Black Moon Circle – «The Studio Jams Vol 1: Yellow Nebula in the Sky» (2015)
Psychedelic / Space Rock / Progressive
(Space Rock Productions / Crispin Glover Records)
La corta carrera pero meteórica por la que han cruzado la banda de Trondheim ha sido presenciada por esta web desde su nacimiento hasta su estado actual. Un primer EP auto-titulado (reseña aquí) descubrió en estos virtuosos un universo desconocido, el inicio de una travesía por el firmamento rumbo a su destino principal y primera parada, “Andromeda” (reseña aquí), el debut larga duración que vendría tan solo unos meses después y en el que tumbaban abajo cualquier espejismo absurdo, lo que se escuchaba era realidad. Había nacido una nueva supernova y se llamaba Black Moon Circle.
Hace unos días anunciamos en nuestra sección de noticias la intención de los noruegos en llevar su largo y provechoso trabajo en el estudio en una sesión de tres volúmenes dónde presenciar su gran espectáculo de improvisación instrumental bautizado bajo el nombre de “The Studio Jams”.
Hoy tenemos el gran lujo de traer a nuestros seguidores este primer volumen, “Yellow Nebula In The Sky”, un fantástico viaje al cosmos que aunque parezca corto por su número de canciones no lo es por la extensión de sus composiciones. La idea de los músicos para este curioso proyecto era la de lucir esas jam sessions y liberarlas, sacarlas del abismo ya que las horas trabajadas en su madriguera particular se cuentan por decenas.
“The Studio Jams Vol. 1: Yellow Nebula In The Sky” entra en el subconsciente de Black Moon Circle, un mundo audiovisual multicolorista y la gran aportación que ofrece Scott Heller al sintetizador, quién después de asistir a muchos ensayos desde 2013 con la banda, ha pasado a ser un componente más y su papel en esta ocasión es esencial. Ya se hace notar en el ambiente con la primera “Closed Loop Circuit”, suyo son esos casi 11 minutos en lo más parecido a una larga intro dónde la fiel escolta instrumental detrás recarga baterías para su lanzamiento a órbita. Reverberantes sonidos que se escuchan en la distancia creando la nebulosa gigante perfecta para arrancar este gran chute alucinógeno.
Que está gente son unos visionarios, creo que lo he dicho más arriba… ¿Dónde está la prueba? “Sea Of Vapors”, incluso sus títulos ya te advierten de la espiral dónde te vas adentrar y a diferencia de la anterior el armamento pesado aquí entra en juego, la maquinaria noruega empieza a rodar y su estado de forma es maravilloso. Si en la primera canción buena parte del peso la llevaba el bajista Oyvin, aquí le toca recoger el testigo a su hermano y guitarrista de la banda Vemund. Lucimiento con todo tipo de detalles por parte de este genio de las seis cuerdas que aquí encarna una versión próxima a la inolvidable zurda de Seattle. El despertar del hipersueño de Per a los tambores también tiene su efecto. Como despertador de la banda, lleva a buen galope la sección rítmica de esta pieza. Bien entrado el tema, digamos ya en su parte final, Scott Heller abandona su aportación al sintetizador para dejar el particular monólogo que ofrece Vemund a la guitarra, alcanzando una de las delicias del trabajo.
Un final bajo el mismo nombre y 22 minutos de bagaje espacial, echan el cierre en una de esas versiones dónde se ven a unos Black Moon Circle más sueltos que nunca, bien estirados, a pierna suelta. El protagonismo de Scott aquí pasa a un segundo plano en buena parte del extenso segmento recayendo toda la fuerza en el lado instrumental. Una sección sin descanso, abierta a todo, liberada de cualquier presión, flotando en el espacio, la verdadera razón de este gran proyecto, la visión más exacta de sus largos ensayos… Amantes de la psicodelia pero por encima de todo, obsesivos de las jam sessions.
Un primer volumen fantástico, toda una gran antesala de lo que está por venir. Black Moon Circle se posiciona fuertemente dentro de la escena psicodélica noruega pero también cabe destacar que está empezando a tambalear los cimientos de la escena underground del viejo continente. Esto es música hecha con amor directamente desde la central de sus corazones. Lo que Hendrix o Floyd hicieron décadas atrás, Motorpsycho lo calcó tiempo más adelante. Ahora es el turno de ellos…