Analizamos “Shadow Work”, la cuarta entrega de Druids
El cuarto trabajo de la formación de Iowa, Druids, llega para cerrar nuestra sección de novedades esta semana con el impetuoso “Shadow Work”, llegado bajo el registro de Pelagic Records, y el respaldo de 13 años de larga carrera para estos norteamericanos, enfrascados en ese sludge de vertientes psicodélicas
Es cierto que cuando escuchas “Shadow Work”, siempre y cuando sea tu primera intromisión con la banda de Des Moines, vas a ver semejanzas a la formación de John Baizley y sus Baroness. Muchas melodías se asemejan al magnífico “Blue Record” registrado por los citados músicos de Georgia en el año 2009, pero en el caso de “Shadow Work” hay un claro componente en el que ese poder de místicas frecuencias bajas, arremete con una buena carga de riffs perpetuados desde los páramos más desolados del subconsciente.
Ellos mismos lo avanzaban en las previas del promoción del álbum y un colosal avance como fue “Ide’s Koan” que pudimos disfrutarlo en nuestro podcast del mes de Abril (escuchar aquí), llevaban ese embrujado estilo sludge psicodélico a un nuevo nivel de sofisticación.
Los días han pasado, y con esta criatura levitando por el planeta desde el pasado 3 de Junio, aquí van 50 minutos bien compactados en un arco de estilos y sonoridades, abiertas a alargar un género como el sludge hasta territorios más llenos de amplitud y diversidad. Sobre cómo llevar esas tantas influencias y multiplicarla en nuevas ideas, que no sean simplemente una influencia directa de Baroness, sino que sobre el papel también se puedan ver rastros de OM o incluso de Mastodon o Neurosis.
En este caso, hablamos de un registro transitable por esos diversos estados de ánimo y que esto se aplica en las muchas fases del mismo, tomando diferentes visiones del mismo estilo para llevarlo hasta un páramo mucho más expansivo. A partir de aquí entra la química de los hermanos Rauch y el batería Keith Rich, para impulsar esa creatividad de sus composiciones, y enmarcarlos en un disco totalmente progresista en todos los aspectos, llevando a la vanguardia el género fangoso, enfrentado con esos picos culminantes picos de las Montañas Rocosas como marco del que se rodean a diario. La misma estampa de la madre naturaleza, impulsa el relieve de este “Druids” y la fuerza sonora que contiene hasta los cielos que alcanza la culminación de los mismos colosos de arena.
“Shadow Work” es el cuarto asalto de Druids y muestra una notable evolución con respecto a sus predecesores, impresionando en los muchos factores que les acompaña, dejando su álbum más salvaje, intenso y penetrante de toda su carrera.
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