“From The Trails Of Desire”, como nueva dimensión para Santa Planta
Si siguen mis escritos de los últimos años habrán visto que la pandemia es uno de las temas que generalizan en muchos de los encuentros de a diario en nuestro umbral psicodélico. Fue un momento en que el aislamiento y la música conectaron directamente con el oyente más aventurero, aquel que en su soledad necesitaba de emociones nuevas en su vida ante el bloque planetario y la falta de respirar aire puro. Es verdad también que si mirábamos por las ventanas, las calles ofrecían un paisaje prácticamente desolado, solitario, con toda la población recluida en sus casas y la eterna pregunta de si todo esto valdría para algo.
Evidentemente cada uno tendrá su propia teoría, una respuesta que queda para él y solo para él, ya que nadie tiene la verdad universal. Yo pongo la mía, y es que ese castigo solo sirvió para hacernos peores personas. El planeta está en declive desde mucho antes que nuestros padres tuvieran una idea de nuestra remota existencia futura, pero lejos de entrar en divagaciones, la música que experimentamos aquí en estos últimos tiempos, mucha de ella proviene de esos tiempos tan inciertos.
La reflexión de muchos, la aprobación de si merecemos todo lo que tenemos o de lo que nos rodeamos, las injusticias en medio de una sociedad desequilibrada, enfermiza en muchos momentos, maquiavélica en sus tantas acciones. Bandas como Santa Planta fueron uno de esos tantos protagonistas que en esa clave de fuerza bruta al estilo Windhand, Electric Wizard o Slomatics, residieron en esa fuerza stoner/doom con su demo de presentación (reseña aquí) en medio del oscuro 2021 y dentro de su descarga experimentaríamos ese hábitat de desconexión para inundar nuestra mejor zona de confort.
Exactamente como corresponde a los principios de esta web, los músicos de los bajos fondos madrileños regresaron hace unos días con su esperado debut larga duración titulado “From The Trails Of Desire”, o lo que es lo mismo, el vuelo rasante que peina las dunas del desierto, descargando esa distorsión ocultista entre capas reverberantes para nuestro necesario trance.
Si antes hemos hablado de ciertas bandas para orientación del oyente, es porque las influencias están ahí para destaparlas, pero el efecto narcótico que deja “From The Trails Of Desire”, juega en su papel más ambiental en las pistas largas del registro. Santa Planta, actúan con la madurez de una banda que lleve 20 años en carretera. Lejos de parecer más unos debutantes, este álbum ahonda en ese espíritu de introspección que podría valer en las muchas partes del prólogo de este artículo, pero también del deseo de flotar a un nuevo nivel cósmico, mientras sus canciones fluyen entre la inmensidad del abismo universal.
Es cierto que también se experimentan ciertos cambios respecto a su predecesora maqueta. La “salida” de su bajista Alex Reduello, aquí vuelve en forma de colaboración para el tema que da nombre al proyecto. Por su parte, Dani más allá de su implicación con los riffs, también contribuye con la voz principal de la baterista Lola, e incluso su contribución a las teclas le da por momentos ese aire más funesto a “From The Trails Of Desire”.
La vuelta de Santa Planta adquiere una nueva dimensión, mucho más ambiciosa y lejos de caer en los estereotipos del sonido pesado. Como he dicho muchas veces, los matices cuentan mucho más allá de asentarnos en la fuerza bruta y solitaria de un único riff, y en este encuentro es dónde los capitalinos sacan lo mejor de sí para crear un decorado lisérgico que hará las delicias de la muchedumbre abierta al doom más psicodélico.
En su infinita inquietud, Santa Planta se abraza al lado más oscuro del sonido pesado, siguiendo las directrices para crear una música envolvente, a través de hilos conductores propios de llevarnos a las muchas meditaciones del mismo.
Una expansión de sus funciones para delatar la gran vocación de estos tres jóvenes músicos de Madrid.