«Morieris», la confirmación de Crystal Spiders
El segundo asalto de la banda de Carolina Del Norte, Crystal Spiders, abre una programación que en cierto aspecto se vio interrumpida ayer por la caída en masa de las redes sociales. Y es que eso de publicar solo en web sin tener el eco producido por nuestros diferentes medios de hacer llegar aun mayor número de gente la música que aquí recomendamos, no tenía mucho sentido.
Un lugar icónico para el underground de Estados Unidos, posiblemente uno de los puntos clave en su historia y que tanto ha enriquecido al mismo durante décadas atrás. Ahora, algunos de los nombres que en su día incentivaron esa llama, se une a lo nuevo de Crystal Spiders que vuelve a adoptar el espectro más fangoso del blues en su nuevo “Morieris”.
Siguiendo la senda de su notable debut “Molt” (reseña aquí), el dúo original compuesto por Brenna Leath (también en Lightning Born) y Tradd Trancey, se les une la veteranía de Mike Dean (Corrosion of Conformity) para darle más músculo a su nuevo proverbio.
Nuevamente bajo la órbita de Ripple Music, el pasado viernes salió a las calles este “Morieris”, tan humeante o más que su propio debut del que digo, apunto grandes maneras y a un servidor dejo un gusto bastante alentador, lo suficiente para que acabara entre nuestros más codiciados del pasado curso (ver lista aquí). Lo bueno de todo esto, es como viene un sucesor a confirmar que se efecto alucinógeno prosigue la senda de su estreno, inyectando a nuestros ojos ese paisajista multicolor, lleno de nebulosas que hacen de “Morieris” un cautivador viaje por el lado más salvaje del blues más pesado y psicodélico.
Todo esto claro, con una buena dosis de fuzz deslizando y suministrando las ideas de Crystal Spiders, enchufadísimos desde el primer micro segundo de “Morieris”, y arrastrando esa especie de efecto que rellena nuestra solidez intacta por las vertientes más sabbathicas.
Cada día que escucho más discos de stoner/doom, más consciente soy de que una banda como Black Sabbath es única e irrepetible. Es como una eterna sombra procreada desde los cielos de Birmingham fluyendo de manera espectral por el firmamento de todo el planeta. Sin duda, unos padres del género alimentando en ideas a toda su prole.
Dejando este inciso de lado, es verdad que “Morieris” cada vez se va cimentando más en sus labores y eso se ve en unas composiciones mucho más dinámicas y largas, lo cuál, da entender el estudio y la exploración de la propia banda en busca de su propio sonido. Aunque el aura de todo el álbum resulta en mucha de su longitud realmente espeluznante, acorde a la mencionada temática Sabbath, no quita que nos inviten a un desarrollo mucho más gradual que su predecesor. Los riffs de guitarra tienen un mayor protagonismo, esta vez cortesía de un señor Dean que pasa de ser un invitado a uno más en la ecuación de Crystal Spiders, pero siempre reducido por las cuatro cuerdas y esa poderosa voz mostrada por Brenna Leath, mucho más exultante para la ocasión. La actitud de la frontwomen es uno de los grandes pulsos del registro, sabiendo adoptar desde la estirpe más doom en esos 8 minutos de “En Medias Res”, las incisiva “Septix” como uno de los sencillos de “Morieris”, hasta ese miramiento punk de “Pandora’s Box”.
El lado más infeccioso del heavy blues, vuelve de la mano de unos tipos que con su segundo álbum, empiezan a postularse como una de las grandes bazas y uno de esos proyectos a tener muy en cuenta para futuros encuentros. Menudo último año nos han dejado los buenos de Crystal Spiders con estos dos discazos, minutos que claman a la noche del Sabbath, para escucharla en la más profunda, oscura y a altas horas de la madrugada de la misma. Un homenaje en toda regla a la cátedra británica del proto metal, desde el lado más brumoso de su extensa espesura instrumental.
“Morieris” es tan sucio como pesado, y estos dos condicionantes atrapan a muchos. Llegados a este punto, el factor de las notables composiciones, la misma que te absorben en su propio agujero negro, es dónde Crystal Spiders se lleva los puntos de oro, adentrándonos en una corriente de misticismo oscura e inquietante, con todos los respetos marcados por el género pesado. Realmente un viaje hipnótico y maravilloso que cumple con las expectativas complejas de ponerse a la altura de un magnífico debut. Su blues vuelve a rugir para postularse como confirmación.
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