Lubricando el sonido valvular con el prometedor estreno de Electric Feat
Nos sorprendió gratamente la semana pasada, cuando exponíamos a las masas la salida del último de sus singles y desde ese entonces, lo catalogamos como una nueva alabanza que viene con lo mejor del proto metal más reconocido de los 70.
Y que menos para todo esto que venir desde ese infierno griego, dónde como una de las mejores comunidades underground del frente europeo, tiene diversos ejemplos para mostrar y a la vez persuadirnos de que estamos ante un cañonazo instantáneo.
Así es, el homónimo arranque de estos Electric Feat, es tan pegadizo que invita a bailar. Manteniendo las viejas costumbres del género y tal y como ellos dicen; “el rock está muerto, y venimos a bailar sobre sus cenizas”.
Todo se une bajo este nuevo demonio del sello Inner Ear Records; desde su amor por el género setentero, su inspiración por la psicodelia, la dosis del blues más pesado, y el siempre eficiente proto metal, bombeando la sala de calderas de estos Electric Feat, como nuevo proyecto de una de las figuras más reconocidas en el underground griego, Georgios Dimakis (Baby Guru).
También es verdad que más allá de las bases establecidas en el proto metal, guiños a discos como los de Alice Cooper y la oportuna pesadez en los riffs de Clapton con Cream, son pequeños ingredientes que afianzan la materia de Electric Feat como para postularlo como una de las revelaciones más ejemplares de este primer trimestre.
Todo un ritual para el rock más grueso de los 70 se presenta en este prominente arranque de los griegos, con una de las producciones más idóneas para respaldar una notable sección rítmica que en ocasiones, y muchas, hasta resta presencia a los riffs de guitarra, haciendo un sonido puramente valvular, y recreando en mayor medida toda la solidez de las bandas de la vieja guardia.
También hay que destacar que el disco no da tregua alguna, y la opción de tener hasta 10 piezas magnéticas rellenando todas las tonalidades de Electric Feat, le hacen una entrega tan apetitosa como completa en su nacimiento.
Todo un soplo de aire fresco, que nos hace volver a aquella escuela de rock, dónde se inscribieron los grandes nombres del género hace décadas atrás.
