Estrenamos el debut de Sorcia, prominente formación para agrandar el patrimonio de Seattle
Ilustres nombres se reúnen para este formidable estreno de Sorcia del que podemos disfrutar durante este viernes, día de su lanzamiento oficial, de toda su inmensidad. Y es que la producción de un icono para el underground de Seattle como es Tad Doyle (Brothers Of The Sonic Cloth, TAD) o en la fina mano de Jack Endino en el máster final, son sin duda pequeños alicientes escritos con mayúsculas para que el acabado final de este homónimo debut, presente uno de los cañonazos más bestias del sonido pesado en este 2020.
Tal y como adelantamos en su día con la previa del mismo, aunque este power trío venga desde el mismo corazón de Seattle, son muchas las resonancias de esta fortaleza del stoner/doom las que emanan esos principales fundamentos del NOLA.
El ingreso de la banda en los Witch Ape Studios el pasado verano, lleva en la capa de producción final el elemento más indicado para crear el álbum más indispensable que puedas haber escuchado del género en lo que llevamos de 2020. La siempre mezcla efectiva de llevar esa cruda pesadez del stoner y la fusión con el blues más pesado, siempre nos llevan a las humeantes atmosferas de Weedeater, en un disco que bebe mucho al cometido de los mencionados músicos de Carolina del Norte.
Toda su fuerza y su rotunda firma se basa en ese trinomio sonoro stoner/sludge/doom. Entre esos parámetros y la dinámica de las voces, ofrecen una nueva visión sobre la última de las versiones al señor riff. Una proyección desde el corazón de una ciudad en contacto directo con el mismo en las últimas décadas. En una ciudad como es Seattle, catalogada de llevar el rock pesado más deprimente, Sorcia es su nuevo baluarte.
Su ADN es propio de revivir la grandeza de esos últimos tiempos del siglo XX, su homónimo trabajo reclama muchas de sus influencias, y desde esta visión, el power trío le rinde su mejor tributo. Un debut que se aferra mucho al género establecido, pero que también siempre lleva esa innovación por desmarcarse del mismo introduciendo algunas novedades. Desde este punto de vista, todos los elementos están sobre la mesa para crear un álbum de peso para el estilo en cuestión. El debut de Sorcia, no es un disco más de stoner/doom, desde su primera escucha ya notas como la atracción de sus composiciones, las guturales desgañitadas de sus voces, o el estruendo de su sección rítmica, nos dan una nueva clase magistral de celestial distorsión para las vitrinas del sonido pesado y en pistas como “Nowhere But Up”, como su primer adelanto, y también la misma que lleva algunos giros de guion, agrandan la dinámica de la banda, y su lado más ambicioso.
El equilibrio es fundamental en todo disco si queremos completar el producto, “Stars Collide” es otra de esas pistas que recalcaría de un disco fabuloso, llevándonos en sus densas estructuras a la gloria del estilo, la imperiosidad de sus voces, o la fuerza masiva de su descarga. Sorcia en estado puro y pistas de estampa mucho más desértica en esa cara B del redondo con otras embestidas como “Repression” o “Stoned Believer”, momentos que enmarcan un final soberbio.
Volvamos al principio del LP, de cómo esas influencias que nos llevan hasta el pesado grunge, las resonancias pantanosas de Carolina del Norte, o incluso llegando a la melancolía más oscura del maestro Dax Riggs y sus Acid Bath, hacen de este disco todo un patrimonio de los 90. La cara A se caracteriza por pistas más cortas, no pasan de los 6 minutos, pero sí que llevan ese estruendo heavy blues en “Coffin Nails”, todo un guiño a Goatsnake, que duda cabe. “Sunburn” desciende a los infiernos de una banda que se disfraza de Bongzilla por momentos para otra clase maestra del blues más fangoso.
Sobresaliente debut de unos Sorcia listos para dar guerra en años venideros con un arranque tan prometedor, como fundamental para la estirpe del sonido pesado en la actualidad. Un álbum que entra por el oído a la primera y hará a su vez, no solo que disfrutes de esta fiesta del riff más denso, sino que también saques el polvo a los vinilos de Goatsnake, Weedeater, Witch Mountain, y diversas bandas compatriotas de estos músicos con todas las garantías que siempre adopta la historia en una banda de Seattle, teniendo en su apartado técnico nombres con el suficiente peso para equilibrar esta cautivadora contundencia.
Bandcamp Incineration Ceremony Recordings
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