El vertiginoso fuzz de Sun Voyager
La continuación del debut de Sun Voyager aterriza como otra de nuestras novedades a nuestro umbral psicodélico, con una oferta desde Nueva York desde su formato homónimo para la ocasión. Y es que tras su debut en el 2018 bajo el título “Seismic Vibes”, llegan ahora como estreno con Ripple Music, y esas dosis amplias de heavy psych con inclinaciones garage para paladares que han recorrido las órbitas de Thee Oh Sees, King Gizzard & Lizard Wizard o Dead Meadow.
Un buen punto de orientación citar a esas 3 bandas para dirigir al oyente hasta el núcleo este vórtice gravitatorio de difusas y celestiales gamas bajas que es “Sun Voyager”. Un disco sin apenas paradas de reflexión, bajo un impulso intenso de vertiginoso fuzz.
Es verdad, la multi-perspectiva de Sun Voyager puede disparar a discreción en muchas direcciones, razón de más es ver ese espíritu improvisador de la banda, porque al fin y al cabo de una jam session de 2 horas en su búnker de operaciones se puede sacar el grosso de este homónimo trabajo. Desde este aspecto, y gracias a las muchas giras que les llevo “Seismic Vibes” hasta la fecha, es dónde nace la madurez de Sun Voyager para obtener los frutos de un disco como este trabajo…
Unas sesiones que por momentos puede llevarnos hasta los tramos sónicos de Earthless, o invitarnos al rock’n’roll más sucio de los AC/DC setenteros. Las canciones enloquecen pero ante todo nos mete en esa vorágine heavy psych, muy inspirado en el krautrock de la época y la mutación llevada desde entonces hasta los días del presente.
Elementos como Fuzz, Hawkwind o incluso Slift, son también invitados para comer en la misma mesa de Sun Voyager. El disco nos lleva por ese laberinto tan improvisado de ideas como impredecible en muchas definiciones, pero ante todo, es en su difusa y acertada producción es dónde se abrazan a esa distorsión que lo hace todo divinamente borroso y de lo más garajero.
La propia banda cita a esa hora de las brujas para deambular en la oscura noche, en dónde no sabes lo que te va a esperar a la vuelta de la esquina. Con esta premisa, nace de la grandeza de un buen riff el homónimo de Sun Voyager, implacable en todos los sentidos bajo esa orientación de llevar la expansión psicodélica hacía nuevos territorios.
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