Crónica Cobra + Cohen (Wurlitzer Ballroom, Madrid)
Doblete vasco en la capital del reino. Se presentaba una buena velada cargada de adrenalina y a toro pasado francamente no pudo ser mejor. Además las condiciones eran las más idóneas posibles: dos buenas bandas, viernes por la noche, sala en pleno centro de la ciudad y lo que más me sorprendió de todo, entrada GRATIS hasta completar aforo. ¿Podía salir algo mal? Imposible de creer en un principio, pero sorpresas te da la vida y ocurrió lo que nunca tenía que haber ocurrido. Llevo días pensando si morderme la lengua y callarme pero finalmente he decidido no hacerlo. Eso sí, al más puro estilo Julián Lago, lo leeréis después de la publicidad (la reseña de las bandas en este caso).
Apenas pasadas las 22:30 aparecían en escena Cohen, guipuzcoanos que desconozco si denominaron en su momento así a la banda en homenaje a las películas de los hermanos de parecido nombre, pero que visto lo visto, desde luego podrían formar parte de la banda sonora de alguna de esas escenas más escabrosas y sórdidas a las que nos tienen acostumbrados esos genios de Minnesota (al menos en sus primeros films). Con cuatro publicaciones ya, se han convertido en uno de los referentes estatales del punk rock y hardcore preparado, elaborado y cocinado a fuego lento en los mejores fogones del género. Temas rápidos, cortos en su duración pero con multitud de matices y la clara intención de agarrarte por el cuello y no soltarte. Si su anterior EP “Cancer Days” ya había llamado la atención de propios y extraños, ha sido su más reciente obra “Rooms”, el paso adelante definitivo que les faltaba para catapultarse a los puestos más altos del ranking de su estilo.
Unos cuarenta y cinco minutos de actuación en los que nos ofrecieron buena parte del material de ese último álbum y en los que no se olvidaron de anteriores publicaciones, con temas como “Serpents” o la gran “Natalie Portman” (y escribo “gran” tanto por el tema como por la actriz que da título a la canción). Pese a la escasa presencia de público, ofrecieron un recital muy interesante y una entrega total, en un concierto que empezó quizás frío por lo anteriormente comentado, pero que fue de menos a más claramente hasta acabar convenciendo de lo lindo al personal, al menos en lo que a mí se refiere. Una banda ahora en formato power trío, cada vez más habitual de ver sobre los escenarios, a la que había prestado cierta atención en disco pero a la que pienso seguir con más interés después de haber presenciado su estupendo directo. Para eso sirven los conciertos, ¿no? No solamente para convencer a los ya previamente convencidos sino precisamente para atraer nuevos creyentes a tu propuesta. Al menos conmigo lo consiguieron.
Lo mío con Cobra viene de lejos ya, así que si esperáis objetividad iros a cualquier estación del Metro de Madrid, que ahí no falta: el servicio cada vez es peor. Por supuesto no tendría reparo alguno en señalar déficits o errores en un concierto suyo pero es que es imposible encontrarlos por más tiquismiquis que quieras ser. Son un torbellino desde que ponen el primer pie en el escenario y hasta que se bajan del mismo. Mi idilio con ellos viene desde que tuve la oportunidad casi fortuita de escuchar hace casi la friolera de diez años su primer álbum “The Strong Arm Of Rock”. Bendita casualidad. Me bastó escuchar la canción que abre el disco, “General Lee”, para caer rendido a sus pies y a partir de entonces convertirme en ferviente seguidor de una banda que si apuesta por algo en esto del mundillo musical es por la pasión y el derroche de intensidad en todo lo que hace.
Cualquiera se habrá dado cuenta de las referencias cinematográficas que he ido introduciendo subrepticiamente en esta reseña, y es que si algo caracteriza a Cobra es precisamente su particular relación con el mundo del celuloide, algo que ha estado en la base de la banda desde sus comienzos, entremezclando ambos mundos hasta alcanzar el culmen total con la publicación de su EP “Covered: A Selection Of Film Scores”, en el que ya sin pudor alguno homenajeaban a su manera temas de películas tan atrayentes como “Escape from New York”, “Twin Peaks” o “2001”. Cuando además de encantarte su música, coincides en los gustos cinematográficos que siempre han cimentado su propuesta, el enamoramiento es inevitable. Entre medias de estas publicaciones, nos encontramos con su segundo álbum, “Thriller!”, otra recopilación de temas que si no te levantan el ánimo es porque estás cadáver perdido.
Tras esos casi diez años de trayectoria, acudían a Madrid a presentar su más reciente obra maestra (sí, lo escribo así, con todas las letras y sin cortarme un cacho), “Riffyard”. Por más que el deporte nacional sea mentir sobre nuestro nivel de inglés en el currículum, creo que nos llega para entender a las claras el título, ¿no? Pues eso, convirtieron el minúsculo escenario del Wurlitzer en su particular territorio riff desde el que desgranar esos temas de metal sureño que paren con la misma facilidad que una devota del Opus Dei pare críos (aunque creo que con objetivos finales un pelín diferentes). Los omnipresentes Black Sabbath, Down, Metallica, Clutch, C.O.C., sirven como referencias perfectas para todo aquel que haya cometido el grave delito de no haberse acercado a interesarse por la discografía de los bilbaínos.
Abriendo del tirón con los tres primeros temas de su último disco, “Skull & Bones”, “Red Tops” y “’70 challenger”, al cuarto de hora de haber empezado creo que pocas dudas quedaban entre los asistentes de lo que se nos venía encima. A partir de ese momento, mixtura de temas de sus obras en las que no faltaron temas como “Rebel Scum”, “Come On Now”, “Ezekiel” o “Zaldun Inaute Berpiztuak”. Se dejaron para el final esos temarrales que son “Life Is Too Short To Drive Slowly” y la mencionada “General Lee”, que sirven de perfecto fin de fiesta para cerrar una actuación en la que tanto Josu Luengo a la guitarra, como esa excepcional sección rítmica que forman David González al bajo y el multitarea (porque tiene más proyectos que venas) Ekain Elorza a la batería, junto a ese enorme maestro de ceremonias y agitador (por desgracia de escasas masas) Haritz Lete a las voces, pusieron patas arriba una sala que debería haber presentado un lleno hasta la bandera.
Y aquí es donde viene la soflama que anunciaba al principio. Los que hayáis leído alguna de mis reseñas en este templo de la música que es La Habitación 235 y en el que me siento humildemente orgulloso de participar, estaréis hartos de mis constantes quejas sobre la respuesta del público madrileño ante los conciertos, especialmente de bandas locales. Yo soy el primero que está cansado ya del tema y al que le produce hastío volver a repetir lo mismo una y otra vez. A punto he estado de pasar por encima del asunto y ni hacer referencia al tema porque al final solamente sirve para desahogo personal y la peña sigue acudiendo en masa a ver lo de siempre o, lo que tiene más delito aún, a reventar salas en las que actúan grupos tributo a grupos que siguen en activo (lo siento, pero mi cabeza explota con este asunto). Pero es que lo de este concierto de Cobra y Cohen supera todo lo imaginable y pasa ya de castaño oscuro, así que no puedo callarme por más que me repita más que el ajo ¿Cómo es posible que en una ciudad como Madrid en la que acudes a ver a cualquier banda internacional de medio pelo y la sala está repleta de gente vestida con sus mejores galas en forma de camisetas super molonas, tatuajes a cada cual más caro y saqueando el puesto de merchandising se agoten las localidades y cuando tienes un concierto en pleno centro de la ciudad, un viernes por la noche y ¡¡¡¡¡¡¡¡¡GRATIS!!!!!!!! Acudimos cuarenta personas? Cuando Cohen salieron al escenario creo que éramos no más de 10 personas en el Wurlitzer (contando camarera y técnico de sonido). Siento vergüenza ajena del público de mi ciudad. Un viernes y GRATIS… ¿pero qué demonios quiere la gente?…Y no me venga nadie con el rollito de no me enteré, que bien publicitado estaba en las redes sociales y estáis todos enganchados a ellas como moluscos a las rocas. Lo siento, amigos de Cohen y Cobra, es lo que hay. Al menos algunos seguimos resistiendo y seguiremos estando ahí (pagando y comprando vuestros discos) si decidís volver dado el panorama. Gracias a ambas bandas por una enorme noche.
Vídeos Cohen;
Vídeos Cobra;
Crónica: Jorge Iván Delgado López
Fotos y vídeos: Jorge Iván Delgado López
Promotoras: Ayuken MP
Sala: Wurlitzer Ballroom
Fecha: 06-05-2016