Clásicos Del Género: Budgie – «S/T» (1971)

budgie-stProto Metal / Hard Rock / Progressive

(MCA Records)

 

Si sois de esos fervientes seguidores de los trabajos más clásicos y ven en nuestra nostálgica sección de “Clásicos Del Género” como el rincón favorito de esta Habitación 235, entonces son conscientes de la larga batida que llevamos desde principios de este 2017, repasando todas aquellas obras sumidas en el underground de la época y encasilladas directamente con el denominado género proto metal, una antesala de lo que tiempo después empezaría a llamarse como los principales fundamentos que citan al sonido pesado de la actualidad.

Hasta 8 discos de aquellos gloriosos años han cogido el protagonismo absoluta en nuestro tradicional apartado durante el presente curso, y en el día de hoy, cerramos este pequeño ciclo encumbrándolo con el homónimo debut de Budgie.

El imperio británico siempre fue producto de lanzar a los mejores de esta especie. Larga y extendida fue su enorme comunidad, la misma que marcó la historia del rock a base de grandes nombres y Budgie, fueron otros de sus tantos hijos pródigos. ¿La diferencia? Estos no eran ingleses, sino galeses. Desde Cardiff, al norte de la isla más grande del Reino Unido y fundado en el año 1967, dentro de esos años de culto y explosión del género en cuestión.

budgie-bandDos años después de su nacimiento llegaría su homónimo debut, caracterizado en mayor medida por una sección rítmica más notable que la de cualquiera de su orden por aquellos años. Formados originalmente por el guitarrista Tony Bourge, el frontman y bajista Burke Shelley y el batería Ray Phillips, este debut se lanzaría a principios del verano de 1971 a través de MCA Records.

Siendo uno de los tantos precursores de aquella etapa, el principio y final de este álbum pueden pasar perfectamente por el aro de pioneros del doom. Y así, temas como “Guts” o “Homicidal Suicidal”, crean los primeros elementos del fangoso estilo. Pero Budgie vaya mucho más allá dentro de esa amalgama de géneros y otras piezas como “Nude Disintegrating Parachutis”, no son solo una declaración de intenciones de lo que luego Black Sabbath acabaría puliendo, también es dónde Budgie le da la mano al heavy metal más primitivo.

Muy extravagantes también el nombre elegido para sus canciones; “Rape Of The Locks”, por poner un ejemplo… Minutos dónde esa extraña naturaleza interior de los músicos, se retuerce en una constante trituración por parte de Tony Bourge y ese estupendo solazo que se marca capaz de apoderarse del alma de cualquier músico. La aportación de Burke Shelley es más que notable, no solo a las cuatro cuerdas, también sus labores como vocalista lo hacen como una de las facetas más predominantes del redondo. El cierre con “Homicidal Suicidal” es un ejemplo para disfrutar de sus diabluras emulando al cantante de Rush. Tampoco nos olvidamos de Ray Phillips, su batería, uno de los percusionistas con una habilidad incomparable. Las 8 piezas de este disco, son todo un escaparate que condimenta sus muchos ritmos y virtudes.

budgie-live-bandFuerte rítmica protagonista en los momentos de “All Night Petrol”, adentrándose nuevamente en los pantanos de un desconocido doom metal por esos tiempos y plasmando esa siniestralidad dónde sus letras nos hablan de la vida y de la muerte. El lado más cálido y experimental del disco se arroja en piezas como la acústica “Everything In My Heart” o “The Author”. En el caso de esta última se trata de un crescendo bastante juguetón que rompe su templanza pasados los 2 minutos para meternos dentro de ese efecto blues a través de improvisados riffs. Una de las jam’s que le faltaban a este disco para perfeccionarlo en todo su conjunto.

En mi humilde opinión la música de Budgie la considero entre un cruce a las eternas huestes de Birmingham con la técnica impecable de Rush, de hecho, es innegable caer en la tentación dentro de esa comparativa de la voz de Shelley respecto a la de Geddy Lee. Muchas influencias se pueden encontrar en diversas piezas de un disco que por mucho que cueste creer, también tiene ese ramalazo a los primeros ZZ Top en sus primeros discos. No le falta de nada, con una inclinación musical maestra y esa correcta y borrosa producción, lo hacen todo un clásico infravalorado por aquella época, pero gigante dentro de su estirpe. Dentro de ese legado que se alza en sus 4 primeras obras, se convirtieron en otro de los protagonistas destacados que el devenir de las décadas los ha posicionado como imprescindibles para el desarrollo del heavy metal. Todas y cada una de sus canciones son los ingredientes necesarios y primeros en depositarse antes de hacer el primero de los batidos que perfeccionó la pócima.

 

 

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