Ecos De Sabbath; Poobah – “Let Me In” (1972)
Nueva entrega para unos “Ecos De Sabbath” que cierran con esta entrega de los míticos Poobah su contribución a este 2022. La cantidad de novedades que nos quedan pendientes en el presente curso, a lo que hay que sumarle una última entrega en “Sonidos Del Ayer”, detonantes de despedirnos de esos sonidos valvulares engendrados y magnificados por las eternas huestes de Birmingham en esta, su sección más señalada para aquellos que derivaron en su propio sonido.
Precisamente, en el año 2010 el sello Ripple Music reeditaría este histórico álbum de la formación norteamericana de Ohio, con unas nuevas remezclas producidas por Tony Reed de Mos Generator. Una buena capa de barniz para este clásico de los 70 que paso a formar parte de la discografía de esta banda de Ohio, como el primero en salir del cascarón.
Con una lluvia de críticas más que merecidas desde al pasado hasta el presente, “Let Me In” sería el primero de una primera etapa de Jim Gustafson y los suyos, cerrándolo con una trilogía marcada en la época de los 70 y sus sucesores “U.S Rock” y “Steamroller”, y sus pertinentes cambios en la formación
El power trío original vendría formado por el mencionado fundador y guitarrista Jim Gustafson, el bajista Phil Jones y el batería Glen Wiseman. La verdadera anécdota a la contribución de este disco, cuenta que fue por parte de la herencia de la abuela de Gustafson y la inyección económica necesaria para que este disco pudiera gestarse los Peppermint Studios de su Youngstown natal.
Aunque la primera reedición del mismo llega en 1994, está claro que lo que tenemos ante nuestros oídos es un disco totalmente de culto, como tantos de aquella época que florece esta sección, evidentemente influenciada por esa larga sombra de Black Sabbath.
“Let Me In” se sostiene por llevar unas marcas sencillas de medios tiempos de lo más venenosas pero brillantes en su definición. Auténtica oscuridad proto metal de la época con canciones míticas como “Mr. Destroyer” quiénes recientemente los buenos de Monster Magnet dieron su homenaje en “A Better Dystopia”. Por su riff y su pegada, podríamos hablar de una influencia directa a “Paranoid”. Nada más lejos de realidad, y en un universo de pedaleos y una sección rítmica galopante, la precisión y la contundencia de la banda quedan definidas con la primera de las oleadas.
Independientemente a esto, hay algo más que su apertura en “Let Me In”, y Poobah desde este aspecto guarda para la historia del género por temas flotantes como la soñadora “Bowleen” en un marco que perfectamente maneja los contornos de Pink Floyd, hasta llevarnos por esas líneas heavy blues en “Live To Work” o el estilismo de “Enjoy What You Have”. Aquí tenemos una marca interesante de los norteamericanos, dinámica en todo su esplendor y refrescante si miramos el resto de canciones de “Let Me In”. Buenas melodías arropan una senda innovadora que por mucho que sorprenda, coquetea con ese country norteamericano.
La parte final de “Let Me In” aguarda pistas como la propia “Rock ‘N’ Roll”, una de esas pistas que incendiaban los directos de Poobah en aquellos tiempos y sirvió para el enganche de muchos. Una fiesta bien dirigida a su propio título, lleno de armonías pegadizas y un híbrido que perfectamente puede surcar por los horizontes musicales de Led Zeppelin o Foghat. La vertiente más pesada de Poobah viene con la canción principal del redondo que es la misma que cierra “Let Me In”, en una marca de 30 minutos redondos. En este último caso, cabe destacar ese solo de batería perpetrado por Glen Wiseman en su parte final, después de darnos toda una riqueza de texturas sobre el rock setentero más hormonado en sus 5 minutos anteriores.
“Let Me In” es un clásico de culto que sigue sonando tan fresco como lo ejecutado 50 años atrás. Si, medio siglo merendado para este demonio del proto metal lanzado en 1972 por Peppermint Productions. De las pocas que aún quedan con vida gracias a la eterna contribución de su propio fundador. No dejen de aprovechar en comprar la reedición de Ripple Music, ya que contiene material adicional de lo más interesante que justifica esa reedición de su corta tirada original a 500 copias.