“ØR”, el metrónomo inhibidor de Oslo Tapes
La nueva aportación en este año del entusiasta artista italiano, Marco Campitelli, llega ahora de la mano de su otra formación, y la experimental hábitat depositada en Oslo Tapes. Su nuevo “ØR” es la tercer entrega enfocada en el vanguardismo con claros tintes krautrock, y una salida como la del pasado viernes al mercado mediante Pelagic Records.
Evidentemente hay todo un jardín de alucinaciones en su interior, influencias a raudales que se van multiplicando conforme pasa su duración, como claro manifiesto en las diferentes habilidades de Campitelli, ahora con Oslo Tapes, y alejado de aires más perturbadores como los presentado hace unas semanas en otro de esos proyectos de amplia veteranía, The Marigold y su último y revisado “Apostate” (reseña aquí).
Con un alcance que nos lleva del norte al sur del mundo, “ØR” parte desde las altas tierras noruegas, rellenas de ese febril paisaje como nueva exploración para Oslo Tapes. Dichas sonoridades se enfrascan en un cúmulo de ideales capaces de viajar por la carrera de Portishead, pasando por Massive Attack hasta llegar a Nine Inch Nails. Este es su tercer disco, y posiblemente el más expansivo de toda su carrera.
“ØR” se presenta con una gran expresividad sobre la marca registrada anteriormente por Oslo Tapes, llevando una cadencia de extensiones que parezcan no tener fin alguno, y dónde los italianos nos adentran en un bucle demencial, y esa imaginación capitaneada por Campitelli a la hora de mostrarnos los relatos más oscuros e imaginarios.
Con todo esto, se abre una música fascinante y arrolladora de tus sentidos en “ØR”, texturas de enriquecimiento diverso, únicamente guiada por las emociones expresadas por tus sentidos. Así se presenta el nuevo álbum, “ØR” nos lleva por las diferentes estaciones y en las que todas ellas se presentan cuantiosos estados de ánimo, que es dónde hace ganar puntos al álbum.
Sus muchas capas electrónicas transitan en esas aventuras que el apartado del sintetizador logra crear el mejor de los marcos vanguardistas para la ocasión. Desde la rítmica tribal de “Kosmik Feels”, la exploración lisérgica de dos destacadas como son “Zenith” y “Cosmonaut”, hasta sus intromisiones al industrial con “Bodø Dakar”, uno de sus singles.
El metrónomo de Oslo Tapes conecta nuevamente sus vertientes más experimentales, una metodología pulsante que nos abre a través de marcos de ciencia ficción y sus claros campos predominantes al aislamiento del cerebro humano. Todo un contexto encapsulado en un manjar de géneros alternativos.