“Fenice”, el abismo sideral de Ufomammut
Pocas presentaciones necesita una banda como Ufomammut, a quiénes prácticamente, muchos daban por muertos en el año 2020 tras anunciar el cese de sus funciones de una manera indefinida (ver aquí).
Dos años han pasado desde entonces y las muchas reflexiones de un planeta que se ha visto azotado por una pandemia y un aislamiento para su pueblo, han dado también que pensar y llenarse de variantes en el seno de una banda como Ufomammut, desde su propia integración, hacía la transformación de su sonido que es algo que acaba destacándose como una de las novedades del nuevo y esperado “Fenice”.
Tras la salida de Vita de Ufomammut en el 2020, la prioridad de Poia y Urlo han sido la supervivencia del proyecto. Y es que anunciando ese cese hace dos años, podrían haber cerrado un ciclo majestuoso, cosechado por las grandes obras que corroboran su discografía en los 20 años que cumplían (ver aquí). En su lugar, creo que los dos mencionados músicos italianos, saben de la necesidad de la existencia de una banda como Ufomammut por razones tan sobresalientes y deslumbrantes como su última referencia discográfica “8” (reseña aquí), una de las gestas culminantes de Ufomammut en 2 décadas que a modo visionario, sería la base perfecta de lo que hoy es “Fenice”, y el giro de tuerca en el sonido de los Ufomammut más recientes y espeluznantes a la vez.
El duodécimo álbum de la banda (noveno entre sus series de larga duración) carga de toda esa psicodelia reverberante que habita omnipresente a un nivel fantasmagórico en todo “Fenice”. Por el título del mismo, los propios músicos, que ahora vienen bajo la incorporación de su nuevo batería Levre, se regeneran de las cenizas como el propio elemento de la mitología griega. La connotación de los sintetizadores es un elemento muy común en las muchas bandas que fondean ese heavy psych más contemporáneo con los mecanismos espaciales. Sirvió de buenas maneras en su anterior registro que mostraba la fuerza bruta de la banda, abriendo las puertas a ese abismo sideral, que hoy se expone ante nuestros ojos con su infinita inmensidad. A partir de aquí se presenta el nuevo universo de unos Ufomammut entre su doom cósmico más espectacular, algo que con el devenir de las escuchas resulta grandioso en su disfrute, dónde se puede profundizar entre sus muchas texturas, y dónde definitivamente y como muchos discos de su especie entre su cometido, acabamos encontrando nuestro hogar de desconexión necesaria.
Los ingredientes de “Fenice” se dejan guiar mucho por la interacción de nuestra intuición una vez que somos testigos de este espectáculo sonoro y reflexivo desde sus primeros minutos. El desarrollo de sus logradas atmosferas, prosperan con una cantidad de ganancias en las muchas capas que se van superponiendo al poder instrumental de una banda que cierra todo el paquete sonoro con sus muchos crecimientos, y esos picos culminantes donde la mano maestra de los italianos en las composiciones intergalácticas, sobre pasan la realidad de nuestras emociones y nos ponen al borde de la catarsis sónica. La graduación sonora de “Psychostasia”, las densidades sintéticas de “Metamorphoenix”, o la progresión que lleva un martillo como “Pyramind”, sostienen el eje central de “Fenice” en su tramo medio. Una trilogía de pasajes que asaltan nuestra mente en poco más de 20 minutos con todo el armamento necesario para descubrir de lo que son capaces los Ufomammut más recientes. De igual manera, su apertura con “Duat” muestra ese afán de los italianos en la innovación a la suma de los nuevos/viejos elementos, una puerta entrante que bien puede establecer la renovación en el sonido de la banda.
“Fenice” podría llamarse como una vuelta al núcleo de los Ufomammut más primitivos, pero arrastrando toda esa evolución posterior de la banda que los ha llevado a un reconocimiento internacional que ahora tiene una de sus respuestas icónicas, más vanguardistas entre sus muchas excursiones al cosmos. Si hay un disco que tendría que responder a la llamada necesaria de Ufomammut, no veo otro mejor en su discografía que la grandeza de “Fenice”, definitivamente el punto de inflexión en la carrera de los meteóricos italianos, ahora más conceptuales y detallistas dentro de su legado al sonido pesado y desvaríos mentales.
Un disco que responde a las expectativas, multiplica sus garantías, y culmina el retorno de unos hijos pródigos del profundo abismo universal.