“Deprecipice”, el lado inhumano de Mastiff
A veces nuestro umbral psicodélico se llena de algunas de sus excepciones, una de estas lleva el nombre de Mastiff, unos desolladores que claman con su grito en rebeldía a esta sociedad nauseabunda que nos rodea y la política inepta de los muchos gobiernos de este planeta en declive.
Como consecuencia, la ira se exterioriza en rabia, y la rabia en miseria, es por eso que una banda como Mastiff, capaces de adoptar uno de los crossover más brutales de los últimos tiempos en su estilo inclasificable, lleve en las 10 canciones de su nuevo “Deprecipice” una de las propuestas más inhumanas que seremos capaces de soportar y/o disfrutar en este 2024 en “La Habitación 235”.
Son viejos conocidos de esta casa, producto de ello fueron entregas como “Bork” (reseña aquí) o la continuación de este con “Leave Me The Ashes Of The Earth” (reseña aquí). El panorama actual, esa visión que tienen muchos a través de las ventanas de su hogar y la resaca que aún seguimos pagando con tormentas como la propia pandemia, entre tanta inoperancia mundana, atisba un futuro desolador. A partir de aquí se abre esa otra ventana que nos lleva al universo sonoro de Mastiff, llevando ese temor inevitable a un caos establecido, instigado en géneros como el sludge, hardcore o vertientes más extremas como las del grind en su amalgama de sonidos.
Amenazantes en todo momento, el nuevo “Deprecipice” deja uno de los discos más compactos de su discografía. Material altamente cohesivo, abriéndose entre el frenetismo de “Skin Stripper” o esa avalancha sónica que es “Bite Radius” en su apertura. Despiadados en este aspecto, volvemos con otra de esas alabanzas al metal extremo, del que no se hace prisioneros, en dónde la descarga es devastadora y contiene riffs que llaman a las puertas de la vieja escuela del thrash en “Worship”. Sin embargo, durante los 35 minutos de anomalía tectónica, Mastiff también vira su versátil sonido hacía los campos del death metal más remoto con ejemplos como “Serrated” o “Everything Is Ending”.
Esto no quita que su variopinta y enfermiza propuesta, sigue sembrando esos profundos cráteres sonoros con “Void” y ese instinto aplastante. Las melodías convierten su fórmula más pegadiza en “Thorn Trauma”, mientras que otros cortes como “Pitiful”, dan su patrimonio a los riffs más densos y a partir de aquí, se enciende nuevamente el conector de llevar su monstruosidad de sonido por diferentes niveles.
Mastiff no decepciona, al contrario, sigue avanzando para llevar un género como el sludge al lado más innovador que un país como el británico, ha puesto ejemplos tan valerosos en los últimos años. Lo nuevo de los músicos de Kingston Upon Hull vuelve por sus fueros más destructivos, llevando esa angustia presente tan emotiva en sus funciones, capaces de equilibrar con la dura realidad que nos rodea.
En otras palabras, una buena ración de mierda que todos deberíamos de probar…
[bandcamp album=1621166460 bgcol=FFFFFF linkcol=4285BB size=large]