Haunted – “Stare At Nothing”; En el valle de las sombras…
En el 2018 se apagaron los motores del núcleo central de este medio. En un principio mi intención era dejarlo definitivamente, muchas veces he dicho que por aquel entonces mis jornadas laborales pasaban a horario nocturno del que me era imposible compaginarlo todo. Siendo un orgulloso padre de familia, mi devoción por ir devorando discos, descubriendo nuevas bandas y aventurándome cada vez más y más en este extenso círculo vicioso que rodea “La Habitación 235” de sus muchas bandas familiares, me iba convenciendo cada día durante ese letargo que mi sitio estaba aquí y que no podía irme a otros lugares del que jamás me perdonaría con el tiempo haber abandonado el barco.
Por suerte, el tiempo pone cada cosa en su sitio, y siempre digo y diré que la profunda y larga habitación que nos acompaña a diario, no es otra visión que mi extensa comunión con la música y todo lo que representa mi instinto por saciar el rock más experimental.
Volviendo a aquel año, ese 2018 hizo que mis labores con la web se redujeran a las redes sociales y fueron muchos los elogios para un disco como fue “Dayburner”, el mismo que veía estrenar al combo italiano Haunted bajo la lupa del sello discográfico del este europeo, DHU Records.
Rebajados a un cuarteto actualmente, tras las salidas de Francesco Bauso y Francesco Orlando, como anteriores guitarristas, sumando la del batería Dario Casabona, la llegada de Kim Crowley como nuevo guitarrista y Luca Strano en los parches, son las caras nuevas de esta presente versión de Haunted. A su lado prosigue la voz principal de Cristina Chimirri y la del bajista Frank Tudisco, como fundadores de la banda de Catania.
La expresión no tan directa por la escuela de Seattle y su devoción por las eternas huestes de Birmingham, son el afluente emocional que vitamina las entrañas del nuevo “Stare At Nothing”. Un híbrido propicio en este tipo de alineaciones que recubre la nueva era del doom, muy en contexto con esa corriente alternativa de finales del siglo XX como mágica alianza.
Precisamente, el año que viene cumplirán su primer decenio como banda al mandato del doom, pero el nuevo “Stare At Nothing” está claro que llega para establecerse en la escena con un sello de mayor calado como es RIpple Music.
Las tonalidades más oscuras impregnan de momentos tétricos este valle de las sombras que es “Stare At Nothing”. Ocurrentes movimientos lentos y demoledores, intimidatorios por su germen estilístico, chivato de la larga lista de influencias de los italianos y con una voz de sirena como es la de Cristina Chimirri, fomentando los embriagadores minutos del nuevo álbum, dentro de esos estándares aflictivos por la que se desliza.
Desde la suavidad de “Garden Of Evil” hasta esa profundización que es “Back To The Nest”, entramos en ese cúmulo de estados de ánimos producidos por la descarga de “Stare At Nothing”. La banda pone en jaque ese sentimiento esparcido en su nuevo álbum, siempre con esas partes espeluznantes que pueden atraernos en avances como los de “Catamorph” o estableciéndose en la épica de Haunted con “Waratah Blossom”.
El impulso de Chimirri en las voces es fundamental y consigue un avance próspero en este nuevo álbum. Canciones como “Potsherds” conservan uno de los instantes más atractivos de esa cara B de “Stare At Nothing”.
Un sentido de la perversión recorre de una manera macabra el nuevo “Stare At Nothing”, y pone sobre los oídos de las masas a un monstruo sonoro como es Haunted, convirtiéndose en el próximo King Ghidorah del neo doom en los tiempos del presente. El paso evolutivo es muy notable, el simple hecho de adentrarnos en matices es dónde se nos abrirá la puerta de una nueva dimensión cargado del magnetismo que tampoco cesa en su empeño por arrojarnos hasta la elegancia en las tradicionales de un estilo como el doom metal.