Crónica The Atomic Bitchwax + Woolly Mammoth Rebellion (Sala Siroco, Madrid)
Supongo que los telediarios no abrirán hoy con la noticia, pero el pasado domingo cayó una auténtica bomba nuclear sobre la sala Siroco de Madrid, en forma de banda de stoner rock, los chicos de New Jersey, desplegaron todo su arsenal en su show, llenando escenario de la cera de la bruja atómica. ¡Brutales!
La Habitación 235 estaba presente para que la noticia de una explosión atómica no quedara sin cobertura. Como teloneros de los estadounidenses, les tocaba abrir la noche a los chicos de Wolly Mammoth Rebellion. Los madrileños, Miguel, Luis y Andrés dieron el do de pecho con su actuación a base de potente stoner, con toques hardcore, siendo unos perfectos teloneros para el vendaval que posteriormente nos vendría encima. Repasando los temas de su LP, “Glint. Gales” (reseña aquí), y presentando algún tema nuevo que a base de potentes riffs, calentaron al personal como la noche merecía.
Sorprendieron a la concurrencia con su fuerte sonido y una puesta en escena llena de energía. Cerrando su show con su tema “Face To Face” lograron que son su hacer que el personal tomara buena nota para futuros conciertos. Participarán en el Southern Metal Fest que en unos meses se celebrará en Madrid, donde podremos comprobar su prometedora evolución.
En torno a las diez de la noche y con un escenario que se llenaba parcialmente de efectos de humo, hacían acto de presencia The Atomic Bitchwax, dejándonos claro desde el saludo inicial de su guitarrista Fynn Ryan, de que iba a ir la noche. Tras el grito de “Hi, motherfuckers!!!, comenzaban a sonar los acordes de “In The Flesh”. “Pensé que podría gustarte ir al show….”
Un poco sorprendente que una banda como The Atomic Bitchwax, elija un tema de Pink Floyd para abrir su show. (o quizás no, después de que en su cuarto trabajo incluyeran algún tema de la banda británica). Esta no era ésta la única sorpresa que nos depararía la noche en este sentido.
Tras el comienzo floydiano, riffs de stoner psicodélico daban cuenta de “Hope You Die” y “Ain’t Nobody Gonna Hang Me in My Home”, temas de su álbum debut (reseña aquí), del ya lejano 1999. A continuación comenzaron a presentarnos alguno de las piezas que componen su nuevo disco, “Forced Fields”, que ya tenían disponible a la venta junto al resto de su merchandising, siendo el primero de ellos “Liv A Little”. Ritmos frenéticos que engancharon a una sala abarrotada, con ganas de degustar los potentes sonidos de la banda.
Después de una incursión por su cuarto trabajo; del escenario salía un torrente de sonidos llenos de fuzz. “Giant” sonaba atronador. La fuerza que este tema tenía en su disco “TAB 4”, nada tenía que ver con lo que estábamos viviendo. La guitarra hiriente como una espada afilada de Fynn, acompañada del mazo contundente de Bob a la batería, así como del martillo de Chris al bajo, se clavaban en el pecho de los asistentes que aceptaban el envite de buen grado. Cuerpos que no podían dejar de balancearse al ritmo que ofrecía la banda. Con una calidad sonora excelente.
Un setlist, que incidía en destripar su primer disco, esta vez al ritmo de “Kiss The Sun”. Una apisonadora disonante, firme, contundente, que avanzaba dejando todo yermo a su paso. “So Come On” daba el toque más rockanrolero. Retomando la esencia desértica de la banda, no en vano, el video que publicaron del mismo, había sido grabado sobre el mismo desierto de Mojave.
La banda había conectado con el personal desde el primer momento, pero constantemente su vocalista Fynn, interactuaba con el personal entre tema y tema. Otra canción de su nuevo álbum hacía las delicias de la concurrencia. Con “Houndstooth“, continuaban martilleando las neuronas del personal. Fuertes ritmos, con voces intercambiándose entre su bajista y guitarrista. “War Claw”, tema de su anterior “Gravitron”, daba un respiro a unas gargantas que para estos momentos de la noche debían de estar irritadas de tanto gritar.
Antes de arrancar con “Alaska Thunder Fuck”, tema contenido en su nuevo trabajo, Fynn pedía la complicidad del público para que alzara sus manos y coreara algunos de sus pasajes, tras habernos explicado de que iba la historia. El binomio músico-público alcanzaba su cenit en estos momentos. Nadie podía resistirse a los efectos de la bomba atónica que se nos había venido encima. Todos estábamos impregnados de la radioactividad que brotaba desde el escenario de la sala Siroco.
El show estaba llegando a su fin, cuando arremetían con otro tema de “Gravitron”, “Coming In Hot”, que aparte de sonar setentero, lo hacía con una potencia inusitada. Salvaje interpretación. .
La banda se retiraba del escenario, con un público que no se movía, esperando que la banda hiciera de nuevo acto de presencia. Instantes después aparecía sobre el escenario Fynn, sin el resto de la banda. El hombre y su instrumento. Para deleitarnos con otro guiño a Pink Floyd, interpretando con la única ayuda de su guitarra el tema del disco “Animals”, “Pigs On The Wind”, que era tarareado por la concurrencia que conocía el mismo. Un gran momento que no terminó ahí, incorporándose el resto de la banda para ofrecernos un fantástico homenaje a los británicos, reconvirtiendo su composición en un tema lleno de fuerza y enlazando con “Pigs, Three Differents Ones” y creando un clima apoteósico.
Cerraron el “bis” con su tema del año 2005, “Force Field”, que a la vez da título a su reciente trabajo. Una versión asesina del mismo dio punto final a la noche, poco más de una hora después de que se iniciara la explosión.
Para un servidor, que había visto a The Atomic Bitchwax hace cuatro años sobre el escenario del Sonicblast, dentro el marco de un gran festival, lo vivido el pasado domingo fue una experiencia única. A priori, podía parecer que en un local cerrado y un escenario pequeño, el resultado podía ser peor. Craso error. Lo visto en la sala Siroco, superó con mucho, las expectativas anteriores, tanto de la concurrencia, como de la propia organización, que comprobó cómo su apuesta se vio recompensada con más asistentes de los que en un principio se intuían, para gran satisfacción de todos. Tanto para la afluencia presente, como para los promotores Garage Sound Fest y Red Sun Barcelona, a los cuales hay que agradecer el trabajo hecho, y el trato con esta casa.
Una máquina perfectamente engrasada con una terrible fuerza en cada uno de los miembros del power trio de Long Branch. Cierto es que lo vivido, no era solo stoner, sino como la propia banda denomina su sonido, era…. ¡SUPER STONER ROCK! Grandes, muy grandes. Tanto musicalmente, como en su actitud hacía el público, que se vio gratificado por pasar una noche de domingo teniendo que madrugar el lunes, por haber sido partícipes de lo acontecido. El precio de la entrada mereció la pena.
Supongo que la radioactividad recibida en la deflagración, se trasladará a tierras portuguesas, donde continúan su gira ibérica, respaldándose por dos buenas bandas de allí; “It Was The Elf”, que en unos meses nos visitarán en el seno del “Southern Metal Fest”, así como “Jesus The Snake”, que podrán presentar su excelente primer trabajo con unos padrinos acreditados.
Solo queda decir: “Hasta pronto The Atomic Bitchwax, seréis bien recibidos”.
Crónica, fotos y vídeos: Roberto Lucas
Sala: Siroco
Promotora: Garage Sound Fest / Red Sun Barcelona
Fecha: 26-11-2017