Clásicos Del Género; Captain Beefheart And His Magic Band – «Safe As Milk» (1967)
Psychedelic / Garage Rock / Blues
(Buddah Records)
Las mejores fechorías de Don Van Vliet, también conocido como Captain Beefheart, aterrizan en este viernes dentro de nuestros “Clásicos Del Género”. Tanto el cantante como su “The Magic Band”, nos llevan a los mejores recuerdos de uno de los pináculos de su carrera, “Safe As Milk”.
Pocas armónicas sonaban de igual manera por aquellos tiempos, y es que más allá del alarde de composiciones guardadas en su mencionado álbum debut, las fechorías de Captain Beefheart se alargaron hasta principios de 1980. Hoy toca hablar de sus orígenes…
Son muchos los que consideran un álbum como “Trout Mask Replica” como la verdadera obra maestra de Captain Beefheart, pero yo le tengo especial cariño a este “Safe As Milk”, registrado dos años antes, y ser mi primera toma de contacto con los ideales de este artista, que también llegó a hacerse un hueco en el mundo de la pintura, llegando a comparar sus obras con las de Picasso o Franz Kline con esa mezcla innovadora en sus dibujos.
En el terreno musical, tras su paso por proyectos como The Blackouts, sería en la medianía de los 60 cuando contactaría con el guitarra Alex Snoufer. Entre ambos acabarían reclutando la que sería la primera alineación original de Captain Beefheart And His Magic Band, haciéndose un hueco en el underground angelino con algunos sencillos que tiempo después, tan solo unos meses, se acabarían mezclando con las primeras maquetas para lo que sería este primer LP.
El debut de la banda es mítico, una pieza de coleccionista como tantas podemos contemplar cada viernes en nuestra casa. También hay que reconocer que la trilogía inicial de esta banda norteamericana vale su peso en oro con “Safe As Milk”, “Strictly Personal” y finalmente la obra maestra de la banda, “Trout Mask Replica”, lanzado dos años después de este debut por el sello novel de Frank Zappa, Straight Records. Un año separan cada uno de estos discos del polivalente Don Glen Vliet, el curso de la historia los ha convertido en eternos para el género.
Caracterizados siempre por fabricar pistas tan cortas como pegadizas, la luz de Captain Beefheart And His Magic Band se encendía en 1967, curiosamente el mismo año y viajando unos kilómetros al norte de la soleada California, la legendaria zurda de Seattle haría lo propio con “Are You Experienced”.
Supongo que siendo la anécdota más llamativa, cuando se construyó “Safe As Milk”, el señor Ry Cooder tenía 20 años y fue partícipe en la mayoría de las composiciones registradas en el mismo y consolidándose en la primera época de la banda. Muchas de ellas se deslizan con el delta blues, pero también es verdad que más allá de la aportación del ilustre Ry Cooder para “Safe As Milk”, el cuarteto de Los Ángeles también tuvo las colaboraciones de Samuel Hoffman (theremin), el guitarrista Russ Titelman o los percusionista Taj Mahal o Milt Holland. Todo un elenco de cerebritos capaces de crear genialidades y homenajes para los grandes nombres del blues como Muddy Waters en ese inicio “Sure’ Nuff’ Yes I Do”. La sátira burlona y un tanto demoniaca por parte de la banda, vería sus cruces en “Dropout Boogie”, mientras que el surrealismo más enérgico y furioso de “Electricity”, empezaría a caracterizar la voz de Don Glen Vliet. Tanto esta como “Abba Zaba”, nombre por el que se le iba a llamar a este álbum en un principio, pueden ser las más destacadas del redondo. Guiño al universo Donovan en este último caso. Me encanta “Plastic Factory”, la peculiar voz del frontman y su contribución con la armónica, hacen que esas líneas de guitarra lleven un ritmo adictivo. No menos importante es “Where There’s Woman” y esa mezcla entre garaje y la psicodelia más sucia.
Lo dicho, no es su obra maestra pero si el disco al que más afecto le tengo. También no está demás decir que “Safe As Milk” puede ser el disco más accesible a la discografía de esta banda, las raíces blues de la misma tienen su mejor versión y gran homenaje para los pesos pesados del estilo.
En una época de revoluciones musicales y diversos cruces generacionales, el señor Don Glen Vliet llegaría para desafiarnos con su rostro, sus diversas actitudes y mayormente la temática que el presentaba dentro de la música popular. La naturaleza de su extravagancia posterior y mayormente su ambición como artista polifacético, tiene su punto de origen en “Safe As Milk”, y esa psicodelia popera como buque insignia antes de que el verdadero rock terminará de divergir tan solo unos meses después.