Mono y la importancia del tiempo en el nuevo “Oath”
Hechizados por su maravillosa cubierta exterior, la veteranía de los japoneses Mono está de vuelta con el nuevo “Oath” y como tal, le dan un gran sentido atmosférico a la jornada de este miércoles en “La Habitación 235”.
Bautizado como una de las últimas ofrendas sonoras al gran legado del recientemente desaparecido Steve Albini, una de las formaciones más prolíficas del género post rock revive con esta duodécima entrega a una poblada discografía que cuenta por décadas su dilatada carrera.
De hecho, “Oath” celebra un cuarto de siglo de inmenso manifiesto por parte del cuarteto de Tokio. Las complejidades y sus muchas contradicciones en la vida, son los crecimientos que atraviesan un sonido grandioso en la corteza del nuevo “Oath”.
Los estados de ánimo oprimen en sus descargas nuestro pecho, haciendo que las almas del oyente se encojan en esta nueva fábula sonora. Mono vuelve a dar un significado de aprovechar ese tiempo para hacer de este nuevo “Oath”, una puerta hacía otra fantasía que llevarnos a la mente, pero siempre desde un estado de alteración traslado al recuerdo inmediato de toda tu vida anterior, encontrándole un sentido a esta rutina que nos está matando lentamente cada día. ¿Vale la pena? 
Siempre la intencionalidad de liberarte de todo, hace de la música de Mono su primer mandamiento a la hora de entender su entorno musical, es por esto que cada encuentro con los japoneses lo hace profundamente especial y “Oath” entrelaza sus muchos momentos, capaces de oponerse a los muchos estados de ánimo del ser humano. En todo este encuadre, el contorno dibujado por Mono, deja un manifiesto envolvente e introspectivo en las paredes de “Oath” y mientras tanto, intromisiones al violín o la ambientación de sus sintetizadores, sigue adornando todas esas vitrinas que conforman la parte más esperanzadora de tus sueños.
La tensión de “Oath” es persistente en todo momento, la banda maneja muy bien los tiempos llenándolos de pasajes atmosféricos más cortos entre sus muchas antesalas y descargando toda esa potencia creativa en las canciones más largas. Es el tiempo el valor principal de este disco y a partir de aquí, las diferentes perspectivas que contemplan los músicos nipones se acolchan dentro de un disco en pleno crecimiento desde sus inicios hasta el rugir de su desvanecimiento final.
De obligada escucha experimental, Mono tiene muchas razones convincentes para hacer de su música algo realmente especial y emotiva. Dentro de su propia metodología, “Oath” lleva el peso de sus muchas capas emocionales dentro de un sentir totalmente aterciopelado, ofreciendo instantes de lo más brillantes, pero siempre con esa aura de misterio que fantasea dentro de su característico post rock.
Una fascinación bien equilibrada entre líneas orquestales, distorsionadas y ese uso de la electrónica en su justo medida, como fórmula mágica y final para atesorar otro de esos regalos auditivos en las aventuras de ensueño de este 2024.
