Analizamos el arrollador estreno de Muda
En un miércoles digno de recoger tempestades en nuestra puerta número 235, empezamos fuerte irrumpiendo con el estreno de este portento llamado Muda, los mismos que irrumpieron en medio de la pandemia con el doble single “Nimega/Arena Negra” (ver aquí) y que la pasada semana, lanzaron a través de Los 80 Pasan Factura y Godbox Records, su homónimo estreno.
Tal y como yo describí en su día, la música de Muda se mueve bajos los límites fronterizos del hardcore y el post metal, pero también es verdad que en medio de su caos sonoro, Muda consigue equilibrar todo ese desconcierto instrumental bajo las labores de sus dos únicos componentes; Cas (batería) y Cristo (guitarra).
Digamos que la reputación de estos dos artistas les lleva por proyectos anteriores en dónde se han labrado una labor que ahora parezca liberar las cadenas de esa bestia que llevan dentro. Y no es menos, Muda desata uno de los mejores infiernos de este 2022 y en base a su notable estructura consiguen crear auténticas tormentas en los que etiquetas como el sludge o el math rock, también les pueden ir al pego.
Aunque haya muchos que detesten esto de las etiquetas, sigo diciendo que son la mejor orientación para el oyente antes de darle al play y en base a su propia versatilidad, Muda ofrece una vertiente camaleónica para disfrutar de sus muchos estados de ánimo, ya que las tendencias atmosféricas adornan los momentos de mayor calado en el álbum.
Lo mejor es la recreación de un proyecto que culmina con este debut su primer aniversario desde su fundación. La gestación de ideas inmediata solo está equilibrada a la química presentada por sus dos componentes. Tanto Cristo como Cas consiguen el sonido de una banda de 6 miembros, y siempre desde la perspectiva instrumental.
Muda cabalga en un frenesí estilístico que arrolla todo cuanto este a su paso como un tráiler de 18 ruedas. Momentos culminantes y demoledores como “Nimega” dejan la faceta más abrasiva del dúo instrumental. También está esa descarga supersónica de Cas en el tramo intermedio de “Estral”. Ejemplos perfectos para poner a prueba la crudeza de la banda. Minutos severos definidos por su brutal embestida y sorpresas como esa “Cola De Dragón” recordando por momentos la influencia de Kowloon Walled City entre su variedad de estructuras. De alguna manera, “Flehmen” conecta en ideas con su predecesora hasta que los propios Muda no tardan en conectar su velocidad de crucero. Sin embargo y cerrando un poco el destripe de este disco, la dinámica de “Boca Ratón” deja otro de los grandes recursos de Muda, no solo para ver el carácter progresivo de los tinerfeños, sino también los diversos giros de guion implantados en los esquemas de este debut férreo desde todas sus vertientes.
En un disco que definitivamente no hace prisioneros, Muda se bautiza con uno de los estrenos más salvajes del año. Sus ejecuciones bien contrastadas y mayormente compactadas nos dejan un sorpresón mayúsculo con una mutación que no para de plasmar diversas transformaciones en un desarrollo tan descomunal, que no deja títere con cabeza.
Web Oficial Los 80 Pasan Factura
¡Muchísimas gracias por este maravilloso análisis, Rubén!.
¡Abrazos!
Muda.