Escandinavia Desértica (I); Dozer – «In The Tail Of A Comet» (2000)
Stoner / Desert Rock
(Man’s Ruin Records)
«Escandinavia Desértica» es el nombre elegido para esta nueva sección y ciclo recomendado a los seguidores stoner de la vieja escuela que hace 20 años atrás, vieron enun país como Suecia se convertía en la meca del desert rock europeo y las muchas bandas que en el frío norte europeo lo convirtieron de la noche a la mañana con todo el calor del desierto.
Núcleos o ciudades como las de Borlänge se convertía en diferentes centros de atención y sobre todo de exposición a muchas jóvenes bandas que traían esas mejores vibraciones del Palm Desert, cruzando todo el Atlántico, y recogiendo el testigos en el viejo continente.
Unos veteranos como Kyuss, respetando la labor de los pioneros Blue Cheer, definieron los cimientos a un estilo que ya no se conoce tanto como antes, ni tenía el mediatismo que levanto en los noventa, pero sí es que cierto que en la actualidad goza de unos pocos incondicionales que lo veneran y lo siguen fieles como corderitos, manteniéndose entre las sombras, un estilo que dio mucho que hablar años atrás. En otras palabras, género de culto como sus muchas formaciones que en este primer capítulo de «Escandinavia Desértica«, viene para rememorar una de sus mejores explosiones; la revolución del stoner sueco.
Cuando escuche «In The Tail Of A Comet», más de 15 años atrás, descubrí una banda en la que con dicho sonido solo podía tener una influencia por encima de cualquier otra. Los mencionados Kyuss han dado durante todos estos años una lección de clases particulares en toda su discografía a bandas que hoy en día llevan en su legado a la mejor de sus inspiraciones.
La banda sueca Dozer, empezó su camino con esta obra maestra del stoner. Infravalorada sí, pero como todo lo de su género de culto, realmente un peso pesado en su estilo. Es de esperar que sobre los cielos de Borlänge iniciemos nuestra cruzada desértica en lo que va a cubrir las tres cuartas partes de este 2021, en nuestra sección «Clásicos Del Género«, con este ciclo auto-denominado.
Lo curioso de todo esto, es que una banda como Dozer no fueron reconocidos más allá de las fronteras suecas hasta sacar su último álbum de estudio, «Beyond Colossal» (reseña aquí). «In The Tail Of A Comet» ha ganado mucho peso con el paso de los años, llegando a convertirse en todo un referente y sin duda, fue esa irrupción que dio origen a este tesoro del riff arenoso en un santuario para este movimiento alternativo como fue la ciudad de Borlänge, saliendo con sus mejores galas justo un año después de que los suecos lanzarán su demo inicial «Universe 75«. Habrán muchos que desconozcan de su existencia y precisamente, esta es una de las razones por las que nos abrimos a la cantidad de discos salidos más de 20 años atrás como posterior confirmación de que lo mejor del stoner llegaba al viejo continente y veía en el país escandinavo,su puerta de entrada triunfal.
Para hacernos una idea de su inconfundible estilo, podríamos usar un poco la imaginación y poner en medio un enorme árbol dónde su tronco principal sea Black Sabbath. A este tronco le salen dos ramas importantes como son Kyuss y Monster Magnet. Dozer sería la representación de las hojas de ese árbol.
Bien es cierto, que su estilo también se fue perdiendo con el paso del tiempo. Siendo sus dos primeros discos más stoners y luego sacando un sonido más comercial, hasta aparecer al final con un más que correcto «Beyond Colossal», donde su vertiente apostaba hacia un lado más ¿doom?, o digamos experimentando en su rock más pesado. Nada más lejos de la realidad, un trabajo sin duda muy notable.
Después de sacar ese último disco, la banda anunció su disolución por medio de su frontman Fredrik Nordin, quien dejaba a un lado su entorno musical para retomar sus estudios, mientras que los otros componentes del grupo seguirían con proyectos paralelos.
Es verdad, Dozer lanzó «Vultures» hace unos años atrás y desde entonces, sus fieles seguidores se encuentran en primera fila de esa sala espera, deseando escuchar la noticia de su vuelta a la actividad. En teoría, seguimos hablando de una banda joven que al igual que revolucionó el género aquí en Europa más de dos décadas atrás, podría hacer lo propio en el presente, y sino, que se lo digan a Lowrider, con ese último álbum con el que se coronaron el pasado 2020.
Entre conciertillos de pueblo sirvieron muchas veces como teloneros de bandas de más renombre que llegaban a su país natal. Tres años después les venía una de esas ofertas que era imposible de rechazar, y así a través del sello Meteorcity Records graban un EP con Unida durante el año 1998. Unos meses después, Man’s Ruin Records fue el destino dónde los suecos enviarían su mencionada demo. El propio sello impresionado no se lo piensa dos veces y graba la maqueta. Dos años después la banda escoge temas de esa maqueta y los perfecciona con temas nuevos. ¿El resultado? «In The Tail Of A Comet», un disco registrado por solo 500 dólares, definiéndose como uno de los cañonazos más importantes que vienen del sonido desértico y evidentemente el chollazo de la banda.
Aún recuerdo cuando escuche por primera vez «Supersoul», la nostalgia por aquel añorado sonido que vino unos años atrás plasmado en la piedra angular del género; «Blues For The Red Sun» (reseña aquí). Las resonancias del desierto, volvían nuevamente ofreciendo sus mejores pasarelas; redoble de platillos de la batería de Erick Bäckwall, pedaleos de guitarra del señor Tommy Holappa para amenizar la tormenta y de repente viene el contundente riff del Fredrik Nordin, que bien si puede valer su peso en oro para recrear lo que llamo la continuación de uno de los pilares del stoner rock.
Si retrocedemos al año 2000, pocos sonidos tan calcados podían verse, por no decir que casi ninguno. Y esa es la esencia de este disco, la comparación a la continuación de una leyenda.
«Lightyears Ahead» sube decibelios y baja marchas, muestra el lado más contundente y stonerniano de Dozer. Es la fiel prueba auditiva que justifica que el espíritu de Kyuss nunca dejó el planeta.
Son muchos los puntos positivos que se puede sacar de esta banda. Uno de ellos es el dinamismo que tienen y que lo plasman con extrema atención. Ningún corte suena aburrido, todo lo contrario y eso es muy admirable cuando hablamos de discos con sonidos tan pesados en que a veces puede llegar alguna canción que sobra. Aquí no pasa eso «In The Tail Of A Comet» viene completito desde la primera hasta la última canción, nada sobra y eso lo hace grande entre los grandes.
También es destacable esas partes a la hora de crear paisajes sonoros en lugar de sólo canciones. Su sección rítmica es muy buena, entrelazándose bien esa líneas de bajo con la batería que inevitablemente te hacen mover la cabeza sin parar. Cortes dónde la pura esencia al stoner habla por sí sola como son «Speeder» o «Riding The Machine», mi favorita. Surcar el abismo e infinito negro espacial bajo las letras de «Captain Spaceheart» o asistir a los acordes finales de «High Roller», hacen que hagas memoria y recuerdes todo lo que has escuchado hasta ahora de este trabajo y quedarte asombrado en sí.
En marzo del año 2000 nació un depredador de la contundencia sonora prácticamente en medio de la fría Suecia. Incansable de escuchar, imposible de olvidar, eso es «In The Tail Of A Comet», un verdadero clásico de su especie que surcará tu cerebro trayendo tras de sí una auténtica tormenta de arena y que evidentemente para mi es el claro favorito como una de las mayores expresiones de esta revolución sueca de iniciar esta «Escandinavia Desértica«.