verdadera delicia para los oídos, se mire por dónde se mire.

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