Presentamos en primicia “Nimaya”, el nuevo álbum de James Vieco
La riqueza auditiva del rock de los 90, tiene uno de sus mejores portadores en la ciudad de Barcelona, y ese recae en la figura de uno de sus mejores trotamundos subterráneos, un entusiasta como es James Vieco.
También componentes de otros proyectos como Saturna o los ya extintos Tears in Rain, la figura de James Vieco, como verdadera base de sus mayores exponentes, se ancla en esos últimos años de finales del siglo XX, dónde la sabiduría proyectada en la cosecha de Seattle, sentaron un precedente como uno de los empujes más sonados en aquella última década del pasado milenio.
Un enorme orgullo elevado a la enésima expectativa es para mí presentar en primicia el nuevo trabajo en solitario de este artistazo como la copa de un pino, incansable en su larga labor como músico y sobre todo en la valía de unas composiciones facturadas con un mimo y una estética procedente del rock melódico más alternativo. Esto hace que “Nimaya”, sea nuestro gran DISCO DE LA SEMANA.
A menos de 48 horas de su lanzamiento oficial, aquí te dejamos la escucha íntegra de este “Nimaya” como segunda oferta en solitario del joven artista barcelonés. Su sombra más personal crece en este segundo registro, impulsado por un encantamiento hacía el rock más norteamericano, pero con una firma indiscutible que garantiza aún más la carrera de Vieco.
Razón de más es la contribución de hasta 7 discográficas para la edición de “Nimaya” que llega 3 años después de su primer “One”. Así pues, Spinda Records, Discos Macarras, Violence In The Veins, La Familia Revolución, Dolader Lighting Studio, Nimaya Records y Producciones Acaraperro, estos últimos repitiendo en su distribución, se encargan de gestionar la propagación de un redondo compuesto con el corazón de un músico y propulsado por la nostalgia musical que le ha visto crecer.
Esto es así, y se define de manera sublime en “Nimaya” contando con colaboraciones sonadas dentro del underground catalán como las del batería de Cachemira y ex –Prisma Circus, Alex Carmona, o el músico de Matching Ratio, Daniel Morillas. Dicho esto, Vieco reúne sus mejores cualidades para abrir su alma como artista en momentos de auténtica belleza acústica como es “Letting Go” y la siempre compañía mística relevada por un elemento indispensable como es el sitar. Un despliegue de armonías de cautivar psicodélico emanado de las 12 cuerdas. De una naturaleza con similitudes sutiles se esconde “Hiding” en la parte final del disco. Aquí James evidencia un final melódico marca de la casa y la aportación en la batería de Javier Gómez.
La parte inicial del álbum tiene temas que recuerdan mucho a su etapa en Tears In Rain, sobre todo en su tramo final en discos como “The Wider Light” (reseña aquí), aquí prevalecen cortes como “The Others” o “Imbecile”, solventados con esa dinámica magnética del artista que alcanza sus momentos más punteros con pistas más duras como “Stationary” o “A Picture”, dónde se multiplican los colores de su rock más enérgico, llenado de todas las tonalidades este maravilloso lienzo.
En mi opinión “Nimaya” es como el descenso de una montaña, las emociones en lo alto son tremendas y son nuestro mejor pasaje conforme vamos descendiendo por la ladera. De igual manera, el disco ejerce una contundencia savia que va de más a menos en decibelios, transmitiendo esa génesis inicial con la mejor marca y más reconocida del artista en sus proyectos pasados, acabando bajo el regocijo expresado en sus sentimientos más directos al género. Aquí es dónde “Nimaya” cierra un ciclo encantador de este polivalente artista que tiene en este álbum sus variables más solventes, su encuentro consigo mismo en sus muchas exploraciones y justamente ahí, es dónde sale esa fruta prohibida, instaurada en el centro de este jardín del Edén.
Reservas disponibles desde aquí.
Bandcamp Violence In The Veins
Web Oficial La Familia Revolución
Web Oficial Producciones Acaraperro