Cities Of Mars marca la transición de su sonido con su homónima entrega
El homónimo trabajo de los suecos Cities of Mars, plasmando una de esas cubiertas que ofrece una enorme vista artística de lo que nos vamos a encontrar dentro, llega como tercera parada en la discografía de unos Cities Of Mars, que tras 3 años de su último “The Horologist” (reseña aquí), nuevamente vuelven bajo los dominios de Ripple Music.
Las premisas del nuevo “Cities Of Mars” aguardan una historia llena de misterio y ciertas connotaciones apocalípticas dentro de las revelaciones de ese cosmonauta soviético embarcado en una misión espacial encubierta del año 1971. En dicha misión descubrirá una antigua ciudad marciana que despierta una conspiración dormida desde los albores de la humanidad.
Una sinopsis idónea para distribuir ese doom cósmico de Cities Of Mars en esta tercera entrega. Totalmente enriqueciendo el género para la ocasión, los 3 miembros de la banda nos sumergen en esa creación de atmosferas profundas en la que sus armonías vocales, retumban como reverberaciones en el abismo universal. Un elemento indispensable este que yo considero, para que un álbum de esta naturaleza musical nos meta hasta el tuétano del gran concepto que proponen y de la música y el estilo que aquí se presenta. Un intricando firmamento que esta vez ofrece una elaboración mucho más detallada, sino la más detallada de toda su carrera y esos siempre acompañamientos entre sintetizadores y una diversidad de elementos electrónicos para dar más confort a toda su atmosfera.
También destaco la complejidad que se lleva en un álbum que ya de por sí presenta un planteamiento bastante ambicioso, y dónde los propios Cities of Mars logran el camino de llevar su música a una dirección en concreto. Un disco que, teniendo esa base doom, no deja de acurrucarse bajo las melodías de Baroness o los riffs incisivos de The Sword, sobre todo en su última etapa.
Reflexivo en muchos momentos, este es un trabajo que marca una transición positiva para Cities of Mars. Su timidez hacía el marco progresivo y sus tonalidades más propias a las corrientes atmosféricas, bañan de bellos minutos todo el ecosistema de esta nueva entrega homónima, lista para posicionar y recalcar un poco más la labor del power trío de Gotemburgo sobre el mapa.