Brothers Of The Sonic Cloth – «S/T» (2015)
Doom / Sludge / Post Metal
Si fuera cualquier banda diríamos que BOTSC fueron formados el 2007 por Tad Doyle (Tad, Hog Molly) y que el disco fue grabado en los Robert Lang Studios y Tad Doyles Witch Ape Studio en Seattle, sin embargo hablar de BOTSC es adentrarnos en un pedazo de historia, la que comenzó a escribirse hacia fines de los 80 en Seattle, antes que aparecieran y deslumbraran las bandas de Cobain, Cornell, Staley o Vedder, las cantinas de la nubosa ciudad eran comandadas por Mudhoney y TAD, estos últimos encabezados por Tad Doyle, dueños de un sonido tan potente más cercano al heavy que nunca llegó a encasillarse netamente en el sonido de sus afamados contemporáneo, pero esa es otra historia, que solo sirve de hilo conductor para entender el porqué más de 25 años después de “God´s Ball”, Tad Doyle vuelve a devastarnos con un disco lleno de furia natural. Brothers of the Sonic Cloth es una criatura que viene alimentándose desde hace mucho, bebiendo de la historia y asoma de cabeza en este siglo para mirar los actuales terrenos que desolará con su fuerte y lento caminar.
Mixeado por el big master Billy Anderson y bajo la etiqueta de Neurot Recording, BOTSC ve la luz este febrero de 2015, llenándose de los más grandes elogios de quienes han podido sentir los latidos de su disco homónimo.
El disco comienza con “Lava” una aplastante pero demasiado breve erupción volcánica que escupe fuego carbonizándote en menos de 3 minutos para luego dejarte caer en la profunda “Empires of Dust”, agónica pieza de un pútrido doom/sludge. Parapléjicos riffs y gruñidos se mezclan para penetrar lenta y sádicamente en tu pequeño cerebro. Espesos y estirados pasajes pavimentan la entrada de “Unnamed”, de sutil inicio y una amplia gama de riffs, ritmo medio de un peso e intensidad formidables, cambios vocales impredecibles e instantes mastodónticos, una bestialidad de canción. “La Mano Poderosa” es uno de los temas que Tad Doyle guardaba hace años en un oxidado cofre esperando ver la luz en algún momento, 11 minutos de sonido primigenio, riffs monolíticos, ancestrales en donde podemos azotar como insano. La cabeza contra un murallón de guitarras, puto tema. “I Am” es otro tema que ha pasado por años de maceración, convertido hoy en una joya post metal con parajes ambientales y guitarras que hipnotizan, podríamos encontrar fácilmente lo mejor de BOTSC en este track y probablemente los cimientos de sus futuras grabaciones. En teoría con esta maravilla termina el disco, sin embargo para quienes accedan a la edición en CD tendrán 2 temas extras. El primero es “The Immutable Path”, desde el primer al último segundo las percusiones te machacan golpe a golpe mecánicamente para hacerte entrar en un trance que culmina con un “Outro” de piano sólo para permitir que tu ablandada cabeza pueda reponerse y recuperar algunas de las neuronas que quizás perdiste luego de pasar por este disco.
Al contemplar este álbum de forma global es evidente que la amalgama de sonidos, tiempos y espacios, no proviene de una reunión formal para crear o armar un disco como lo hacen muchas exitosas bandas actualmente. Esta oscura quimera viene siendo alimentada desde hace muchos años para ir consiguiendo su actual forma, la que seguramente conseguirá su crecimiento absoluto en una próxima grabación, en la que, aunque no lo crean, ya se encuentran trabajando. Si tienen la valentía de cruzarse en el camino de este gigante, les recomiendo que lo hagan con resguardos, pueden ser ultrajados por las mayores fuerzas de la naturaleza, aquellas que no saben de religión, de bondad, ni maldad, aquellas que se desatan cada cierto tiempo y que hacen temblar la tierra, aquellas que al hombre hacen correr como una cobarde alimaña, aquellas fuerzas que duermen silenciosamente incubando por siglos su fiereza… Esa criatura ha despertado y su furia se está comenzando a desatar.