Crónica Saturna + Acid Mess (Wurlitzer Ballroom, Madrid)
Ocho de Marzo, concierto a la hora de la merienda. Con un centro de Madrid abarrotado por motivo de las manifestaciones por el Día de la Mujer, cae sobre la céntrica Wurlitzer Ballroom una cita que no podía dejarse pasar en la agenda psych que se precie. Caminar hacia la sala por una Gran Vía cortada y repleta de personas por todas partes, me hace sentir como si estuviese otra vez en el MadCool. ¡Qué ya vienen los festivales! ¡Yeah!
De todos modos, los conciertos en salas, como el de esta noche, nada tienen que envidiar a las grandes superestrellas, con sus superequipos y sus supercolocones. Para colocón el de Acid Mess… Menudo cohete a la estratosfera, menuda bestia parda de la psicodelia, una jam desbocada hacia la órbita de Ganímedes… qué se yo. El caso es que a Acid Mess ya los conocemos, estos paisanos de Oviedo nos han brindado unos ratos en el Sonic Blast muy ricos… (¡Festival… qué ojo para quién no lo conozca!). Pues, porque no queda otra que etiquetar en este presente tan repleto de cajitas, Acid Mess cabalgan sobre el prolífico corcel del psych progresivo. Eso sí, hecho por manos mágicas, mentes expertas, codos de punk y vapores de sublimación psicodélica.
Una experiencia única, estos tíos saben dónde encajar cada subida, cada bajada, juegan con la emoción como Ronaldinho al balón. Eché de menos su brutal versión de los Beatles, pero con ánimo de renovarse han incluido una que no se puede decir que sea mejor (no blasfemaré), pero que mantiene los motores a máxima potencia. En mi opinión, Acid Mess, siendo chavales jóvenes, se pueden considerar como el grupo de psicodelia instrumental por encima de la media, encendiéndose el incienso con los dioses. Quién fuese o vaya a verlos estoy seguro que me dará la razón. Bueno, y también están por spotify y bandcamp para hacer de vuestro viaje una delicia.
Y pese a la hora pronta del concierto y al alboroto feminista, la Wurlitzer no andaba mal de asistencia para el comienzo del concierto de los catalanes Saturna, segundos en hacernos volar. Pero así como Acid Mess fue volar en este sentido figurado de reminiscencia setentera y hippies ondeando los brazos en plena comunión con Shiva, con Saturna hubo más de un crowd surfing. Más de uno, de dos y de tres, y de diez quizá… algún que otro pogo y ejercicios de cuello. Los barceloneses traen una propuesta también de corte setentero, no tan inmersa en ondas siderales, con partes vocales que entrañan un talento y callo en la composición de temas flamantes.
Tocaron temas de su último trabajo, y se creó ya del todo una atmósfera de las buenas, de las de esos conciertos que se recuerdan. O mejor dicho, te cuesta recordar, ya eso depende de cada uno. No es para menos, la verdad que ambas bandas se posicionan como lo más puntero dentro del género nacional. Saturna desbocó a la asistencia con bases rítmicas potentes, intercaladas con solos y rock setentero, pero del cañero. Un buen mordisco a la esencia del proto metal, imprescindibles para aquel que, interesado por el revival de lo vintage, esté agarrado en lo que ocurre en nuestra escena española. Saturna, una apuesta segura por la buena caña y música con épica.
Y bueno, a las diez y media casi once, ya estamos fuera de la Wurlitzer, que empieza otro concierto en su doble sesión. Podrán estar orgullosos Acid Mess y Saturna. Hemos dejado la sala bien calentita, de sudor y rocanrol. El siguiente concierto es de pop. ¡Salud!
Crónica: Aston Wirz
Fotos y vídeos: Káiron Vinicius
Promotora: Nooirax Producciones
Sala: Wurlitzer Ballroom
Fecha: 08-03-2019