Crónica La Chinga + Don Skull (Fun House Music, Madrid)
Una de dos, o me corren a gorrazos del Fun House o me hacen socio honorífico, porque en las últimas semanas he pasado más tiempo allí que en mi propia casa. Algo que por otra parte no me importa lo más mínimo, porque vaya rachita de conciertos apabullantes que me he metido al cuerpo gracias a los promotores y a la amabilidad del personal de la sala. Local por cierto que merece que se diga de él que es perfecto para este tipo de conciertos de audiencias reducidas, por su buena visibilidad y por su excelente sonido. Sé de buena tinta por un amigo íntimo que los responsables de la sala (porque por muy pequeña que sea y lleve el apellido de “bar” en su nombre, se pasa por el forro a muchas de las autodenominadas “salas” de Madrid) han invertido tiempo y dinero en adecentar el local para poder realizar conciertos con calidad para el público asistente. Lo habéis logrado con creces. En un momento en el que precisamente en la capital no paran de cerrar locales dedicados al rock, es un placer encontrarse con lugares como el Fun House Music Bar. Ya quisieran muchos y esperemos que cunda el ejemplo.
Hecho el inciso, se subía al escenario a las 22:00 el quinteto madrileño Don Skull. Una vez más, y sin que sirva de precedente, no había oído una sola nota de los mismos. Lo siento, pero mi amplio espectro de gustos musicales me impide estar al tanto de las decenas y decenas de bandas que surgen por doquier (me faltan horas en el día), a pesar de lo que cuesta y de los iluminados de turno que hablan de que no hay relevo en esto de la música. Son como los políticos de la vieja guardia, se agarran a sus sillones en cuanto olfatean algo de peligro. Pues bien, me encantó lo que vi. Con una propuesta similar y al mismo tiempo diferente que el trío protagonista de la noche. Don Skull nos deleitaron con una buena ración de rock and roll y stoner, en este caso desde una visión y propuesta más moderna y actualizada que la común loa al nunca suficientemente valorado rock setentero. Aunque también hubieran pinceladas del mismo, como en ese tema con raíces blueseras que han venido a titular “B.D.S.M. “, y que hizo las delicias del personal.
Veo que cuentan con una única referencia discográfica hasta el momento y tras lo visto y oído anoche, más nos vale que no sea la última. Nombrado como el propio grupo, “Don Skull”, se lo cascaron prácticamente en su totalidad y demostraron una vez más que el futuro es prometedor. Las camisetas de The Shrine y Greenleaf que portaban el guitarra principal y el batería respectivamente, darán una idea de por dónde van los tiros, y temas como “Deneb”, “The Edge·, “Slow Tongue”, “The King Of Insects” o la inicial “I´m Still Staying Here” no hicieron más que abrirme el apetito para salir corriendo al puesto del merchand a adquirir semejante vinilo. Lástima de la falta de parné del escribiente, que ya se dejó lo que tenía en los álbumes de La Chinga, pero prometo solemnemente desde aquí hacerme con una copia del mismo a la mayor brevedad posible para machacarlo yo y de paso darles un par de lecciones musicales a mis queridos vecinos. Viniendo del promotor, es muy loable pensar que Juan Antonio Bermúdez exagerara cuando afirmaba en el evento de facebook, y cito textualmente: “…los madrileños Don Skull, banda de puro Rock and Roll, una apuesta de actitud, intensidad, corazón y verdad, una banda de músicos que no creen en nada que no sea sentir y transmitir su música en un escenario”. Nada más lejos de la realidad el pensar mal de esa afirmación. Sabias palabras, compañero. Muy bien Don Skull, así da gusto.
Y si no llevamos un mes cargadito hasta los topes de conciertos a cada cual igual o mejor que el anterior, llegan los canadienses La Chinga para terminar de rematarnos. Éramos pocos y parió la abuela. Escuchando al mismo tiempo que escribo esto, y por fin en calidad CD sus dos obras maestras, anoche solo hicieron reafirmar que no solamente son una enorme banda de estudio sino unos animales del directo. Con ellos sí llevaba la lección aprendida, que tanto el primer disco como el más reciente “Freewheelin’” los tenía machacaditos. Carl Spackler a la voz y al bajo, Ben Yardley a la guitarra y Jay Solyom a la batería, se han juntado por vete a saber que avatares del universo espacio temporal para ofrecernos lo mejor del hard rock setentero, solo que multiplicado por todas las veces que uno quiera imaginar o desear. El nivel visto anoche es prueba evidente de que existen universos paralelos. Ahí lo dejo, consejo gratis a los guionistas de “Cuarto Milenio”.
Con un sonido atronador de principio a fin, reventaron los tímpanos de los allí presentes con la calidad innata de temas más antiguos como “Snake Eyes”, “The Wheel” o “Early Grave” pasando por otros más recientes del calibre de “Gone Gypsy”, “White Witchy Black Magic”, “Right On” y el inmenso “Mother Of All Snakeheads”. Vaya trío calavera. Actitud cien por cien en el escenario más temazos es sinónimo de noche de alegría y pasión por la música, que es ni más ni menos que lo que pudimos disfrutar los que anoche nos animamos a acudir al Fun House y que no deja de ser un número ridículo comparado con el que se merece La Chinga.
Desconozco si ésta está siendo su primera visita por tierras hispanas, pero en mi caso sí era la primera vez que los veía y por Tutatis que no será la última. Aquí hay calidad y cantidad de sobra para llenar hasta los topes recintos mucho mayores. Tiempo al tiempo, que si ellos son capaces de mejorar lo a priori difícil de hacer (el auténtico y genuino rock de los mágicos setenta), ¿por qué no van a recibir en algún momento, espero más cercano que lejano, el reconocimiento masivo que se merecen? Y mis “queridos” grupos tributo a bandas que siguen en activo llenando salas a precios más caros que el de ayer… Qué país, que diría Forges.
No quiero terminar esta reseña sin señalar un acontecimiento patético que sucedió anoche. A eso de la tercera o cuarta canción de La Chinga tuvo que subirse al escenario alguien (si lees esto en algún momento perdona que no te cite por tu nombre de pila, pero es que lo desconozco) a señalar que había desaparecido material del puesto de merchandising. Todos tiramos de Internet y supongo que seremos conscientes a estas alturas de que no dejamos de estar “robando”, salvo que luego adquieras el original. Lo que ya sobrepasa mis entendederas es que se robe ese material físico en un concierto, con el esfuerzo de tiempo y dinero que supone la fabricación, el transporte, etc. Los que solamente bajáis discos y no compráis ni uno, al menos tened el respeto y la educación de no robar encima por partida doble. Un punto negro que apuntar al debe de lo que por otra parte fue, una vez más, una noche estupenda de reivindicación del rock and roll y de la música en vivo en general.
Videos Don Skull:
Videos La Chinga:
Crónica: Jorge Iván Delgado López
Vídeos: Jorge Iván Delgado López
Promotoras: Desert Sons y Red Sun Barcelona
Sala: Fun House Music Bar
Fecha: 15-03-2016