“Oddha Raur”, un nuevo nivel de improvisación en Kajgūn
Al igual que en su estreno con “Daogoad” (reseña aquí), los bautizados como los “punk del jazz metal”, están de vuelta con una nueva oferta mucho más expansiva y de arrolladora técnica en una discografía tan corta como alarmantemente prometedora. Hoy toca entrar en la física cuántica de los húngaros Kajgūn.
Digo eso de “al igual”, porque el disco vuelve a ofrecerse desde el formato audiovisual. Una táctica de lo más disfrutable para sumergirnos en la experiencia sonora de estos músicos del centro de Europa, llevando esas caleidoscópicas texturas de sus largas secciones, mediante pautas abiertas a una diversidad progresiva y de muchas maneras, enfocada en los vestigios del jazz fusión.
Su largo armario de instrumentos, nos meten en esa tormenta jam session recreada por una excelencia en la destreza de los cuatro componentes, mostrando las individualidades propias de una gran superproducción.
Saxofones, theremin, violínes, sintetizadores, guitarras y una gran ristra de instrumentos de viento copan este patio de recreo que es Kajgūn. Desde momentos de esa ligereza más reflexiva, asombrosos pasadizos para presentar esa solvencia técnica e incluso la intensidad de los martillazos más atmosféricos cuando entran en esos bucles instrumentales de enorme pesadez… Kajgūn lo tiene todo en su música, y lo que aquí se plasma es una encrucijada fuertemente influenciada por unas excelentes jam sessions y ese espíritu más improvisado.
Su enorme construcción equipara un planteamiento dónde sus propias armonías se establecen entre esos vasos sanguíneos en las muchas arterias de su construcción cerebral. Es como llevar en cierta manera a King Crimson a los tiempos del presente, introduciéndoles el sueño de Tangerine Dream entre sus muchos matices.
Kajgūn es una apuesta segura para los más aventureros. Son 75 minutos aproximadamente de una naturaleza única en el contorno más entusiasta de este imperial “Oddha Raur”. Su multitud de laberintos instrumentales crean un entorno vanguardista, dónde sus muchas alternancias entran en esa vorágine progresiva dentro de una clara conducta pesada de bifurcaciones atrayentes a un surrealismo devorador de estímulos.
Un nuevo nivel de realización en el mundo de las jam sessions…