Monster Magnet – «Last Patrol» (2013)
Cuando están a punto de cumplir un cuarto de siglo en la carretera, y siendo este nuevo “Last Patrol” su décimo álbum de estudio, la banda de New Jersey demuestra una vez más que la veteranía en la música hoy en día vale su peso en oro. El nuevo disco de Monster Magnet no es el mejor de su discografía pero sí que es uno de los más completos que han hecho en su carrera.
Tanto su frontman Dave Wyndorf como el guitarrista Phil Caivano se encargaron de la producción de “Last Patrol”, mientras que Evil Joe Barresit se encargó de la mezcla con la ayuda de Matt Hyde. Del cover del disco se encargaron Johun Sumrow, Chris Ryall y Ryan Clark.
Monster Magnet están de vuelta a su espaciada época. Siendo uno de los pioneros del género stoner, siempre han sido caracterizados por mezclar este género con un rock sumamente potente, lo cual lo convierte en una perfecta combinación.
“Last Patrol” es otra fuente de primera categoría, mezcla ese space rock con los sonidos psicodélicos, marca de la casa de la banda, y es que el nuevo álbum de los norteamericanos reúne todos los elementos clásicos de la banda y desde todas las perspectivas.
Los sonidos familiares de grandes baladas en toda su carrera, aquí como de costumbre, están presentes. “I Live Behind The Clouds” y “Paradise” son dos grandes cortes, muy a su imagen y semejanza. Ambos transmiten los sentimientos y la emoción que bien hacen estos Monster Magnet en su estilo.
Lo que hace a esta banda hablar de algo con mayúsculas, es que no están tildados de saciarnos con riffs sabbathianos como cientos de bandas del género hacen en multitud de ocasiones en la actualidad. El sincero calor que desprenden la mayoría de las canciones de Monster Magnet hace que estos tíos sean únicos.
A pesar de la rareza de sus letras la voz de Wyndorf sigue en estado de gracia. Cuando de lo que se trata es de subir revoluciones ahí están “Hallelujah” o “End Of Time”. Sonido puramente americano, esas melodías de arranque son el perfecto chute que necesita uno para alegrarnos el día. Cerveza en una mano y buen trago en la otra.
Luego también están las melodías ciertamente extrañas, pero que despiertan los secretos más oscuros en “Last Patrol”. Desde su gran portada, épica de cualquier clásico del doom, hasta un tema como “Three Kingshifers” que bien se puede poner en cualquier disco de una banda como Candlemass. También está la canción “Mindless Ones”, otro de los cañonazos del disco que mantiene ese impulso heavy/rock, bien conducido y construido por sus guitarristas
Estas y muchas cosas más, hacen de “Last Patrol” un disco que, como decía en un principio, es muy completo. ¿Otras características del disco para complementarlo? “The Duke (Of Supernature)”. Hermosa y muy tribal, rezuma esa frescura que acompañan grandes letras que provocan hipnosis.
Imponente rock duro mostrado en todo el trabajo, impulsado por mortales riffs. Como siempre el alma de un señor como Wyndorf es permanente. Sus travesuras a la guitarra es el molino, el corazón del disco que lo hace girar de una manera soberbia. No hablamos del mejor vocalista, pero tiene un estilo único y reconocible que lo hace como líder perfecto para Monster Magnet.
Si hay un tema para destacar en un disco lleno de grandes canciones, esa es “Stay Tuned”. Inmensa y la fiel prueba que deja a este nuevo trabajo, como un disco más moderado que su predecesor “Mastermind”.
La banda cuenta con tres guitarristas en sus filas y uno podría pensar que pueden sobrar alguno, pero ya les adelanto que no. Complementados a la perfección son ellos los que le dan la chispa y la calidad sublime a un álbum envidiable. A pesar de la perdida en sus filas de un grande como Ed Mundell, Dave Wyndorf y los suyos han sabido sobreponerse a las adversidades y mantener el sonido de la banda intacto.
“Last Patrol” por momentos nos puede recordar al gran “Superjudge”, segundo disco de la banda. Al fin y al cabo, el nuevo álbum de la banda tiene sus guiños a los orígenes de la misma. Monster Magnet tiene ese carisma de fabricar riffs consistentes e interesantes que bordean los límites de la formación original de Black Sabbath, pero no lo sobrepasan.
El nuevo disco es otra pieza más que se adjunta a una discografía de lo más regular. Canciones y letras muy pegadizas, una personalidad única en todo el álbum y ese sentido del humor que despliegan sus versos, son los puntos más destacables con los que yo me quedo del disco.
Para mí un trabajo que refleja todo el tiempo que lleva la banda en carretera. Si este fuera su último trabajo, sería una despedida por la puerta grande. Espero estar equivocado porque si después de tantos años vienen estos tíos dos décadas después y fabrican un pepino como “Last Patrol” todavía a ese lápiz le queda mina que gastar. No digo más, simplemente que Monster Magnet, han vuelto.