“Goodbye”, el lado humano de The Bad Light
Construido durante el fatídico 2020 en el que paso de todo en la soleada costa californiana, así como el inicio del COVID-19 en todo el planeta o el propio fuego abrasador que ardía de entre sus colinas, son algunos de los detonantes para inspirar a los norteamericanos en este nuevo álbum, mostrando el lado más personal del proyecto The Bad Light.
El bagaje de desgracias alcanza su lado más dramático con una de sus pérdidas más importantes en la historia de la banda, conectando en esa sensibilidad dentro de un disco personal y muy mimado para acurrucarnos en la templanza de una banda como ellos.
Siempre bajo esa estepa blues, que a veces obtiene un carácter más pesado y otras tantas se abraza al folk, no han sido buenos tiempos para el guitarrista argentino Edu Cerro y su compañero en la batería Dana Shepard. Una gran amiga y voz de estos The Bad Light hasta hace dos años se apagaba lentamente por la enfermedad de cáncer.
Así es, la voz de Celeste Deruisa se apagó dejándonos inolvidables momentos en una discografía que reboza de esa conexión entre el heavy psych y el blues, y que aquí tiene una última carta de despedida con sendos cortes acústicos como son “I Walked Right In” y “Scars”.
Igualmente el disco, más allá de un magnífico homenaje a su compañera, también sirve como presentación para Chloë Menkes, la nueva voz (casi que operística en muchos momentos) de The Bad Light, siempre bajo ese símil de unir esa dualidad de voces masculinas y femeninas entre la cantante y el propio Edu Cerro, quién también se encarga de realizar la cubierta exterior de “Goodbye”.
Tal y como su título muestra, “Goodbye” es el nuevo álbum de los músicos de Santa Cruz, el mismo que presenta ese lado humano a través de un conjunto de canciones sumidas a la elegancia del folk y del blues, pero sin dejar de lado el sonido más característico de los californianos. Con esto claro, tenemos que incluir entre sus diversas mantras, sonidos naturales, de la propia grabación, la inclusión del sitar, y todos esos compendios prácticamente de naturaleza raga para conformar la mejor de las ambientaciones y disfrutar del gran elixir de este brebaje.
El último contacto que tuvimos con ellos fue el split con Tuna de Tierra, conocido formalmente como “The Bad Tuna” (reseña aquí) y posterior a su debut larga duración “Temples” (reseña aquí). Precisamente este lanzamiento también presentaría a la tristemente desaparecida Celeste Deruisa, como nueva voz en sustitución de la vocalista original Emily Pegoda, y desde entonces, entiendo que esa construcción de canciones entre los 3 componentes, tiene su punto de encuentro en el set list que registra “Goodbye”, a la que hay que incluir la labor de Menkes.
Arraigado de esa fascinación por el blues, que aquí goza de todos sus elementos para meternos en la mejor atmosfera de The Bad Light, este disco mantiene el empirismo en uno de los mejores rituales mostrados por la banda hasta la fecha. Una conexión clara que va más allá de las líneas mostradas por el reformado power trío y conecta con las personas pérdidas por el camino desde el más allá.
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