“Downpour”, absorbiendo la materia de Kanaan
Siendo posiblemente uno de los últimos recursos del heavy psych más sorprendente e innovador de los últimos tiempos en el viejo continente, constancia y virtuosismo son los apellidos de estos músicos llamados Kanaan, que ahora floreciendo una discografía que sigue abriendo sus ramificaciones de una manera muy próspera, regresan fugazmente con el nuevo “Downpour”.
Colaboraciones como las de Hedvig Mollestad se reúnen en este nuevo encuentro con los nórdicos, nuevamente arropados por la distribuidora Jansen Records, para dar forma de luz y color a su compleja esquemática que ahora, y recordando en parte a su pesado “Earthbound” (reseña aquí), vuelve a inyectarnos en ese fuzz vertiginoso, propio de caer en la locura de sus canciones más rocambolescas.
Parece que Kanaan vuelve a desatar la furia en su nuevo comedido, solo que para la ocasión su vibrante y caótica sección rítmica vuelve a dejarnos momentos para la gloria del progresivo frenético que manejan los daneses, siendo canciones algo más cortas para la ocasión, cierto, pero sin perder ese ADN que les ha hecho a día de hoy, uno de los grupos más prominentes del sector.
Como nuestro indiscutible DISCO DE LA SEMANA, el nuevo “Downpour” lleva a la línea más fulminante de la banda, pero también la más hipnótica en muchos momentos, ya que ese efecto sorpresa prevalece en sus muchas jam sessions. A pesar de ser un trabajo de llevarse por las inclinaciones más pesadas y dejar de lado esa marca más fina, vista en registros anteriores como “Diversions Vol. 1; Softly Through Sunshine” (reseña aquí) o su predecesor “Double Sun” (reseña aquí), esa fórmula ganadora entre el free jazz y el heavy psych, eleva los grados de fuzz para marcar una química absorbente en el nuevo “Downpour”.
Dentro de un miércoles incitado por los segmentos instrumentales, Kanaan sigue sorprendiendo a propios y extraños en un disco que no necesita de esas alargadas jam sessions para poner en jaque todo su universo de prestaciones. “Downpour” pone a prueba a estos arquitectos con tiempos más comedidos pero excelsos de esa variante psicodelia nutritiva de emociones y sus pistas más directas. Siguiendo los patrones en bucle de las iniciales “Black Time Fuzz” o su avance “Amazon”, hasta entrar en esa capa dónde la varita mágica de Kanaan entra en juego y nos regala momentos como los de la propia canción principal.
Nuevamente esa marca progresiva orquestada por su propia sección rítmica, la alabanza sobre las baquetas dictaminada por un pulpo de trote jazzístico como es su batería Ingvald André Vassbø y ese acompañamiento inicial del bajista Eskild Myrvol, vuelve a llevarnos por esos derroteros míticos a los tiempos originales del sobresaliente “Windborne”, como magnífico debut de Kanaan. Aprovechando esa marca de algo más de 7 minutos y medio, tenemos todo un testamento para entender porque este es nuestro DISCO DE LA SEMANA. Un soberbio in crescendo domina la materia viviente de Kanaan absorbiendo nuestras mejores alucinaciones en esta masterpiece para ocio y disfrute del oyente. Otro de esos experimentos marca de la casa de los noruegos.
La otra pista a destacar en este caso sería para el quinto acto titulado “Orbit”. Nuevos minutos basados en ese crecimiento característico de los de Oslo, llevando esos lamidos atmosféricos y de bella marca progresiva para ponernos en las corrientes de los más reconocidos King Crimson. Nunca la oscuridad de la banda se transparento de tal manera, incluso ese enfoque más doom de sus primeros actos, nos hace llevar elementos prácticamente prohibitivos para el mismo como las panderetas. No, no hay panderetas en el doom, pero después esta Kanaan para hacer reinar esa locura de improcedentes, enchufándose en una corriente de los Hawkwind más poderosos y entrar en ese segundo acto de puro trance, dónde nuevamente esa colisión de matices Kanaan, vuelve a dejarnos otra de las culminaciones de “Downpour”. Precisamente, son sus instantes finales con las dos partes de “Solaris”, en el que ese mencionado trance, nos guia por esos derroteros más pesados y de tiempos medios que marcaban los instantes iniciales del registro, bajo esa conducta space rock y la siempre eficiente muestra de sintetizadores.
“Downpour” es el itinerario perfecto que sirve como mejor revisión a toda la discografía de la banda. Los músicos de Oslo utilizan tiempos más estándar para darnos un periplo de heavy psych cósmico y corrientes jazzísticas, en medio de un firmamento de emergentes líneas caóticas y rebosantes rasgos de fuzz, como mejor fusión para esta nueva propuesta de Kanaan que sigue mostrando la infinidad de recursos del power trío.
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