Redneck Spaceship – «Grand Marshal Ape»; High energy sureña desde Moscú…
Southern / Stoner / Blues Rock
Una grata sorpresa que nos llega desde Rusia. Los moscovitas Redneck Spaceship nos presentan su primer trabajo, un disco lleno de energía, grabado por Igor Batsov y Alex Kostovitsky en Pentagram House, mezclado por Nikolai Samarin, y con una portada de Timur Khabirov.
El cuarteto transita por los sonidos sureños de procedencia desértica. Puede parecer curioso que una banda rusa indague en sonidos que el oyente no ubicará en su lugar de procedencia, sino más bien, nos parecerá que estamos escuchando a cualquier banda de garito de carretera del sur de los Estados Unidos. Humo, cerveza y sudor a raudales.
Es de destacar que el vocalista de la banda, le da el toque perfecto. Ningún acento se atisba en sus registros vocales.
La andadura comienza con una contundente pieza stoner, con voces proto-punk, “The Sands Of Dakar”. Quizás este tema pueda despistar al oyente del contenido del álbum, pero si prestamos atención a la cadencia vocal, podemos encontrar pistas de por dónde va a transcurrir la propuesta de los rusos. Si hay algo que tienen estos chicos es energía. Una guitarra fuzz introduce “Empty Pockets” sobre una contundente base rítmica. Aromas sureños con unos excelentes y cuidados registros vocales con esa esencia, salpicados por ciertas dosis psicodélicas. Esta influencia es tal, que en el siguiente tema, “On The Roadside”, comienzan a introducir instrumentos como el banjo (Philip Tackit) o la armónica, para directamente sumergirse en sonidos country. Riffs retro dan fuerza a una composición rural.
Evidentemente, si hablamos del sur, el blues es un elemento imprescindible, y así lo demuestra la banda con “Maverick”, un blues rock de muchos quilates. Inevitable que nos venga a la mente bandas como The Black Crowes.
El disco va de menos a más, atrapándote en la contundente propuesta de la banda. Destacando como ya he mencionado antes, el trabajo de su vocalista sobre una formación que suena a rock clásico setentero, aderezado por ritmos de alma stoner. “Don’t Listen” o incluso por los terrenos del heavy rock melódico “That Sounds Nuts”. Aquí unos potentes redobles de tambores dan paso a un rock más pesado que bien podríamos calificar de vintage. Riffs repetitivos y voces que se alejan un poco de la propuesta sureña de la banda. “Call Me Master” es una combinación perfecta de potentes ritmos aderezados con punteos hirientes llenos de fuzz, y con coros femeninos que de alguna forma, suavizan la composición.
Desde luego la versatilidad de la banda es evidente. Los clásicos sonidos setenteros se funden con una apuesta actual llena de fuerza. De nuevo usando unos solventes coros que arropan una voz solista que cambia de registro sin perder el alma arenosa en una bacanal sónica. Así es “Enchained”.
Redneck Spaceship pone el broche final a su disco debut con “Antariksh”, un tema de diez minutos, iniciado con una alocución en ruso en la que a través de hipnóticos sonidos psicodélicos van avanzando con paso firme hacia terrenos mucho más difusos de los que habían propuesto en el resto de los temas de éste brillante “Grand Marshal Ape”. Una pieza oscura y misteriosa mucho más compleja que el resto de los temas del disco. Las distorsiones y los efectos de guitarra adquieren mucho más protagonismo, relegando las voces en detrimento de la instrumentación. Un punto y final enigmático, lleno de lisergia que sirve colofón a un disco sorprendente.
No existe mucha información sobre una formación que lleva dos años de vida, en los cuales han ido poco a poco tejiendo su sonido. Mucho trabajo y mucho esfuerzo lleno de una vitalidad innegable. Estaremos atentos.