Crónica PsicoDelia Festival – Madrid Ácido (Jornada I)
Encuentro de dos días en los que los sonidos más lisérgicos hacen presencia en un evento en la capital de la mano de Delia Records y Nooirax Producciones. Gran acierto el juego de palabras del nombre del festival, PsicoDelia; 6 Bandas repartidas en dos días de viaje psicotrópico en las salas Fun House y Gruta 77. Con proyecciones, DJ’s, etc…
La primera de las jornadas daba su inicio a las 11 de la noche del viernes, de la mano de la banda madrileña Red Apple. Trio formado por Darío, Isabel e Javi, amante de los sonidos sesenteros y setenteros, lo cual reflejaron fielmente en su show. Con una ambiente festivo en la sala Fun House, y gente con muchas ganas de degustar una noche lo más psicotrópica posible, arrancaron su recital con la profesionalidad y fuerza que les caracteriza. Jugando en todo momento con estilos y tendencias, pero siempre bajo un denominador común; el blues rock como base de sus temas. Moldeándolo, experimentando y transformándolo hasta conseguir la pieza perfecta. Una pieza que se puede parecer a muchas otras, pero que tiene su toque personal, su identidad propia, lo cual es siempre de agradecer. Entre temas de blues, con toque rockanrolero, los punteos de guitarra de Darío iban poniendo una sonrisa a la concurrencia. Sonidos soul, armonías boogie a veces, toques de stoner. El caleidoscopio se llenaba de colores. El espectro sonoro se iba, según avanzaba la noche girando hacia el sur. Como si de un viaje que hubiera comenzado en California, la autopista musical de Red Apple se dirigía paso a paso hacia a los pantanos sureños. Atravesando el medio oeste, llegaba hacia el sur, donde los sonidos jazzeros se iban fusionando con el rock. Una banda que sonaba espectacular, haciendo las delicias de una sala que iba completando su aforo poco a poco. Presentaron un par de temas de su nuevo proyecto musical, una ópera rock llamada “Así Habló Zaratustra”. Algún tema, que en palabras de sus propios músicos está todavía gestándose, pero que para ser la primera vez que sonaba, no lo hacía nada mal. El primero de ellos, que no recuerdo su nombre, me evocaba por su sonido al clásico Tobacco Road, sin que esto signifique que esté inspirado en él, sino que para un servidor su sonido me recordaba a ese tema de 1964 de John D. Loudermilk, mil veces versionado por tantas y tantas bandas. Un tema especial para mí. En resumen, el sonido que Red Apple amasó el pasado viernes era evocador de otros tiempos de gloria musical, pero con un acento personal y actual. Toques de distorsiones psicodélicas se iban adentrando en terrenos pantanosos de swamp rock (inevitable recordar a Delaney and Bonnie en la etapa en la Clapton giraba con ellos).
La noche iba avanzando, con el trio madrileño ejecutando una excepcional actuación muy celebrada por el personal. Finalizaron su show sin dar opción a ningún tema extra, lo cual fue una lástima, pero allí nos había dejado, inmersos en las tierras sureñas norteamericanas, lo cual no nos vino nada mal teniendo en cuenta lo que nos venía después.
La segunda banda de la noche era el cuarteto madrileño Seventyfour, a los cuales les vino de lujo el lugar sonoro donde nos dejaron los chicos de Red Apple. Ahora ya no había la fusión de estilos del trio que abrió la velada. Ahora tocaba disfrutar del sonido netamente sureño de la banda del sur de Madrid. Los ecos que salían del escenario no tenían margen a la interpretación. Southern rock, puro, sin aditivos. Navegando en el espectro que va del country rock de bandas como Flying Burrito Bross o Charlie Daniels Band, pasando por el soft rock cercano a Little Feat o Marshall Tucker Band hasta el hard sureño de Lynyrd Skynyrd, con el alma de Allman Bross revoloteando en la mayoría de sus composiciones con maestría.
Recreando a la perfección el ambiente festivo que se había erigido ya en la sala, continuaron por esa línea de rock sureño. Cuatro tipos, con dos guitarras que se iban intercambiando el protagonismo en cuanto a los solos, con su bajista sentado en un taburete, imprimiendo la base rítmica a seguir, sin más alardes, pero disfrutando de lo que estaban haciendo. Siempre he dicho que la mejor señal para alguien que va a un concierto, es que el músico disfrute encima del escenario. Eso siempre hace que la audiencia lo haga y se cree esa simbiosis entre músico y público. El músico transmite buenas vibraciones a la audiencia, y ésta a su vez, hace regresar esas buenas vibraciones al escenario.
Como guinda, después de haberse retirado del escenario regresaron para ofrecernos una versión del clásico de Lynyrd Skynyrd, “Free Bird”, que hizo las delicias del centenar de personas que nos habíamos congregado para la ocasión.
El festival que la gente de Delia Records con colaboración de Nooirax Producciones había montado, no podía empezar de mejor manera: Con la plena satisfacción de la gente que se acercó hasta la sala Fun House, y que continuó la fiesta después de la finalización de las bandas. Ya solo quedaba coger fuerzas para la jornada del sábado, que prometía ser algo grande. Pero eso es otra parte de la historia que más adelante os contaremos…
Crónica y fotos: Roberto Lucas
Sala: Fun House Music Bar
Promotoras: Delia Records y Nooirax Producciones
Fecha: 01-12-2017