Analizamos el homónimo estreno de Bajo Tierra
Con la reseña a medio hacer desde hace meses, toca ponerse las pilas en poner un poco en orden la bandeja de entrada dentro de las repisas instaladas en la puerta número 235. Desde este punto si hay un disco que tenía ampliamente ganas de devorar, de esos que dejan una grata sensación desde sus primeras escuchas, es el homónimo de la formación chilena, Bajo Tierra.
Un título de proyecto como serio aviso de los minutos que se nos presentan en los próximos 30 minutos. Una cifra bastante clara en su totalidad para conformar un EP y resurgir de las sombras que hay bajo la superficie de nuestro planeta, otro de esos colosos del sonido pesado, con claros instintos de llevar esa naturaleza instrumental de muchas de las formaciones adictas al relieve stoner, y la historia que ha derivado en ellas.
Desde esta perspectiva, la criatura Bajo Tierra se presenta como otro de esos cuartetos prominentes, oriundos de la localidad de Temuco, y basando sus primeras ideas dentro de la complejidad pandémica y la difícil situación para componer un disco en medio del distanciamiento de sus artistas.
Todo autofinanciado y producido por la propia banda, “Bajo Tierra” llevo su realización entre finales del 2020 y principios del 2021, grabaciones a distancia desde diversos lugares para dar cabida la importancia de todos los matices compuestos en el homónimo estreno. Con un claro semblante a llevar ese columpio entre el blues más fangoso y una resonancia Sabbath, en su correoso firmamento instrumental se muestra de manera tajante en su apertura con la canción principal del homónimo estreno de los chilenos. Cambios de ritmo, cierto toque progresivo, se intercalan en el relieve musculoso de Bajo Tierra con un primer gancho para llevártelos rápidamente a tu sección de favoritos a partir de ahora.
Por sus melodías, esas reminiscencias a la elegancia del doom oscuro y elegante, se plasman en otro canto a la escuela de las eternas huestes de Birmingham en “Fuerza De Voluntad”. La potencia de sus riffs, se manifiesta en un claro bucle absorbente como es “Contra El Viento”, todo ellos ejemplos notables del testamento que inicia este debut de
Hay que reconocer que Bajo Tierra irrumpe con ese temblor sísmico profundizando mucho en su mella sonora. Son muchos los picos culminantes que alcanza la fuerza bruta de su sonido con ejemplos clarividentes como “Dios Del Caos”, dando fe que en los largos desarrollos es dónde la formación obtiene sus mejores vestigios, dentro de sus muchas exploraciones musicales. Del mismo modo, otro ejemplo puede ser el cierre con “Lava Mis Heridas” una hermana gemela de ésta, dónde esa impronta por la ejecución de rodearse de todos los elementos impuestos por Bajo Tierra, se fusionan en uno dejando ejemplos de gran solvencia y mejor ejecución en un cierre digno de encumbrar este debut de los chilenos.
Un estreno que no deja de parpadear esas luces de nuestras cabezas al escuchar similitudes de muchos de los colosos del género. El arranque de Bajo Tierra es cuanto menos prometedor, no solo por la zona de donde viene y el aporte del underground chileno en toda su extensión, también es una descarga correosa, con algo de falta de volumen a sus riffs, pero con unas pretensiones sobradamente para poner un credo firme a su próxima jugada.