Clásicos Del Género: Acid Bath – «When The Kite String Pops» (1994)

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Sludge Metal

(Rotten Records)

 

Volvemos más de cuatro años después hablando nuevamente de una de nuestras bandas fetiches, de esas formaciones seminales de las que muchos de ustedes probablemente crecieron en su adolescencia escuchando sus dos únicas obras, pilares fundamentales de un género como el sludge y diferenciadas en su máxima expansión entre ellas.

Si hay algo que caracterizaba a una banda como Acid Bath era su propagación de estilos, son muchos los que etiquetan dentro de ese nombrado sludge, pero la música de estos componentes de Lousiana aparte de ese derroche de oscuridad y melancolía esparcidos mayormente en su segundo lanzamiento, “Paegan Terrorism Tactics” (reseña aquí), tuvo una explosión mucho más densa, pesada y sí porque no decirla… afilada en su álbum debut, “When The Kite String Pops”, el largo de brazo de prestaciones musicales con el que iniciaban su corta pero memorable andadura durante sus casi 70 minutos de duración total.

acid-bath-bandLas canciones de Acid Bath eran identificadas desde el lado más enfermizo de sus 5 componentes, capitaneados por la voz de un Dax Riggs, muy influenciado por la enajenación de Jim Morrison y llevando esa versatilidad entre sus cantos más melancólicos o sus infernales gruñidos. Esa combinación entre muerte, narcóticos y la sátira de los muchos asesinos en serie, resultaban profundamente sombrías a la hora de llevarla a sus composiciones. A todo esto, hay que sumarle la descarga musical de Acid Bath, infundado en el sludge metal como vertiente principal y pincelada con guiños al rock sureño, heavy metal y mucho muchísimo groove.

Los riffs se reparten en un disco como “When The Kite String Pops”, mucho más incisivo y directo, más fulminante que un “Paegan Terrorism Tactics” dónde pasaría a ser más reflexivo. En esta conjunción de riffs penetrantes que provoca su debut, que por muy largo que parezca, carece de rellenos, facturando más de una hora de auténtico espectáculo al underground más profundo y retorcido de los 90. Golpes masivos como la inicial “The Blue” y giros en rotundo con baladas de la talla de “Scream Of The Butterfly” o la bella tristeza acústica “Bone Of Baby Dolls”. El ejemplo perfecto para ver las dos caras que posee “When The Kite String Pops”, a cargo de unos maestros en la creación de los diferentes estados de ánimo que adopta su ópera prima, amplificada por las líricas violentas de sus muchas canciones.

¿Lo mejor de todo? Acid Bath consigue llevar ese grosor distorsionado en su faceta instrumental, lo justo para que no resulte abusivo para muchos. Nada es arcaico aquí, tampoco es redundante, con ciertos puntos como los de “Jezebel”, sorpresa y un nueva inversión para ese híbrido entre una banda de death metal/sludge. La batería de Jimmy Kyle es otro de los fuertes de Acid Bath, puede variar en muchos aspectos, mostrarse sólido y constante en “Fingerpaintings Of The Insane”, o con ese contrabajo desatado en “Dr. Seuss Is Dead”, una de las destacadas del redondo. acid-bath-live-bandPero si hablamos de grandes manifiestos en el legado de Acid Bath, es imposible olvidarnos de “Tranquilized”, posiblemente una de las piezas más accesibles para aquellos que les cueste encontrar el camino, y con dos partes en cuestión; una primera que nos guía por unos contrastes entre pedaleos y la conmovedora alimentación en las voces de Dax Riggs y ese tramo final, muy familiar del fango que recorre el NOLA con ese heavy blues que atrapa tu alma con la primera de las escuchas. La otra pieza que yo definiría sería precisamente su cierre, “Cassie Eats Cockroaches”, otro batallón rítmico de infernales riffs que sin duda acabará de sellar tu testamento hacía ellos.

Acid Bath es una de las bandas malditas del infierno noventero, de las tantas formaciones que se encontraban escondidas en el anonimato y que la historia marcó en el sur de Nueva Orleans a estos talentosos de corta trayectoria, pero innegable contribución al underground de la época. Por increíble que parezca, habrá servido de influencia para muchas, pero ninguna si quiera llega a hacerle sombra, o forjar un estilo similar al suyo. Esto es precisamente señores por lo que yo catalogo a esta banda de “únicos en su especie”.

“When The Kite String Pops” fue un disco pionero a la hora de crear diversos estilos originados en un solo trabajo, un comienzo prácticamente visionario que el paso del tiempo lo ha puesto como uno de los más trascendentales de su época.

 

 

 

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