Nuevas jam sessions de Acid Rooster en “Ad Astra”
Fue una de nuestras grandes revelaciones del pasado 2019 con un impecable debut como aquel homónimo estreno (reseña aquí), registrado en el ocaso del verano de ese mismo año. Un disco que por sus armonías y su onírica expansión en la creación de elementos y simbología astronómica, ahora vuelve con un nuevo capítulo, centrando los esfuerzos en la auténtica materia que vigoriza la marca de los alemanes; las jam sessions.
De esta manera surge “Ad Astra”, un ensayo de dos largas pistas en el propio búnker de operaciones de los alemanes, grabado en directo durante el confinamiento del 2020, bajo la supervisión de algunos amigos privilegiados, invitados a este nuevo trance para vivirlo en directo.
Música psicodélica flotante como indica la propia formación de Leipzig y con la distribución del mismo disponible desde el pasado 10 de Junio por parte de los sellos Cardinal Fuzz (Reino Unido), Sunhair (EU) y Little Cloud Records (EE.UU). Instigadores de llevar el sonido y esa química de ambiental psicodelia que fluye por el firmamento de Acid Rooster, ampliando esa huella más allá de las fronteras alemanas.
El experimentalismo de la psicodelia, llevando el fuerte de esta banda con una de sus mejores esencias; un género como el krautrock. Ahora mismo, y ni corto ni perezoso a la hora de decirlo, es posible que estemos ante una de las bazas más prometedoras del género actual, y con una carrera tan alarmantemente corta como promisoria. Los minutos reverberantes ondean como mariposas sobre nuestras cabezas, listas para inducirnos a la catarsis más próspera de Acid Rooster. Puedes poner conceptos sobre la mesa que pueden ir desde lo más clásico de Can, Amon Düül, o incluso ese teclado de su apertura y la vista por el retrovisor como sinos persiguiera la mítica “No Quarter” de los Zeppelin, hasta incluso dejar ese clímax propio del citado género con semejanzas propias a una banda como Papir.
Independientemente de esto, y hablando en este caso de un estilo puramente instrumental, el factor sorpresa no abandona en ningún momento y sí que ofrece sus puntos más culminantes en un cierre como es “Phasenschieber”. Un baño de melodías cósmicas dentro del monólogo de los sintetizadores como único conductor de más de 20 minutos presentados en una belleza ambiental como colofón final del poder creativo de una formación como es Acid Rooster.
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