Crónica Atavismo + Cabalgata Cósmica + Hela (Wurlitzer Ballroom, Madrid)

25 de abril 2016 Rubén Herrera Un comentario

Comunidad de Madrid. Más de cinco millones de habitantes. Viernes por la noche. Tres pedazos de bandas nacionales por 8 euros. Último día de festejos del octavo aniversario de Nooirax Producciones. Me dirijo a grandes zancadas porque la primera banda actúa a las 22:30 y llego con el tiempo pegado al trasero. Me imagino un Wurlitzer a reventar y viendo solamente cabezas en el escenario desde el fondo de la barra. Llego con medio pulmón saliendo por la boca, entro a la sala y me encuentro….el desierto de Mojave. No me lo puedo creer. Pregunto si se ha suspendido la historia o se ha caído algún grupo. Nada de nada. Todo sigue según lo previsto. Pasa la hora estipulada para el comienzo y somos tres espectadores y los camareros/as. No voy a repetir la perorata de siempre al respecto, ya lo he dicho demasiadas veces en otras reseñas. Simplemente siento vergüenza ajena por mis conciudadanos y por las bandas que se han desplazado cientos de kilómetros para defender sus respectivos discos. Corramos un estúpido velo y vayamos al meollo del asunto.

En apenas tres semanas paso de no haber visto nunca a los alicantinos Hela a poder disfrutarlos por segunda vez. Y si la primera me gustó, ésta fue mejor si cabe. Doom clásico, puro, duro y sin edulcorantes. Con esos riffs de guitarra que te taladran el cráneo cual trepanación cerebral quirúrgica. Porque los temas que componen el disco de Hela son enormes uno tras otro. Pentagram, Black Sabbath y todo ese largo elenco de referencias que a uno se le puedan venir a la cabeza. Base rítmica contundente a más no poder y dos guitarras que te erizan los pelillos de todo el cuerpo, coronado todo con la voz de Mireia Porto como guinda a un pastel solo apto para selectos paladares. “Broken Cross” (reseña aquí) es un discarral de principio a fin y temas como “The Wicked King”, “March Of The Minotaurs” o “Slave To The Witch” van cayendo sin solución de continuidad hasta finalizar su set con esa obra maestra de diez minutos de duración que es “Horns of God” y que si no te provoca cortocircuitos en tu alma musical, mejor será que te retires a tus aposentos y te dediques a hacer calceta, cultivar tulipanes o a recortar las ramas de tus bonsáis. Grupazo del copón bendito (o mejor maldito en este caso, dado ese doom que practican).

Los valencianos Cabalgata Cósmica salieron a escena a continuación ante una sala con mejor aspecto, aunque nunca llegaría a alcanzar en toda la jornada el nivel mínimo exigible para un acontecimiento de tal calibre. La única referencia suya que tenía era haber escuchado algunos temas a través de su bandcamp y lo cierto es que dieron un buen concierto. Quizás demasiadas pausas entre tema y tema, algunos problemas técnicos con el bajo de David, pero cuando arrancaban las canciones aquello sonaba de escándalo. Lo suyo es el fuzz. Así, sin más etiquetas que ponerles encima. Y dentro del fuzz, de lo bueno lo mejor. “Corredor Mediterráneo”, “Lo Volverías A Hacer” o uno de los mejores títulos que he escuchado nunca para una canción: “El Trabajo Os Hará Libres” sonaron realmente bien y la compenetración del trío formado por David, Rafa a la guitarra y Willer a los tambores, nos hizo gozar de unos 45/50 minutos de psicodelia facturada con un gusto exquisito. Muy buen directo y dos EP’s disponibles: “Cabalgata Cósmica” (reseña aquí) y “Obscenus” (reseña aquí), que constituyen la mejor carta de presentación para una banda que hará las delicias de los seguidores de estos estilos lisérgicos y colmó cualquier posible expectativa previa a su actuación.

Parto de la base de que en mí más que humilde opinión Viaje a 800 es el mejor grupo que ha parido este país en los últimos trescientos años, y lo digo para que todo el que esté leyendo esto tenga claro desde el principio lo que va a leer a continuación. Objetividad cero. Me hago un auto spoiler y de esa manera evito al personal seguir ocupado con esta reseña si prefiere o tiene otras cosas más interesantes que hacer y poco tiempo que perder.

De los estertores de Viaje a 800 y los posteriores Mind! surgió de la mano y la mente perversa de ese gurú que para muchos de nosotros es Poti, este nuevo proyecto que cuenta hasta ahora con una sola maravilla discográfica llamada “Desintegración” (reseña aquí) y un reciente split con el grupo Grajo (reseña aquí) en el que solamente contribuyen con el tema “Haribo”. Tema que cayó durante su actuación y de qué manera. Cada cual lo llama como quiere: psych-rock, acid-rock, space-rock, psicodelia, progresivo andaluz….y así hasta que el cubículo en el que se tiene la manía de encasillar a todo bicho viviente se acaba convirtiendo en una etiqueta más grande que las de las prendas que venden en las tiendas de un multimillonario gallego cuya marca no pienso nombrar. Llámale X. No es que sigan la senda de los extintos Viaje a 800, es que Atavismo incluso la superan. Simplemente me dediqué a mantenerme boquiabierto durante su hora de actuación según iban desgranando temas y pido perdón desde aquí a la persona a la que le tocara limpiar el charco de babas que se formó a mí alrededor y que se quedó en el suelo del Wurlitzer mientras yo abandonaba sus instalaciones.

Tuve la ocasión de ver la que si no estoy equivocado fue la última actuación como tal de Viaje a 800 en la misma sala Wurlitzer y lo de Atavismo fue como si aquella noche mágica de hace ya unos años no hubiera finalizado nunca y siguiéramos ahora inmersos en la misma, como si lo del otro día fuera un largo bis de aquel legendario concierto para todos los que allí estuvimos. Los cuatro temas que componen ese debut discográfico (y que alcanza casi los 45 de duración) son una prueba más de la calidad de la que somos capaces de ofrecer en estas tierras cuando nos ponemos a ello. Es curiosa la hornada de bandas punteras que han surgido en la provincia de Cádiz y que esperando no olvidarme de ninguna (aunque seguramente lo haré porque mi amigo alemán Alzheimer está cada vez más pegado a mi cerebro), encabezan gente como la que compone Atavismo, Bourbon o The Shooters. Quizás como respuesta al ambiente musical que les rodea por allí, y por qué no decirlo, aprovechando también ciertos elementos del mismo para llevarlos a su terreno, han conseguido hacer de ese terruño un pequeño reducto del que no paran de surgir nuevos grupos y enormes obras maestras musicales. Y que no paren…

Trasladándome a atmósferas de lo más diferente, tanto Poti a una guitarra impresionante, Mateo marcando el ritmo de los temas con su bajo y la increíble Sandra a la batería (qué calidad y qué manera de aporrear, en el mejor sentido del término, su instrumento) y la voz (que combinada con la de Poti forman un cocktail explosivo), hicieron de mi primer concierto de Atavismo una experiencia difícil de olvidar en mucho tiempo. Espero que cuenten con la suerte siempre necesaria en este mundillo, que no les sea esquiva y sobre todo que alguien de fuera sea capaz de agarrarlos del cuello y llevárselos por tierras europeas porque pondría la mano, la cara y mis partes pudendas en el fuego apostando a que Atavismo rompería moldes allí por donde pasara. Porque tienen la clase y los mimbres necesarios para ello. Y porque se lo merecen, joder. Tantos años de ostracismo y underground están muy bien, pero un poquito de reconocimiento más allá de las sesenta personas que acudimos a sus conciertos y las centenas que ensalzan sus virtudes en los foros musicales pero luego nunca aparecen donde de verdad deberían estar, no estaría del todo mal, ¿no? Me quito el sombrero.