Clásicos Del Grunge; “Apple”, 30 años después del grito esperanzador de Mother Love Bone
Grunge / Alternative / Hard Rock
(Polydor Records)
En nuestra octava entrega para estos auto-denominados “Clásicos Del Grunge” iniciados en otro de esos tantos ciclos marcados por un servidor a principios de año, estaba claro que viviendo un año redondo como el 2020, tarde o temprano tendríamos que pasar por una efeméride de renombre. La cuestión era saber si coincidía la semana, y así ha sido.
Precisamente el pasado domingo cumplía 30 años desde su lanzamiento oficial el que fuera el único disco de esta, a priori, súper banda, conformada por miembros de los pioneros del género de Seattle, Green River, y sobre todo una formación que a pesar de estar catalogada dentro del género grunge, más allá de la esperanza habitada en ellos por la valía de sus componentes, se desmarcaba más por las vertientes del glam, sobre todo por la incursión de su carismático líder, el extravagante Andrew Wood.
Tristemente unos meses antes de que Polydor Records lanzará este “Apple” a las calles, Wood sucumbiría ante un exceso de heroína, tirando por tierra toda esperanza de lo que en su día se ponía como una revolución de un género que apenas empezaba a abrir los ojos.
Como tantas y tantas formaciones del grunge, rodeado de la tristeza, drogas y posterior muerte, la devastación y la desolación serían siempre sus sombras persecutorias y tal cuál marca la historia, en su haber se llevaría a algunos de sus hijos pródigos. Mother Love Bone pasaría también por esa lista negra quedando únicamente en su legado la factura de este brillante “Apple”.
Con la mejor baza de Stone Gossard y Jeff Ament en las guitarras, los mismos que años después con la llegada de Eddie Vedder acabarían formando Pearl Jam, Mother Love Bone triunfaría rápidamente entre críticas y oyente. Su mezcla grunge/glam/hard rock, resultaba profundamente efectiva, dando un giro único por aquel entonces con temas sobresalientes en “Apple” y los momentos inolvidables plasmados en “Stargazer”, un guiño mayúsculo en esa acústica que emula a los maestros Led Zeppelin o “Stardog Champion”.
Evidentemente los principios de la banda son puros a las armonías más reconocidas y las bases instrumentales distinguidas del suelo de Seattle. Era esa puesta en escena del bueno de Andrew Wood, quién emulaba a iconos anteriores como Mark Bolan, Robert Plant o el mismísimo Freddie Mercury. Yo me quedo con una banda que sin duda marcó el rumbo de una escena siendo la más experimental de todas en sus muchas exploraciones.
Lo cojonudo de todo esto, es que de las cenizas de Mother Love Bone, saldrían dos de los movimientos más mayúsculos para el grunge; el origen de los mencionados Pearl Jam y ese tributo con los Gossard, Ament, Cornell, Vedder de turno, en el sobresaliente homónimo álbum de Temple Of The Dog.
“Apple”, 30 años después de aquel grito de esperanza y definido a las hipótesis actuales, sigue sonando igual de fresco y fue uno de los principales portavoces capaces de rendir la jerarquía de los 80, dando la bienvenida a los revolucionarios 90. Digamos que entre ambas vertientes, lleva el mejor equilibrio todo el arte expresado en el estilismo de este único trabajo del histórico combinado norteamericano. La seducción de su obra duraría poco en su actividad y por el camino se llevaría a una de las voces más recordadas de Seattle, pero también se coronarían como la banda más esperanzadora del género, muriendo prácticamente en la orilla del éxito. La pregunta que se hacen todos es hasta dónde podrían haber llegado estos Mother Love Bone y cuanta riqueza habrían dado al género de no ser por la muerte de Andrew Wood. Banda de culto que el tiempo tristemente ha eclipsado por los grandes pesos pesados de Seattle, pero que en este viernes, nos recreamos de la grandeza porque si algo le sobraba a estos 4 muchachos era un talento demoledor.