Demon & Eleven Children – “Demonic Fascination”; Un culto a lo oculto…
La figura transgresora del doom como itinerario de este miércoles en sus dos reseñas. Que menos entonces que para iniciarnos vayamos a un país que nunca hemos tocado en esta web llena de sorpresas y revelaciones como la aparición de estos Demon & Eleven Children.
El título de este proyecto chino bien que se marca un homenaje al discazo de la corte setentera nipona Blues Creation que reseñamos en su día en nuestros “Ecos De Sabbath”.
Hablando del doom en nuestro primer párrafo, de Sabbath y de títulos como homenaje para el resto del día, ya sabemos por dónde nos adentraremos. La oscuridad de este proyecto mixto de Guangzhou nos mete hasta las penumbras del proto doom salvaje de principios de los 70, como mejor homenaje a sus hermanos vecinos japoneses, la furia del doom primitivo de Pentagram, el músculo distorsionado de las moles de Dorset y por supuesto, la ambientación más macabra de Uncle Acid And The Deadbeats.
El cóctel es insuperable en este aspecto una vez que todo se fusiona, y asistimos a otra de esas sesiones lo-fi, cargado de la sátira que le corresponde un humor más negro que los cojones de un grillo.
La sesión es tal que incluso sus tendencias jazzísticas coronan el sirope de sus funciones masivas. Los pasajes instrumentales de “Stabbed By Illusion” o la propia “Vertigo”, ahí va otro homenaje como título, conmueven ese stoner/doom cinematográfico por minutos pegajosos.
La serie B del cine de terror tiñe algunos momentos tétricos en pasajes de películas como mejor decorado. El heavy blues de “Pot Girl Blues” deja una corta pero inspiradora carta a la experimentación de la banda como buena antesala a la desolladora “Don’t Bury My Coffin Until You High”. Hablando de blues denso, la canción principal toma la palabra alcanzando una barrera de casi 10 minutos de fuerza tan bruta como arrolladora.
Lúgubre, fangoso y bien ácido, la aportación de Demon & Eleven Children obtiene una gran carta de presentación con el nuevo “Demonic Fascination”. El fuzz aquí es sórdido y rico en nutrientes. Vertientes que imperan entre las líneas más clásicas del género, con toda la amplificación del stoner actual. La mezcla es sumamente embriagadora, como esos cantos corales en las voces femeninas que dejan una postal inquietante en su actitud claramente ocultista.
Más de estos chic@s por favor…
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